La inflación de julio fue de 6,3%, un número que ya quedó viejo

Los precios subieron en el mes de julio un 6,3%, lo que representó una suba de 0,3 puntos porcentuales respecto del 6% de junio.

El dato publicado por Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) marcó que la inflación en lo que va del año llegó al 60,2% y del 113,4% en relación a los últimos 12 meses. Lo que marcó una leve caída respecto del mes anterior del 115,6%. Es la primera caída interanual en 19 meses, desde enero de 2022, cuando había dado 50,7%, tras un diciembre de 50,9%.

Este índice fue inferior al que publicó la ciudad de Buenos Aires que marcó un 7,3%. El rubro de mayor aumento en el mes fue Comunicación (12,2%). Le siguieron Recreación y Cultura 11,2%), Bebidas alcohólicas y tabaco (9%) y Salud (9%).

En tanto, el sensible rubro de Alimentos y Bebidas tuvo un aumento menor al índice general con un 5,8%, lo que incidió fuerte a que el valor total no se disparara. Calzados y prendas de vestir sólo aumentaron un 3%. 

A pesar de que la aceleración que marca el mes de julio y que el esquema de publicaciones del Indec estaba previsto que el dato de inflación se publicara dos días después de las elecciones, queda flotando en el aire la sensación de que el registro el mes de julio muestra una realidad fuera de contexto. 

La fuerte devaluación que decretó el gobierno en el día de ayer, más el salto que dieron tanto el dólar informal como los financieros, ya marcan que el camino inflacionario se acelerará fuertemente en los próximos dos meses previos a las elecciones.

Distintas consultoras marcan ya que para el mes de agosto el piso sería de alrededor del 10% y algunos sostienen que podría llegar al 15%. Lo cierto es que desde el mes de abril de 2002, cuando el dólar pasó de $1,4 a $4 en pocos días una vez estallado el plan económico de Cavallo, que no se registraban dos dígitos en el nivel de inflación.

El gobierno, por lo pronto, ya negocia con las distintas cadenas productivas de primera necesidad un nuevo acuerdo de precios para ponerle coto a la inflación. Las empresas solicitarían para formar parte de los acuerdos actualizaciones de precios acordes a la depreciación de la moneda y actualizaciones mensuales que contemplen a la inflación.