La mirada de un emprendedor tech frente al caso $LIBRA

Como joven emprendedor, que viene apostando al mundo de la tecnología y las finanzas, la historia de $LIBRA, la moneda digital que anunció el presidente argentino Javier Milei, me dejó con una sensación extraña. No por lo que fue, sino por lo que pudo haber sido.
Te Podría Interesar
Hay una frase del analista financiero Claudio Zuchovicki que me resuena fuerte estos días: “Lo incierto es peor que lo malo”, y me parece que eso resume perfectamente lo que generó este hecho. Se anunció algo que podía marcar un antes y un después para la industria tech y para el país, pero terminó en confusión. En lugar de acercar al ciudadano a la tecnología, lo alejó. Y eso, para un ecosistema que todavía está dando sus primeros pasos, es un golpe duro.
Los que tratamos de construir cosas nuevas todos los días, lo vivimos con un poco de bronca, pero también con ganas de seguir. Porque entendemos que hay mucho por ordenar, que hay que cuidar al usuario y que no todo puede ser “a las apuradas”. Pero también sabemos que hay que animarse, y que, si cada intento termina en desconfianza, va a ser difícil que lo nuevo crezca y tome fuerza.
Lo que más duele es que el potencial que tiene Argentina en este ámbito es enorme. No lo digo por decir: tenemos recursos naturales únicos, talento técnico de primer nivel, y una camada de profesionales y emprendedores que están más que listos para liderar en este tipo de tecnologías.
Si aprovechamos correctamente herramientas como la tokenización, con un marco claro, respaldo y garantías, podríamos canalizar inversión directa hacia proyectos reales, de gran escala, con impacto productivo. Desde el litio y la energía renovable, hasta el real estate, la industria o el agro. Proyectos que hoy no avanzan por falta de crédito o porque dependen de estructuras de financiamiento que ya están agotadas.
Esta tecnología, bien aplicada, podría abrir la puerta a un nuevo sistema de financiación, más ágil, más transparente y más inclusivo. Y eso es lo que nos motiva a seguir, aunque a veces parezca que vamos contra la corriente. No es una crítica, es la visión de alguien que con 25 años está apostando por darle una vuelta al mundo financiero.
De hecho, creo que se vienen haciendo muchas cosas bien. Hay señales claras de que se está intentando ordenar, escuchar y avanzar. Solo que esta vez, el mensaje no llegó como debería. Y cuando el mensaje no llega, el futuro se enfría.
Y la verdad es que, si hay algo que en Argentina no falta, eso es el futuro. Falta animarse a confiar.
* Manuel Arias. CFO de R3al Blocks.