Milei y las AFJP: un modelo que fracasó pero podría volver

El candidato a presidente Javier Milei, afirmó que “es toda mi intención volver al sistema de las AFJP, reformarlo sin vulnerar derechos”. Este sistema privado que surgió y se aplicó en la década de los ´90, perduró hasta el 2008, año en el cual se produjo el traspaso de las AFJP -sistema privado de jubilaciones y pensiones- a la Anses. Las consecuencias de aquella experiencia privatizadora siguen repercutiendo entre los jubilados y pensionados que optaron por aquel régimen con la esperanza de
lograr -con un mayor esfuerzo contributivo– un mejor retiro que les permitiera gozar de una vida similar a la que llevaban durante su actividad laboral, pero que hoy perciben un haber muy inferior al mínimo que ofrece la Anses.
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Esto es así porque aquellos que optaron por el sistema de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, que no tuvieron aportes en el sistema público (régimen de reparto), sólo cuentan con la posibilidad de iniciar acciones judiciales de forma tal que les sea garantizado el haber mínimo.
Para incorporar nuevamente el sistema de las AFJP, Javier Milei propone lograr en primer término reformas de “primera generación…que implica bajar el gasto público, bajar impuestos, desregular, flexibilizar el mercado laboral, abrir la economía y en paralelo terminar con el peso que es una máquina de estafar gente”. Todo ello iría seguido de una reforma previsional en la que se elevaría la edad jubilatoria teniendo en cuenta los “cálculos en función de la transición demográfica en Argentina”.
Si bien es cierto que la expectativa de vida a nivel mundial ha ido en aumento, que no es la misma que se tuvo en cuenta al establecer los regímenes jubilatorios y que la tasa de natalidad ha ido decreciendo, también lo es el hecho de que resulta
indispensable analizar cada sociedad en particular. En el caso argentino, cada vez es mayor el empleo no registrado, los
trabajadores llegan a la edad jubilatoria sin contar con los 30 años de aportes exigidos por la ley para poder retirarse y ello hace necesario contar con moratorias que les permitan regularizar esa situación.
No debe olvidarse que hay que atender las especiales circunstancias de los individuos con relación al trabajo. Quienes han logrado retirarse y están en condiciones de seguir trabajando; y quienes por el tipo de tareas que han realizado o las condiciones del lugar de trabajo, han visto deteriorada su salud y se ven imposibilitados de seguir trabajando.
Previo a pensar en elevar la edad jubilatoria en Argentina se requiere una reforma integral, no sólo desde lo previsional sino también desde lo laboral.
* Florencia Markarián, abogada previsional.