Cambios de gabinete

El rol del FMI ante la crisis del país y qué pasará con la llegada de Sergio Massa a Economía

En una semana que tuvo condimentos de todo tipo, con movimientos bruscos del tipo de cambio, hasta cambios en el área económica del gabinete, el economista Martín Rapetti, prevé un escenario recesivo con elevada inflación y leve crecimiento de la economía. Pero el Fondo apoyará y evitará la crisis.

Carlos Boyadjian
Carlos Boyadjian sábado, 30 de julio de 2022 · 09:01 hs
El rol del FMI ante la crisis del país y qué pasará con la llegada de Sergio Massa a Economía

La Argentina tendrá un comienzo de mes clave para el futuro económico inmediato. Julio terminó con un nuevo gabinete económico en ciernes, con la entronización de Sergio Massa como nuevo ministro de Economía, empoderado y con funciones también en agroindustria y el sector productivo, pero siempre al filo de la crisis. El tipo de cambio cerrando por debajo de los $300, luego de llegar a $350, pero con la misma agenda compleja que durante las gestiones de Martín Guzmán y Silvina Batakis. 

En este contexto, se impone seguir el plan económico del FMI para cumplir las metas pero en un escenario muy difícil de cara a los próximos meses. En diálogo exclusivo con MDZ, el economista Martín Rapetti, director Ejecutivo de Equilibra, aseguró que "el Fondo no va a ser el que empuje a la crisis a la Argentina". No obstante, pronosticó un escenario recesivo e inflacionario para lo que resta del año, con piso de 90% de inflación y crecimiento de sólo 1,5% a 2%.

El economista Martín Rapetti analizó lo que puede suceder.

- La semana pasada la ahora exministra de Economía Silvina Batakis estuvo en Washington y se entrevistó con el staff del FMI. ¿Cómo ve la relación con el organismo? ¿Seguirá habiendo apoyo?

- No hablé con ninguna de las dos partes, o sea que no tengo información de primera mano, pero por otras conversaciones que he tenido en otros momentos, mi sensación es que el Fondo está muy preocupado por la situación de Argentina. Durante el primer semestre del año, cuando todavía estaba Martín Guzmán como ministro, la política económica fue demasiado laxa y ahora para cumplir con los objetivos, tanto de reservas internacionales como de déficit primario y de emisión monetaria, va a haber que hacer una corrección bastante más brusca. Es lo que ellos querían hacer cuando se crecía el año pasado, pero ahora cambió el escenario. Entonces, ahora el FMI está muy preocupado porque hay que cumplir las metas en un contexto de mayor inestabilidad política y mayor incertidumbre. La corrección que tiene que hacerse de golpe en las variables puede ser dramática, hay preocupación por la situación social que se puede generar. 

-¿Hay preocupación por la situación social o porque ven que dentro de la coalición de Gobierno no hay apoyo?

-Por todo, social, política, ven que implementar lo que hay que implementar es costoso y difícil desde el punto de vista político y social.  

-¿Esto puede poner en riesgo, por ejemplo, las futuras revisiones trimestrales que que el Fondo va a seguir haciendo?

-Mi sensación mirando un poco la historia y viendo un poco cómo vienen estas negociaciones es que el Fondo no no quiere ser la persona que le suelta la mano Argentina. En general, si vos miras en el pasado, cuándo el Fondo le corta los programas vigentes a la Argentina es cuando la crisis es muy manifiesta y que sea ya nadie podría culpar al Fondo de haberlo empujado a la crisis. No va a ser el Fondo el que empuje a la Argentina a la crisis.

-¿Cómo ve el tema inflación, qué estimación tiene para este año?

-Teníamos un escenario que iba a ser recesivo y e inflacionario el 2022. Estamos viendo una situación inflacionaria, que va a tener hacia fin de año un piso de 90% y la actividad la estamos viendo en entorno de 1,5% o 2%.

-Es un escenario bastante complicado,90% de inflación no como promedio, sino como piso. ¿Esto supone que en algún momento podría estar en tres dígitos?

-Si hubiera una devaluación sí, pero si se da un salto discreto las chances de que no sea de tres dígitos, baja. También depende de cuándo ocurra el salto, si es en diciembre por ahí puede no llegar al 100%, claro. Tampoco estoy diciendo que necesariamente se vayan a dar. 

-Me preocupa este dato de actividad que si bien es positivo, es mucho menos de lo que se esperaba digamos y bueno, muchos analistas, están empezando a ver ya un segundo semestre con actividad golpeada.

