Opinión

Alquiler por vacaciones: cómo evitar estafas y sorpresas en la estadía

Especialmente en esta época, tener en cuenta algunas recomendaciones puede hacer la diferencia entre una estadía placentera o una colección de complicaciones que malogren el esperado descanso.

Mariano Gendra Gigena
Mariano Gendra Gigena lunes, 28 de noviembre de 2022 · 13:01 hs
Alquiler por vacaciones: cómo evitar estafas y sorpresas en la estadía

A medida que se acercan las Fiestas de fin de año y las vacaciones de verano, se acrecientan las búsquedas y reservas de propiedades para el alquiler en los distintos destinos turísticos del país. La primera advertencia para los interesados en acceder a un alquiler temporario apunta a una de las más habituales herramientas de búsqueda: Internet.

Aunque las maniobras realizadas allí por los estafadores son cada vez más conocidas y difundidas, no son pocos los consumidores que año tras año siguen cayendo en los engaños, que se multiplican alentados por tentadoras ofertas. Ésa es, precisamente, una de las principales señales de alerta: un valor muy por debajo de los precios del mercado debería hacernos sospechar.

También esas promociones imperdibles o esos grandes porcentajes de descuento ofrecidos por la cancelación del pago total antes de tomar posesión del inmueble. Lo barato terminará saliéndonos muy caro si detrás de la propuesta solo se esconde un fraude.

Las falsas publicaciones suelen valerse de fotos y textos tomados de fuentes reales, lo que puede hacernos confundir entre unas y otras. Lo recomendado es, en este caso, recurrir a páginas oficiales (como, por ejemplo, las Secretarías de Turismo locales, o las web municipales y provinciales, donde muchas veces figuran los prestadores habilitados), o bien a plataformas de alquiler temporario reconocidas (como Airbnb o Booking), evitando contactos más informales como los que se dan a través de las redes sociales.

Contar con la intermediación de alguna inmobiliaria de trayectoria puede ahorrarnos algunos inconvenientes. Pero si la intención es negociar directamente con el dueño de la propiedad es fundamental pedir documentación que acredite la titularidad del inmueble y buscar referencias.

Una pequeña investigación puede aportarnos la información que buscamos, y en este caso la tecnología será nuestra aliada. Google Street View nos permitirá chequear que la propiedad exista, se encuentre en el lugar indicado y se corresponda con las imágenes publicadas. Además, recabaremos información sobre el locador, incluyendo opiniones y reseñas de locatarios anteriores.

Buscar que los teléfonos y demás medios de contacto coincidan con los publicados en sitios oficiales es otra buena estrategia para sumar seguridad a la operación.

Resumiendo:

  • Sospechar ante ofertas demasiado tentadoras y grandes porcentajes de descuento por pago anticipado
  • Recurrir a páginas oficiales o plataformas de alquiler reconocidas
  • Recurrir a inmobiliarias de renombre
  • En caso de tratar directamente con el dueño, pedirle que acredite formalmente la titularidad del inmueble
  • Chequear mediante Google u otras herramientas online que los datos suministrados se corresponden con la realidad
  • Revisar comentarios y reseñas de usuarios respecto de la propiedad y del locador
  • Validar teléfonos y otros medios de contacto

Una vez constado que la oferta sea real, aún quedan algunos aspectos por considerar. Si se resuelve avanzar en la operación, es recomendable plasmar en un documento escrito las condiciones de alquiler (incluyendo días y horarios de entrega) y leerlas con detenimiento antes de ser firmado por las dos partes, a fin de evitar posteriores malentendidos o nuevos cargos producto de omisiones en el contrato.

Ya en la vivienda, controlar que los artículos disponibles coincidan con el inventario y registrar mediante fotos o videos el estado del inmueble tanto al ingresar como al retirarse, algo que será de utilidad en caso de tener que documentar cualquier reclamo. Estemos atentos y dediquemos algún tiempo a estas tareas. El esfuerzo adicional será bien recompensado cuando, por fin de vacaciones, podamos disfrutar de una estadía sin sobresaltos.

Mariano Gendra Gigena, especialista en consumo y transporte.