Chile exporta casi siete veces más vino a granel que Argentina: los motivos
El comercio argentino de este producto está visiblemente disminuido respecto a su principal competidor. Así como su lugar en el mapa mundial. La cuestión logística y arancelaria que complota.

Chile vende casi siete veces más vino a granel que Argentina.
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La economía argentina, y específicamente las principales actividades de Mendoza, están en permanente observación sobre el rendimiento de las actividades de Chile, principal competidor en muchos rubros. El país trasandino suele ser una referencia para analizar precios en materia comercio, datos sobre la exportación en minería y también sobre vitivinicultura.
Un reciente informe de la Cámara Argentina de Vino a Granel fue muy revelador acerca de los volúmenes de exportación de este producto durante el año pasado, la relevancia de Argentina en el mercado mundial y la competitividad respecto a Chile, ubicado una posición significativamente de referencia en el escenario sudamericano.
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El punto más relevante del informe -que tiene datos del 2024- asegura que durante ese año Argentina exportó 52 millones de litros de vino a granel. Es un crecimiento respecto al año 2023 en el que se lamentó la cosecha más pobre de la historia, pero está muy por debajo del promedio de los últimos cinco años, que es de 98 millones de litros.
El mejor de los rendimientos se vivió en 2020, cuando esa cifra superó los 192 millones.
Importancia del vino a granel en el escenario mundial
Se considera vino a granel aquel que se comercializa en un envase superior al de 10 litros. Su objetivo final es que sea fraccionado en el destino donde se vende por otra bodega o establecimiento. Esto, ya sea para sumar a un corte de vinos o para envasarlo sin agregados, y dejarlo listo para el consumo final.
A nivel mundial, el comercio de vino en todos sus formatos moviliza unos 10.000 millones de litros al año. De ese total, un tercio (34.5%) pertenece al vino a granel. Es un número relevante, que se ha mantenido estable durante los últimos 25 años. En 2024 fue de 3.400 millones de litros vendidos.
Los principales países exportadores de este producto son España (abarca el 31% del total), Australia (11,9%) e Italia (10,6). En cuarto lugar y siendo la principal referencia del continente está Chile, con más de 333 millones de litros exportados y abarcando el 9,8% del total mundial. Es un número siete veces más grande que el de Argentina, que marcha décimo en este ranking (1,4%).
Muy por detrás se cuentan Sudáfrica, Nueva Zelanda, Francia, Estados Unidos y Portugal.
Argentina, Chile, Australia y otros países forman parte del llamado Nuevo Mundo vitivinícola, que se constituye como alternativa del Viejo Mundo, compuesto por los países tradicionales en vitivinicultura. A estos se los puede diferenciar por su localización en el hemisferio sur, que cuenta con particularidades logísticas y comerciales que lo hacen más desafiantes. Y comparables. Argentina es el quinto en esta lista, por detrás de Australia, Chile, Sudáfrica y Nueva Zelanda.
Argentina, Chile y una competencia desigual
Los 52 millones de litros exportados por nuestro país representaron el 4,1% de las exportaciones de vino a granel del hemisferio sur y el 1,4% del mundo. Argentina vende vino a granel a 21 países, pero son seis los más beneficiados, al punto que conglomeran el 92% de nuestras ventas. En primer lugar está Reino Unido (66,3%), luego Estados Unidos (9,5%), Alemania (5,7%), Francia (4%), Canadá (3,7%) y Suecia (3,3%).
El precio promedio que se paga por un vino a granel argentino ronda el dólar por litro. El Reino Unido es el que más paga con 1,1 dólares por litro, y lo sigue Suecia con 1,02 dólares por litro.
Los números son significativamente mejores en Chile. Representa casi el 10% a nivel mundial y casi el 30% en el hemisferios sur. Cuenta con un promedio de exportaciones de 330 millones de litros anuales y ha sido estable en los últimos cinco años. Actualmente tiene 36 compradores, con Reino Unido (21,5%), China (17,3%), Estados Unidos (13,2%) y España (8,9%) encabezando la lista. Su precio promedio es más bajo, de 0,75 centavos de dólar por litro. Aunque el Reino Unido lo paga más caro que el argentino (1,4 dólares).
Hay varios motivos para explicar por qué tanta diferencia, a pesar de ser industrias similares en volumen. Sin embargo, hay dos que son estructurales: la logística y la arancelaria. Juan Pablo Palomo, gerente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel, analizó esta competitividad.
"La principal desventaja que tenemos con los competidores del hemisferio sur como Chile, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica es una cuestión logística. Es algo más geográfico, ya que no estamos cerca de un puerto -no lo están Mendoza y San Juan como principales productores-. Necesitamos mover muchos kilómetros, incluso cruzar la montaña para llevar el vino hacia los puertos de donde se despacha. Básicamente todo sale desde Chile, del puerto de San Antonio en Valparaíso. Esa logística, para llegar a una condición de igualdad con los otros países exportadores, es del orden de los 8 centavos de dólar por litro", señaló.
Por otro lado, hizo foco en la ausencia de acuerdos bilaterales con los países compradores, para eliminar barreras arancelarias que supongan trabas al producto y límites a la rentabilidad. "Nos juega en contra porque tenemos que adicionar un arancel que Chile o Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica no tienen o lo tienen reducido. En todos los países de destinos tenemos algún arancel", advirtió.
Sin embargo, se mostró esperanzado por el rumbo macroeconómico: "Se nota una mejora significativa, porque da previsibilidad, permite mejorar cuestiones vinculadas a costos. No solo sobre el tipo de cambio, sino la inflación. Tener una moneda estable y un orden macro te permite adecuarte de otra manera y planificar mejor".
Según datos del INV, Argentina exportó durante 2024 unos 207 millones de litros de vino, por lo que los 52 millones de vino a granel se constituyen en un cuarto del total. Es un nivel menor al resto de los competidores. Consultado sobre esta proporción y la necesidad de crecer en el segmento del producto, Palomo negó que fuese indispensable y valoró la capacidad del país por ofrecer "valor agregado". Sin embargo, advirtió dónde se encuentra el desafío para crecer en el volumen de exportación.
"El problema es el poco peso que tenemos como exportadores, dentro de los principales países que venden este formato de vino", advirtió, relevando los datos de Chile en la comparativa. "Australia y Sudáfrica también tienen una participación mucho más grande y ahí es donde vemos que tenemos posibilidades", agregó.
"Argentina tiene un gran margen para crecer, muchas posibilidades. Pero estamos viendo cómo lentamente se van acomodando las cuestiones macro, que nos va permitiendo ser un poco más competitivos. Todavía quedan algunas cuestiones para mejorar, aspectos a profundizar, de la promoción en el exterior, de avanzar con el Estado para lograr acuerdos comerciales o cuotas para poder exportar sin aranceles o con aranceles más bajos", advirtió.
Para cerrar, señaló: "Tenemos un cambio muy positivo para el sector exportador con el ordenamiento de la macro, pero todavía falta un trecho como para poder estar en igualdad de condiciones con estos grandes exportadores del hemisferio sur"