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Tras la baja del dólar, ¿conviene cambiar el auto en 2025?

Los vaivenes de la economía argentina parecen explicar las razones por las que los argentinos tardan más de 10 años en cambiar el auto. La pregunta del millón es si eso podría cambiar esta vez.
En Argentina el parque automotor tiene un ritmo de renovación superior a otros países y en eso mucho tiene que ver la economía. Foto: Santiago Tagua/MDZ
En Argentina el parque automotor tiene un ritmo de renovación superior a otros países y en eso mucho tiene que ver la economía. Foto: Santiago Tagua/MDZ

Según datos de la consultora Redoo, en Argentina solo el 7% de los autos tienen menos de cinco años y el 80% supera la década de uso. La consultora especializada en tecnología para la industria automotriz considera que factores como la falta de financiamiento, la inflación, los sobreprecios y la situación macroeconómica influyen en esa tendencia que conspira contra la renovación del parque automotor. Sin embargo, hoy vislumbran que se está empezando a reactivar el mercado, proyectando un crecimiento del 50%. 

No hay dudas que el mercado automotor argentino muestra particularidades que lo diferencian del resto de la región y del mundo, ya que en países de Europa y en varias naciones sudamericanas, el ciclo de renovación del auto suele ubicarse entre los cinco y diez años.

En Argentina, apenas el 20% de los vehículos cumple con esa condición. En tal sentido, si se hace foco en los patentamientos, en los últimos cinco años, la cantidad de autos nuevos patentados no superó las 400.000 unidades anuales, cuando el potencial del mercado se estima entre las 750.000 y 800.000 unidades. De ahí que Víctor Moure, CEO de Reddo señale que el país tiene cinco años donde apenas se renovó el 50% de su potencial.

A la hora de analizar qué factores determinan que los argentinos posterguen el cambio de su vehículo Moure considera, entre otros, a la disponibilidad de producto. Por ello, opina que hoy se está en un nuevo contexto donde la mayor disponibilidad hace que el producto sea más competitivo, y agrega, que esta situación podría contribuir a la baja de precios, en un mercado donde, por ejemplo, un vehículo de gama baja cuesta en promedio US$25.000, frente a los US$12.000 o US$15.000 que se pagan en otros países de la región.

“Hoy estamos pagando un sobrecosto de entre 42% y 50%, por temas de costos impositivos, márgenes adicionales o ineficiencias comerciales. En conclusión, la disponibilidad va a facilitar o va a mejorar el posicionamiento de precio de los productos”, proyecta Moure.

Claro que la situación macroeconómica es otro factor clave en este tema: “En 2024 la economía cayó cerca de 3% y este año se estima que va a crecer más de 5%, esto acompaña la recomposición salarial y mejora las oportunidades de adquisición para los consumidores”. A lo que se sumaría que una mayor estabilidad podría abrir paso a mejores condiciones de financiamiento, un rubro en el que Argentina aún muestra grandes limitaciones.

“Estamos entrando en una nueva situación de mayor estabilidad macroeconómica que te permite pensar en tasas de interés que faciliten el consumo tanto sea para clientes profesionales, como puede ser una empresa, como también clientes particulares. Hay varios factores que inciden en la renovación del auto, y la combinación de ellos hace que el mercado hoy esté proyectando un crecimiento de un 40 hasta un 50%”, sostiene Moure.

Ahora bien, ¿cuánto usan el auto los argentinos y cómo saber cuándo cambiarlo?

• El uso que los argentinos le dan al auto también cambia según el momento del país: en 2024, el promedio de utilización cayó de 13.000 kilómetros anuales a menos de 7.000 kilómetros. “La contracción de la economía, el costo del combustible, los peajes y el mantenimiento llevaron a que mucha gente se bajara del auto para subirse a un transporte público o se incentivaran algunas herramientas como el car-sharing”.

• Esto no solo impactó en el kilometraje anual, sino también en la frecuencia de los mantenimientos, que se extendieron mucho más allá de los habituales 12 o 13 meses. Sin embargo, en el contexto actual de mayor estabilidad macroeconómica, esta tendencia comienza a revertirse: el kilometraje anual está recuperándose y acercándose nuevamente a los niveles históricos, lo que refleja una vuelta a patrones de uso habituales.

• Respecto a cuándo conviene cambiar el vehículo, los principales indicadores son la cantidad de kilómetros recorridos, el costo de mantenimiento y la oportunidad de renovación: hoy, con una mayor disponibilidad de producto y políticas de descuento más frecuentes en concesionarios, el contexto comienza a ser más favorable. "Hace un año era casi imposible encontrar descuentos; hoy, paulatinamente, empiezan a aparecer en pick-ups, sedanes, SUVs y hatchbacks".

Moure remarca una particularidad del mercado argentino: en un contexto inflacionario, el valor del vehículo en pesos suele actualizarse positivamente, transformando en algunos casos la compra de un auto en una inversión. “Estamos entrando en un contexto donde cada vez hay más incentivos a la compra en base al costo de adquisición”.