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Logros y desafíos del sector hotelero gastronómico, uno de los grandes impulsores de la economía argentina

Si bien en los últimos meses la industria ha recibido una serie de buenas noticias, el camino hacia el crecimiento y prosperidad sostenidos debe sortear todavía varios obstáculos.
En el mundo, la hotelería, la gastronomía y el turismo se afianzan como una prioridad en el consumo. Foto: Freepik
En el mundo, la hotelería, la gastronomía y el turismo se afianzan como una prioridad en el consumo. Foto: Freepik

A lo largo de la historia, el sector hotelero gastronómico se ha enfrentado a serias adversidades por ser sumamente susceptible a los vaivenes políticos y económicos. Se trata de una industria que necesita previsibilidad, estabilidad y reglas claras: características que no suelen ser una constante en nuestro país.

La Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) nuclea a 67.000 establecimientos gastronómicos y 17.000 hoteleros, y genera 700.000 puestos de trabajo de manera directa y tres veces más en forma indirecta. Estos números reflejan la relevancia que tiene el sector para la generación de empleo genuino en todas las provincias y de divisas extranjeras. En síntesis, es un actor clave en el desarrollo económico del país.

El sector hotelero gastronómico se ha enfrentado a serias adversidades. Foto: MDZ.

Recientemente hemos recibido una serie de buenas noticias. Por ejemplo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación revocó el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Río Negro, declarando la inconstitucionalidad del cobro de la Ecotasa en San Carlos de Bariloche. Este fallo, que sienta precedente, es un importante llamado de atención para los municipios, ya que deja asentado que las obras que argumentaban ciertos distritos con el cobro de esta tasa no tenían nada de extraordinarias, sino que son comunes a las obligaciones de toda Municipalidad como, por ejemplo, el arreglo de calles, luminarias o paseos.

Otra medida que merece el reconocimiento del sector, en el marco de la política de desregulación que impulsa el Gobierno nacional, es la reglamentación del pago de propinas por medios electrónicos, una práctica común en muchas partes del mundo. Abonarla seguirá siendo una decisión del cliente y no tendrá impacto fiscal tanto para el empresario como para el trabajador. Asimismo, no es un detalle menor el decreto publicado hace unos días que eliminó el cobro de las tasas de derechos intelectuales por las obras artísticas que se reproduzcan en ámbitos privados, como son las habitaciones de los hoteles. Es un final feliz para una vieja lucha del sector: en 1997 FEHGRA denunció a Sadaic ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia por las desmedidas pretensiones económicas y el cobro de precios excesivos a hoteles.

Es un reclamo completamente lógico porque las habitaciones del hotel deben ser consideradas dentro del ámbito privado, ya que nadie está espiando por la mirilla, por lo tanto, no pueden estar alcanzadas por la Ley 11.723 del Régimen de la Propiedad Intelectual. De esta manera, los hoteles quedan eximidos del pago de importantes tasas por la música o las películas que se transmiten dentro de los establecimientos.

Recientemente el sector ha recibido una serie de buenas noticias.

Ahora bien, para que las empresas hoteleras y gastronómicas puedan seguir invirtiendo y crecer, contratar más personal, atraer turistas extranjeros y generar un crecimiento económico también para otras industrias (porque el turismo impacta en el desarrollo de otros sectores y de innumerables comercios) resta recorrer un largo camino. Uno de nuestros grandes males es la inflación y, si bien está cediendo, quedan grandes desafíos para terminar de resolver este preocupante problema. Los niveles de consumo, por su parte, aún no se recuperan en nuestra actividad. Sin ir más lejos, la actividad hotelera llegó a ser un 25% interanual y la gastronómica un 18%. En el mes de junio, las estadías de turistas locales bajaron 19% interanual y un 16% lo hicieron las de turistas internacionales. 

El sector hotelero gastronómico necesita que haya incentivos para la contratación de personal y que se promuevan condiciones laborales justas y saludables; que se simplifique el sistema impositivo para mejorar la competitividad de las empresas; que existan líneas de crédito blandas que nos permitan aggiornar nuestras estructuras; que se sigan generando políticas para desestacionalizar los destinos; y que se establezcan políticas que aseguran las mismas condiciones para toda la oferta.

El sector hotelero gastronómico necesita que haya incentivos para la contratación de personal. Foto: MDZ.

En la actualidad, sólo las empresas rentables sobre viven, y sólo las empresas con rentabilidad sólida pueden invertir, incorporar personal mejorar condiciones laborales, modernizarse e innovar. 

En el mundo, la hotelería, la gastronomía y el turismo se afianzan como una prioridad en el consumo. Esperamos que dentro de un corto tiempo estemos transitando ese sendero de crecimiento y prosperidad sostenidos. 

* Fernando Desbots. Presidente de Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina. FEHGRA.