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Las pistas de Mauricio Macri para frenar el plan motosierra de Javier Milei

El expresidente dio señales de cómo piensa "controlar" las iniciativas del líder libertario que no estén en su agenda. Busca tranquilizar a los votantes que teman los desbordes del líder libertario.
Mauricio Macri apuesta a jugar un papel clave en un eventual gobierno de Javier Milei Foto: Télam
Mauricio Macri apuesta a jugar un papel clave en un eventual gobierno de Javier Milei Foto: Télam

Mauricio Macri  mira a la cámara con el fin de convencer a los votantes indecisos que la opción de votar a Javier Milei es la correcta. El expresidente comienza disculpándose por la eventualidad de que Juntos por el Cambio (JxC) no haya sido en estas elecciones  la opción para modificar la realidad, y comienza a avanzar en la explicación de su apoyo al candidato de La Libertad Avanza (LLA).

En un momento, casi al final y en un tono descansado y algo menos al resto de la filípica, afirma: "Todas esas cosas que a vos no te gustan, no van a suceder. Porque no va a tener los votos". En ese momento, que pasó casi desapercibido en la entrevista que Macri le dio a Jonathan Viale en La Nación + (antes que Javier Milei estuviera en la misma casa), el expresidente abre una de las ventanas más importantes del proceso electoral que va de la primera vuelta al balotaje del próximo domingo.

Macri afirma que tiene controlada su alianza con el libertario, cerrada a horas de haber pasado las elecciones de octubre, y que la posibilidad de que Milei avance en aquellos proyectos polémicos, populares y hasta de dudosa calidad democrática, no verán la realidad por la simple razón que el eventual jefe de Estado no tendrá los votos en el Congreso para aprobarlos.

Javier Milei tiene algunas ideas que no comparten sus nuevos socios de Juntos por el Cambio e insiste en llevarlas a cabo.

Un poco más allá de la reflexión puede aventurarse que serán sus propios diputados, los que le quedaron a Macri luego de la implosión de JxC por su propia voluntad, los que no levantarán las manos para que aquellos proyectos sean aprobados en el Poder Legislativo. Explica Macri que ésta es la fórmula que encuentra para controlar al candidato, especialmente en aquellos temas que más hacen dudar (y hasta espantan) a los votantes neutros e indecisos. Esos que convertirán el domingo presidente a Milei o a Massa.

En esta explicación macrista entran entonces las dos principales ideas fuerza que el candidato de LLA lleva el domingo como propuestas para solucionar la sofocante crisis económica, financiera y cambiaria somete al país desde hace más de 10 años y que llegó a este final del 2023 a una situación casi terminal.

Señales al mercado

Se pueden interpretar las palabras de Macri, como un dardo tranquilizador a los operadores económicos de todo el país y el exterior, que ven en la insistencia irreductible de Milei de avanzar en la dolarización y la demolición del BCRA, como un futuro foco de crisis extrema de gobernabilidad en el país. Y la amenaza de rupturismo que puede traer al mantenimiento de esas ideas más allá de las elecciones del domingo, y el día después de una victoria.

El propio Milei aseguró hasta esta misma semana, que la dolarización y el BCRA no se negocian, y que forma parte del 10% de desacuerdos que el libertario reconoció que mantiene con la gente con la que negoció de JxC. El otro 90%, aparentemente, no tiene componentes económicos.

El Banco Central en la mira de Javier Milei en su lucha contra la inflación.

Hasta lo que se sabe y expresó el propio Milei, sus dos máximas se mantienen. Y tal como afirmó MDZ, el libertario ratifica que los dos proyectos de ley de ambas iniciativas serán enviadas al Congreso Nacional a horas de asumir la presidencia de la Nación (en el caso de vencer, obviamente), para que sean tratadas en lo posible antes de que termine diciembre y aprobadas entre enero y febrero en sesiones extraordinarias a las que llamará si es electo.

Afirma, además, que el mismo concurrirá al Congreso para convencer a diputados con cierta afinidad ideológica (todo el bloque de Juntos por el Cambio, JxC) de la necesidad de aprobar los dos proyectos. Sin cambios. Como eso no ocurrirá, Milei tiene pensado su plan B. El que tampoco es novedad, salvo por la insistencia del candidato y pese a que desde todos los frentes se le informó que se trata de una utopía política institucionalmente casi imposible de realizar.

Qué dice la Constitución

Milei, en el caso que no se aprueben las leyes, según los propios dirigentes que acompañan al libertario, ni siquiera están los votos para que los trate la futura Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados que actuaría como cámara entrante, quiere llamar a un referéndum para que en una consulta popular sea el ciudadano el que decida. Y que este referéndum se realice en el primer trimestre del 2024, cuando supuestamente Milei continuaría de luna de miel con los votantes, gozando aún de la estela triunfalista de la que gozan todos los presidentes electos. Inclusive, en su momento, Alberto Fernández. 

El Congreso Nacional será el eje de la disputa si el libertario quiere gobernar vía referéndum o consultas populares.

Sin embargo, institucionalmente, saben desde las filas de LLA que nada cambió. La posibilidad de un referéndum sigue siendo política y legalmente lejana de aplicar, aún para un jefe de Estado recientemente electo con apoyo popular. Concretamente, la Constitución Nacional, en su artículo 40 reglamenta las posibilidades de llamar a un referéndum o consulta popular en la República Argentina.

El texto exacto es el siguiente: " El Congreso, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley. La ley de convocatoria no podrá ser vetada. El voto afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nación lo convertirá en ley y su promulgación será automática.

El Congreso o el presidente de la Nación, dentro de sus respectivas competencias, podrán convocar a consulta popular no vinculante. En este caso el voto no será obligatorio. El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, reglamentará las materias, procedimientos y oportunidad de la consulta popular".

El primer párrafo habla de la inevitable intervención del Congreso Nacional en general y la Cámara de Diputados en particular, mencionando que es una alternativa posible y constitucional llamar a una consulta de un proyecto de ley (en este caso la dolarización y el cierre del BCRA), y, en este caso, su voto positivo lo convertiría inmediatamente en ley.

El problema surge cuando es el Congreso (Diputados, donde Milei está lejos de una influencia importante), el que no tiene ningún interés en llamar a una consulta popular. Ni siquiera de tratar esos proyectos. Si Milei insistiera, podría considerar la legalidad de un llamado a una consulta popular no vinculante, cuyo resultado (si fuera a favor de las ideas del libertario) no obligaría a los legisladores a aprobar la ley ni mucho menos, lo que podría derivar en una crisis directa entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Una situación que muchos dirigentes de JxC dicen que sería ideal para los intereses del actual oficialismo, al que ven desde la oposición como preparados para abrir frentes de crisis política terminales que jaqueen un eventual gobierno del libertario. Si venciera el próximo domingo.

Como se ve, es uno de los dos proyectos. El de Macri, que habla de una flexibilización de Milei cuando sepa que no tiene los votos para la dolarización y la demolición del BCRA en el Congreso. Y el propio libertario que afirma que llegará con las ideas hasta el fin. Y con una consulta popular de por medio. Una de las dos propuestas, en el caso de vencer Milei el próximo domingo, será la que prevalezca.