-Nosotros arrancamos el año distinto a otras consultoras porque veíamos un escenario parecido a éste. Hasta ahora de todas maneras no estamos viendo en los números lo que preveíamos que iba a pasar. Veíamos esta recesión pero la veíamos antes, esperábamos la actividad más lenta ya en el segundo trimestre. No se dio, parece que hay una expansión respecto del primer trimestre y sí teníamos una contracción fuerte en el tercero. Eso sí creemos que va a pasar. 

Hasta acá la economía todavía, no da síntomas de contracción fuerte. Por ahí en julio puede ser pero todavía no hay datos para afirmarlo pero sí estamos previendo que va a pasar. 

-¿De qué depende dar un giro y que la actividad tenga un ritmo más normal, que se frene la inflación?

-Eso no lo veo, porque lo que tenés que poner en juego ahora para estabilizar la macroeconomía es recesivo. Ya sea devaluando o apretando fuerte el cepo a las importaciones eso deprime la actividad y y eleva la inflación.

-¿La receta que en momento podría aplicar el nuevo ministro para estabilizar  es hacer un ajuste y eso es recesivo?

-Lo que pueda aspirar el gobierno es que se ajuste recesivo sea lo más acotado en el tiempo posible y que sea lo suficientemente creíble como para que dentro digamos seis meses la economía pueda empezar a recuperarse, cosa que yo veo difícil. Yo soy muy escéptico, no veo realmente demasiado margen para una recuperación. Le digo por qué. Primero porque empieza un proceso recesivo, donde se acelera la inflación, donde como comentábamos antes se van a instalar dinámicas complejas desde lo político y lo social, lo cual afecta lo económico. 

Luego porque el mundo está entrando en una recesión. Eso se va a ver con más claridad sobre el fin de año y principio del año que viene. Entonces en ese texto y sobre la incertidumbre a mí me cuesta imaginar que en el 2023 tengas una recuperación.

-¿Ve también jugado el 2023?

-Bueno, no quiero decir que lo veo jugado. Digo que me cuesta ver un escenario de recuperación fuerte después del impulso recesivo que tiene que adoptar el Gobierno ahora. Me cuesta ver de dónde va a salir, porque porque va a tener un mundo hostil, o sea seguramente por lo que estamos viendo hoy precios de commodities más bajos, demanda externa más baja, costo del crédito más alto, menos apetito por por riesgo emergente y sobre eso, un gobierno que ya hemos visto con mucha dificultad para gobernar, con muchas internas al interior de la coalición, con un cuadro estanflacionario complejo y en los labores de un proceso electoral. Si miro toda esta batería de datos que me parece que van a formar parte de 2023, me cuesta ver de dónde puede venir un impulso expansivo en esa economía. 

-¿Lo que se espera de Vaca Muerta y el gasoducto puede de alguna manera estabilizarse el mercado cambiario?

-Eso puede ayudar. Más allá de la coyuntura complicada tengo optimismo respecto a Argentina, porque me parece que tiene muchos vectores de crecimiento potencial, Vaca Muerta es uno, la minería es otro, la agroindustria es otro, la economía del no tiene conocimiento, la propia industria manufacturera tiene espacio para expandirse. Creo que Argentina tiene mucho potencial de crecimiento, ahora en el corto plazo veo estas complicaciones y podría ser que si logras hacer el gasoducto antes del próximo invierno, cosa que es un gran signo de interrogación, sería un ahorro importante en términos de menores importaciones.

¿Cómo ves el panorama político, entrando en poco tiempo ya en modo electoral?

-Veo que a diferencia del otro período que era más o menos similar, que fue el 2014 2015, muchísima más incertidumbre en lo político que en ese momento. Lo veo desde el propio oficialismo como desde la oposición, no hay un liderazgo claro. En ese entonces había un liderazgo claro en el oficialismo, que era Cristina Kirchner, había dos candidatos, que eran Scioli y Randazzo, y en la oposición había dos claros candidatos que eran Macri y Massa. Hoy es un mar de candidatos. Lo político está muy bien cierto y eso contribuye también a que haya hablado de escepticismo hacia 2023 porque son otras las variables que está jugando. No sabemos muy bien cómo va a ser el próximo gobierno.

¿Estamos frente a una crisis profunda?

-La posibilidad de una crisis no es menor. Estamos caminando un sendero de filo de la navaja, Hay factores que pueden desencadenar una crisis de cualquier tipo. Ya tuvimos algún episodio de crisis de la deuda de pesos, podés tener un episodio de crisis cambiaría, que un poco estuvo reflejado en los dólares alternativos, y podés tener el riesgo de tener una crisis política o social. Todos esos elementos están ahí.

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