Economías regionales

Por precio y tendencia, crece el consumo de vino blanco y espumantes

Entre enero y agosto de este año, en Argentina mejoró la venta de vino blanco con fuerte tracción de los espumantes. Pese al contexto económico, en la categoría general las ventas se mantuvieron. Se contrajo, sin embargo, la venta de vino tinto.

Diana Chiani
Diana Chiani lunes, 3 de octubre de 2022 · 16:39 hs
Por precio y tendencia, crece el consumo de vino blanco y espumantes
Nuevas tendencias están cambiando los patrones de consumo en una industria clave para varias provincias.

Con clara tendencia inflacionaria y ajuste en el bolsillo de los argentinos, hasta agosto las ventas de vino han logrado mantenerse en el mercado interno. Entre enero y agosto se registró una suba de 1,3% en comparación con el mismo período de 2021.

Los datos son provisorios al 23 de septiembre y pertenecen al Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). En el mencionado lapso, se registró una baja de -2,2% en el consumo de vino tinto y una suba de 11,3% del blanco. 

En la comparación de agosto contra el mismo mes del año anterior, la tendencia general va en alza y cierra con cinco puntos arriba. Sin embargo, aquí son los espumosos los que levantan la vara.

Es que en “tipo de vino y color sin mención de varietal” la baja general es de 0,9 %, con 24,8% para los blancos y -7,8 % para los de color. Los espumantes, por su lado, registraron un salto de 68% en la comparación mensual, aunque partiendo de volúmenes mucho más bajos.

Mirada experta

Más allá de los datos provisorios y de que es preciso observar la película completa, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina y director ejecutivo del Fondo Vitivinícola –entidad que busca promocionar y hacer crecer al vino en el mercado interno- apuntó que los números muestran una suerte de empate; algo que lee de manera positiva en este contexto.

José Vargas, economista de la consultora Evaluecon, precisó que la mejora observada en el mercado interno tiene que ver con la situación observada hasta julio de 2022; mucho mejor en contraposición con la caída a partir de entonces. 

Los vinos blancos tuvieron un sólido crecimiento en lo que va del año.

“La caída en la actividad general desde julio se va a reflejar en el segundo semestre en el mercado interno de vinos”, expresó Vargas, quien estimó que la industria podrá compensar esta situación con una mejora en el comercio internacional, debido a la mayor demanda y a la cotización del tipo de cambio.

La incidencia del precio a la hora de comprar vino es un factor básico en el consumo; lo que ha sido advertido por los supermercados, que hoy suelen ofertar para que una botella de vino quede en torno a los $700.

Por otra parte, los blancos suelen ser más económicos y también un motivo más para inclinarse por ellos. Aunque clave en medio de la crisis, el costo no es el único motivador de compra.

Tendencias burbujeantes

“Hace ocho meses que venimos empatados ya que un punto arriba o abajo, puede ser casi una diferencia estadística", apuntó Villanueva y enmarcó los números en las tendencias globales de consumo que hace un tiempo se observan en torno al consumo del vino y del alcohol en general.  

Todo lo que es blanco viene en alza y hay una vuelta de los espumantes que se observa en todo el mundo a partir de un consumo desestacionalizado; entre otras cosas”, precisó Villanueva.

Así, ya no tan atados a las celebraciones de fin de año, cada vez más, los espumosos secos se ven como acompañamiento durante las comidas.

No es nueva la militancia del Fondo Vitivinícola a favor de la reconversión de la imagen del vino: más lejos de lo formal, del tinto o lo “invernal” a cambio de una mirada más fresca, joven y asociada con la primavera y el verano. 

Según el gerente de la Unión Vitivinícola, no es un capricho sino lo que marca el mismo consumidor que busca bebidas frescas, burbujeantes, dulces, que puedan mezclarse y tomarse con hielo.

“Empieza a aparecer una buena rotación en vinos blancos, dulces, cosecha tardía y burbujas”, destacó Villanueva. Y, aunque esto no siempre se traduce en mayor volumen, implica una tendencia que se ha reflejado en los datos del INV para el primer semestre. 

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