Tres formas de invertir el aguinaldo

Se acerca el cobro del aguinaldo y muchos trabajadores quieren convertirse en inversores para poder mantener el poder adquisitivo lo máximo posible, ya que la inflación parece no tener límites. A continuación, tres formas de hacerlo.

Cartera de corto plazo

Para quienes cobren el aguinaldo, pero tengan que pagar cuentas en los próximos días o semanas, lo mejor será colocar el capital en fondos comunes de inversión del mercado de dinero (FCI money market).

Estos vehículos de inversión invierten en depósitos a plazo fijo, cauciones y otros instrumentos que devengan intereses en el corto plazo. La particularidad es que permiten rescatar los pesos en el mismo día o al día siguiente, lo que sirve para gozar de una pequeña revalorización entre cada pago.

Es importante tener en cuenta que estos fondos no suelen vencer a la inflación, ni en el corto ni en el largo plazo, por lo que solo son recomendados para los ahorristas que necesitan del capital, tal como se mencionó anteriormente.

Cartera de rentas

Por otro lado, también es posible invertir el aguinaldo con una visión de mediano plazo y apuntando a cobrar una renta periódica en dólares.

En este caso, hay que armar un portafolio que esté compuesto tanto por obligaciones negociables como por Cedears. Mientras que los primeros instrumentos corresponden a deuda que emiten las empresas y que los inversores adquieren a cambio de una tasa de interés, los segundos son “porciones” de acciones del exterior que cotizan localmente en pesos y siguen la evolución del dólar CCL.

Los bonos reparten entre un 7% y un 8% anual en dólares y los Cedears de dividendos, entre un 2% y un 6% anual, aunque en este último caso también hay exposición a las fluctuaciones de precios diarias.

Cartera de crecimiento

A su vez, si se busca incrementar el aguinaldo con el paso del tiempo, lo ideal es destinar el capital a una cartera compuesta por acciones y Cedears que tengan un alto potencial de crecimiento, ya sea por sus bajas valuaciones actuales o por dedicarse a negocios innovadores.

Evidentemente, estos activos cuentan con muy alta volatilidad y solo son rentables en el muy largo plazo. Si se toleran estas características, entonces las ganancias pueden llegar a ser casi exponencial.

En este mismo portafolio, se pueden incluir algunas criptomonedas o criptoactivos. Al estar en plena fase de crecimiento, tienen un largo recorrido por delante, siempre y cuando estén vinculados a proyectos confiables y revolucionarios.