Opinión

Se desploma el poder de compra de los trabajadores: de la ficción a la realidad

El abogado especialista en trabajo y políticas públicas de empleo analiza cuánto ingreso perdieron el año pasado los trabajadores privados, formales e informales.

Juan Pablo Chiesa
Juan Pablo Chiesa viernes, 19 de enero de 2024 · 06:52 hs
Se desploma el poder de compra de los trabajadores: de la ficción a la realidad
La inflación de 2023 pulverizó los ingresos de los dependientes privados y también los informales. Foto: MDZ

El último año Argentina tuve un promedio de inflación del 17,6% mensual, terminando el 2023 con un índice de precios de 211,4% en la comparación interanual. Estos números pulverizan los ingresos de los dependientes privados, ya sea formales como los de la economía informal, o sea, laburantes en negro

El trabajador en negro es aquel, que está en la clandestinidad laboral, ya sea total o parcial, motivo por el cual, para quien lo emplea (empleador) se le hace imposible afrontar una carga impositiva terrible, como las contribuciones patronales que el bendito formulario 931 SUSS atemoriza a los que generan empleo en el país.

Extendida economía en negro

Del otro lado de la vereda, tenemos a 6 millones de trabajadores formales que, si bien, tienen la suerte de estar bajo el paraguas de la seguridad social y contar con los beneficios que ella trae, el 90% de éstos están bajo la línea de pobreza y porque no, en la indigencia no pobreza.

Con esto no quiero decir que los 8 millones de laburantes en negro no estén en las mismas circunstancias, el tema es que, en la Argentina que producía y en la que la plata alcanzaba (al menos 30 años atrás), esta clase media era la clase media laburante, no se sentía pobre como está pasando en la Argentina producto de las nefastas políticas o mejor dicho, ausencia de políticas públicas de empleo.

Los que pensamos en el trabajo como la única fuente de ingreso y el empleo como el único camino al incentivo de la inversión y al desarrollo productivo, llamamos a esto modernización laboral, o los más osados decimos reforma, situación que hoy tenemos que estar discutiendo en el Parlamento por culpa de legisladores, sindicalistas y políticos que solo piensan en su enriquecimiento personal, tomando los últimos 15 años de la decadencia argentina. 

Argentina tuvo un promedio de inflación del 17,5% mensual, terminando el 2023 con un índice de precios de 211%. 
Foto: MDZ.

Luego de esta sutil introducción, vemos que en el año 2023, los precios alcanzaron una suba del 211,4% y si vemos los indicadores del MTSS, midiendo el salario mediante el índice RIPTE, el sector formal privado tuvo aumentos por el 122,8%. Peor aún, el sector informal del 92%. 

Claramente, la teoría es que los sueldos de los laburantes fueron aniquilados por la inflación, haciendo que todo poder de compra sea una ilusión en la economía de las familias de la clase media argentina. Pero de la tabla de la teoría del Excel, vayamos a la cancha y nos ponemos los pantalones cortos, (como dice un brillante economista). 

Si vamos al sindicato de Comercio, liderado por el eterno Armando Cavalieri, hoy la escala de salario de dicha actividad que arropa a más de 1,2 millones de dependientes es de $435.190.- si nos vamos al sindicato de La Bancaria, sindicato de elite del “simpático” de Palazzo, tenemos un básico de inicio de $650.000.

No podemos no pasar por Gastronómicos y el malabarista de Barrionuevo, que tiene uno de los sindicatos más grandes del país y una industria en su mayoría clandestina, pero sus afiliados ganan $290.000 de básico más adicionales. Porque no, dos sindicatos centenarios y rivales, plásticos y gráficos, donde el valor horario de cada operario es de $2.100 la hora. 

Futuro incierto

No quiero seguir angustiado al lector con las pésimas políticas. O mejor digo ausencia de querer modernizar el derecho del trabajo, el mercado laboral, en miras de equiparar derechos y terminar la industria del juicio entre laburantes, dependientes y empleadores que lo único que generan es activar el motor de la economía argentina. 

Las paritarias no sirven para nada y ya fue demostrado. El salario mínimo vital y móvil (SMVM) ya no tiene razón de ser, porque los básicos de convenio ocuparon su lugar, pero el problema de estos es que, los básicos deben ser revisados, los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) deber ser actualizados y el mercado laboral debe ser modernizado para que, de una vez por todas, se recupere lo que se perdió en los últimos 15 años, el poder de compra que generan los ingresos de los laburantes y que esta acción no sea una película de ciencia ficción o un drama para la clase trabajadora argentina.

Juan Pablo Chiesa.

Juan Pablo Chiesa es abogado especializado en Empleo y Políticas Públicas, escritor, docente y presidente de Aptitud Renovadora. 

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