Martín Guzmán le pide al Gobierno salir del cepo y regular el flujo de capitales
En un documento firmado por economistas del centro Fundar y Suramericana Visión hablan de un camino alejado del péndulo económico argentino.
En un documento llamado “Ni cepo ni liberalización completa: hacia una regulación prudente de los flujos de capitales”, el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, recomienda al Gobierno establecer "un esquema macro viable y estable" para la economía, con regulación de la cuenta capital-financiera, sin “cepos cambiarios” severos o una liberalización irrestricta basada en "hipótesis erróneas sobre un funcionamiento ideal de los mercados".
El documento fue publicado por Suramericana Visión, la usina de pensamiento fundada por Guzmán y el centro de investigaciones Fundar. Los cinco autores del trabajo (Ramiro Tosi, Fernando Morra, Guido Zack y Pablo de la Vega) pusieron el foco en el movimiento de péndulo que en los últimos años tuvo en la Argentina el flujo de capitales con regulaciones severas sucedidas por liberalizaciones amplias y señalan que “por un lado, la autarquía financiera daña la inversión porque desincentiva el ingreso de capitales productivos. Por otro lado, la total desregulación de la cuenta financiera externa expone al país a movimientos de capitales abruptos que generan excesiva volatilidad cambiaria”, plantean.
Lo que proponen es una serie de "regulaciones de carácter prudencial, no como un esquema de transición, sino como un régimen permanente, que contribuirían a la estabilidad económica” con un conjunto de “válvulas” para graduar los flujos de liquidez. Son:
-Establecer condiciones macroeconómicas para el fortalecimiento de la moneda y del mercado de capitales doméstico. El fortalecimiento de la moneda y del mercado de capitales doméstico es un paso fundamental para avanzar en una mayor integración a los flujos de capitales sin caer en crisis recurrentes de balanza de pagos. Dentro de las condiciones para una estabilización se encuentra un ordenamiento fiscal, en un marco de crecimiento, que reduzca la dependencia del financiamiento monetario y de los capitales externos de corto plazo.
-Convergencia: ni cepo ni liberalización, hacia una regulación prudencial y permanente de los flujos de capitales. La regulación debe prevenir la ocurrencia de eventos disruptivos sobre el mercado de cambios y buscar establecer límites que, aunque no resulten restrictivos en condiciones normales, sirvan como contención ante dichos eventos.
Las principales herramientas para una regulación son los encajes o impuestos que discriminan por el plazo del flujo de capitales (encajes desde 30% para menores a 30 días hasta 0% para mayores al año).
Dada la concentración de la oferta exportable en pocos actores, se propone mantener la obligatoriedad de liquidación de los ingresos por exportaciones, aunque con plazos y montos que no afecten la normal operatoria de negocios (de 90 a 180 días para operaciones que superen los US$ 75 millones).
Adicionalmente, se propone el establecimiento de requisitos de conformidad previa con un límite elevado (convergiendo a valores por encima de US$ 3 millonesguzman mensuales, pero comenzando con valores más bajos), que permitan el acceso al mercado de cambios pero al mismo tiempo establezcan una protección ante situaciones de riesgo cambiario.
Por último, se debería evitar la acumulación de riesgos sistémicos para lo cual la regulación macroprudencial, como las normas y reglas sobre el financiamiento público (incluso provincial y municipal) en moneda extranjera y legislación extranjera, es fundamental.
-Fortalecer las instituciones ocupadas del diseño, monitoreo, control y cumplimiento de las regulaciones. No existe una receta única para la forma en la que deben calibrarse estos instrumentos. Es importante contar con instituciones eficaces capaces de elaborar, implementar y monitorear las regulaciones. El espacio de las políticas domésticas no debe verse limitado por acuerdos bilaterales o multilaterales que liberalizan el comercio y requieren la liberalización de los flujos de capitales. Para ello hay que mejorar la oportunidad de aplicación de las penalidades por incumplimiento, por ejemplo mediante multas administrativas. Esto puede incrementar la percepción de riesgo asociada a los desvíos de las normas, y así reforzar las capacidades de los reguladores del mercado.