El dato que confirma que el consumo de carne tocó el piso más bajo de la historia
La actividad de la industria frigorífica sigue en números rojos. El consumo se ubicó 14,9% por debajo del registro correspondiente a enero-mayo de 2023.
Según datos de Ciccra, Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, el consumo aparente de carne vacuna por habitante, en el periodo enero-mayo de 2024, fue de 44 kilos por año, lo que implica el peor resultado histórico, aun por debajo del consumo durante la pandemia. El dato implica una caída del 15,9% por debajo del promedio del mismo periodo de 2023, es decir, 4,5 kilos menos.
El consumo fue de 860.100 tn. ubicándose 14,9% por debajo del registro correspondiente a enero-mayo de 2023. Dejando de lado a los primeros cinco meses de 2020, esta fue la menor cantidad de las últimas tres décadas.
Si bien los datos históricos se explican en parte por un cambio de hábitos sociales en el que se reemplazan proteínas por otras alternativas, como legumbres o por la elección de opciones más económicas, como la carne de cerdo o aviar, el aumento de los precios y la recesión económica son las principales responsables de la abrupta caída interanual.
La actividad de la industria frigorífica vacuna, en tanto, continuó mejorando con relación al mes previo, pero al mismo tiempo se mantuvo bien por debajo del nivel registrado un año atrás, cuando el factor climático forzó la liquidación de vientres y la venta anticipada de hacienda.
En el quinto mes del año se faenaron 1,16 millones de cabezas de hacienda vacuna. En relación a abril del corriente año la actividad sectorial resultó 1,8% mayor. En la comparación con el mismo mes de 2023 la caída fue de 9,3%.
En enero-mayo de 2024 un total de 358 establecimientos faenaron 5,514 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 8,3% menos que un año atrás, y produjeron un equivalente a 1,255 millones de tn r/c/h de carne vacuna, es decir 7,8% menos en términos interanuales.
En lo que respecta a la dinámica de los precios al consumidor, en mayo el capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas subió a una velocidad levemente superior a la del nivel general (5,4% vs. 4,3%), producto de la fuerte suba de los precios (estacionales) de las ‘verduras, tubérculos, legumbres’.
En el caso del rubro "carnes y derivados", la variación del precio promedio continuó siendo de las más bajas, con un alza de 2,5% mensual.
"Tal como lo señalamos en Informes anteriores, que la suba en el mostrador de las carnicerías se haya mantenido por debajo del ritmo de incremento del valor del kilo vivo y del nivel general del IPC, se explica por la significativa contracción que registró el poder adquisitivo de las familias en el último año, que llevó al desplome del consumo per cápita de carne vacuna", señaló Miguel Schiariti, presidente de Ciccra.