Primer cruce

Todo listo para el primer round del año entre Argentina y el Fondo

El equipo económico está definiendo su estrategia de negociación con el Fondo Monetario Internacional en lo que será el segundo año de evaluación de metas en el marco del acuerdo de marzo de 2022. Se descuenta que habrá metas más exigentes, que en un escenario electoral siempre es muy complejo.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño martes, 7 de febrero de 2023 · 15:48 hs
Todo listo para el primer round del año entre Argentina y el Fondo
Foto: Prensa Ministerio de Economía

El Ministerio de Economía está expectante y entusiasmado. Se espera que antes que termine el mes el Fondo Monetario Internacional (FMI) cierre el ciclo 2022 y el directorio del organismo apruebe el primer año de cumplimientos del crédito de Facilidades Extendidas firmado en marzo del año pasado. 

En consecuencia, empezará una nueva etapa en la relación con el organismo, cuando se pase a discutir los compromisos del 2023. Cuando eso suceda, será interpretado como el último gran esfuerzo de discusión entre Hacienda y el FMI; para cerrar los objetivos de este año.

Saben las dos partes que 2023 es un año electoral; y que, suceda lo que suceda el día de votación presidencial de octubre, lo que viene será una nueva relación entre el país y el organismo; y que todo el paquete del acuerdo pasará a revisión. En ese sentido, lo que se discuta ahora será el cierre de la relación entre el gobierno de Alberto Fernández y el Fondo.

Luego, será el momento de las nuevas etapas interpretativas. Con el panorama hay dos certezas: a) Sergio Massa sabe que será su última negociación como ministro y b) las metas ya pactadas son innegociables. 

A fines de 2022 Argentina había cumplido con las metas acordadas antes el anuncio del Banco Central de la República Argentina (BCRA). La entidad que maneja Miguel Pesce había logrado la anteúltima semana del año anterior completar los U$S 5.800 millones necesarios para aprobar uno de los tres compromisos innegociables que en su momento cerraron Martín Guzmán y Kristalina Georgieva en el primer trimestre del año pasado.

Metas exigentes

Algo que, hacia septiembre, era imposible de cumplir; pero que gracias a los dos programas dólar soja se completó a 48 horas de finalizar el año. Para este año el desafío será mayor; y tendrá que haber un upgrade de US$ 6.000 millones. Mínimo. 

Esta meta se suma a las otras dos inamovibles. La más importante de todas es la fiscal, y la necesidad que el país logre un desequilibrio primario entre ingresos y gastos de 1,9% como máximo. Difícil en un año electoral. Pero no imposible, siguiendo el ritmo de disminución del déficit mostrado por el Palacio de Hacienda en el último cuatrimestre del año.

La tercera meta, de emisión monetaria tope de 0,5% parece también cumplible, salvo que por problemas de presiones políticas, y momentos difíciles para el peronismo pos PASO (en caso de eventuales derrotas); se decidan nuevos planes "platitas" sin financiamiento real y necesidades de descubrir pesos de donde no los hay.  Ni los habrá.

Nueva ronda

Con estos datos sobre la mesa, el Gobierno se presentará ante los examinadores del FMI en la segunda quincena de este mes, ya con los funcionarios del organismo financiero internacional retornen a sus puestos de trabajo, después del período de fiestas de fin de año.

Los contactos entre Washington y Buenos Aires ya se retomaron la semana pasada, y se espera que antes del viernes 10 los funcionarios responsables del FMI de llevar adelante el caso argentino estén en el país dispuestos a la primera misión completa in situ; luego de los tiempos de pandemias.

Según el cronograma pactado el 22 de diciembre, último encuentro del FMI, se dará en la primera quincena de marzo; con todos los datos recolectados desde esta semana sobre la mesa de los examinadores del máximo tribunal del organismo. Allí se resolverá (se supone afirmativamente) el primer año de vigencia del acuerdo de Facilidades Extendidas; y se comenzará a hablar del 2023.

Se hará sin waivers ni pedidos de perdones sobre las metas. El análisis temático se concentrará entonces en las discusiones sobre los objetivos económicos, cambiarios, impositivos, fiscales monetarios y financieros a cumplir, algo que tiene un nivel de exigencia de cumplimiento sensiblemente menor a las tres metas.

En este sentido, las preocupaciones generales del FMI son y serán las de siempre: la inflación; el nivel de gasto; la falta de avance en dos proyectos comprometidos en su momento por Guzmán, como el aumento real de tarifas y disminución de subsidios y el revalúo fiscal; la política oficial multicambiaria; la brecha entre el oficial; los dólares financieros y el Blue y el alto nivel de vencimiento de deuda en pesos; concentrada entre marzo y agosto.

Como precalentamiento, el propio Fondo habló la última semana del 2022. Pidió que se reduzcan las cantidades de dólares alternativos, que no haya más moratorias (ni impositivas ni previsionales), avanzar en promesas del acuerdo (revalúo) y alertó seriamente por la inflación. Además de, fundamentalmente, no avanzar en un aumento del gasto público por motivos electorales. Serán los capítulos a discutir desde la segunda quincena de enero.

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