Vaca Muerta crece e impulsa inversiones en el petróleo convencional

El último informe realizado por la Fundación Ideal sobre el sector petrolero, mostró que la producción nacional finalizaría 2022 con un aumento anual de 10% -las últimas cifras aún no están disponibles- y que buena parte de ese crecimiento provenía del impulso de Vaca Muerta, con un crecimiento exponencial desde 2019, con excepción del freno impuesto en 2020 por la pandemia.

Aunque la extracción y refinación de petróleo es una de las claves del dinamismo de esta zona, en un contexto de recuperación y aumento del consumo de combustibles; lo cierto es que es el gas natural–con el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner a la vista y la posibilidad de exportar a países vecinos en medio de la escasez global- ha dado un impulso renovado a Vaca Muerta lo que genera algunos cuellos de botella en la industria.

“Entre enero y octubre de 2022, la extracción de gas cayó en la mayoría de las provincias productoras con excepción de Neuquén donde creció un 25% respecto al mismo período del año anterior”, detalló el informe de Ideal. Sólo esto alcanzó para que la producción nacional de gas, en el período mencionado, tuviera un incremento total del 14,5% en términos interanuales.

Fuentes del sector aseguran que la actividad en Vaca Muerta crece de una manera tal que se generan nuevas oportunidades; incluso para los operadores del sector que no trabajan especialmente en la zona no convencional de Neuquén. Tampoco se circunscribe a las petroleras, sino que, como en otras industrias de alto impacto, deriva en otras actividades como la metalmecánica, la logística y los servicios; entre otros.

En este contexto, la empresa Aconcagua Energía adquirió dos equipos para operar sus yacimientos convencionales en Mendoza y Río Negro; algo bastante inusual para el sector, debido a que la mayoría de las petroleras se manejan con alquiler de maquinaria específica, grande y costosa.

Aconcagua es una empresa independiente que tomó la decisión de la compra con el fin de no frenar sus operaciones, debido a los faltantes existentes de equipos similares por la demanda actual desde Vaca Muerta.

Fuerzas en desequilibrio

A grandes rasgos, la industria petrolera utiliza equipos de perforación o torres, que son los de mayor calibre. Además, están los de workover o reacondicionamiento que son más pequeños y se utilizan para realizar los últimos ajustes y “emprolijar” el pozo, y los de pulling o mantenimiento del pozo.

Aunque el crecimiento sostenido de Vaca Muerta es una buena noticia desde donde se lo mire, las empresas más chicas o que no operan en el sector han empezado a tener dificultades para continuar su producción debido a los faltantes de equipos o al exceso de su demanda que desequilibra las cargas entre el no convencional y el convencional, pero sobre todo, entre las firmas de distinto tenor.

En este sentido, Diego Trabucco, presidente de Aconcagua Energía, expresó que el desarrollo exponencial del no convencional, con proyectos de alta rentabilidad y bajo tiempo de repago, demanda en la actualidad todos los recursos disponibles para sostener su crecimiento.

“Aunque esto es muy bueno para el país, esta sobre demanda genera escasez de potencia disponible, eleva fuertemente los precios y expone a las compañía que operan yacimientos convencionales a afrontar situaciones de costos difíciles de asumir porque su modelo de negocios es distinto”, agregó el ejecutivo.

Así, con el fin de operar sin contingencias en sus pozos convencionales "ubicados en la Cuenca Neuquina en Río Negro y en el sur de Mendoza”, Aconcagua Energía –que completa así la integración vertical de toda su flota de servicios de torre- adquirió un equipo de Workover primero y, ahora, sumó uno de Perforación 1000 HP de potencia.

Un equipo que va a demandar la incorporación de más de 60 personas para su operación y que posee una capacidad de perforación con sondeo de 41/2” hasta 4.200 metros de profundidad.