Malas señales de la región: la Bolsa argentina por ahora resiste
Los mercados latinoamericanos están alterados. Las recientes elecciones en Chile y Perú agregaron incertidumbre a inversores. Por si fuera poco, la amenaza de una suba de la tasa en Estados Unidos, siempre está presente. La Bolsa local, por ahora se mantiene indemne.
Justo cuando los mercados emergentes de América Latina estaban resurgiendo de la crisis provocada por la pandemia, ahora pasan a estar jaqueados por distintas situaciones, políticas y financieras. De fondo, las tasas en Estados Unidos marcan el rumbo de las cotizaciones, con operadores a la espera del dato de inflación de mayo que se conocerá este jueves, algo que puede determinar un freno súbito en los mercados emergentes. Pero a diferente de otros momentos cada país presenta una situación diferente, por lo que conviene repasar caso por caso y ver su interacción e impacto en la Argentina.
En primer lugar las elecciones en Perú fueron el comentario obligado entre los operadores de deuda de países emergentes. El enfrentamiento de un candidato cercano al chavismo como Pedro Castillo con Keiko Fujimori, más afín a la economía de mercado, había atraído toda la atención. El resultado sigue con final abierto con el 50,28% de los votos a favor de Castillo contra el 49,72% de su rival.
Las acciones de los bancos peruanos se negociaron con caídas de hasta 11% ayer ante la posibilidad de que Perú abandone una política económica que ya lleva varios años de prudencia monetaria y fiscal. Las mineras peruanas perdían 3%. El dólar trepó cerca de 3% contra el sol peruano. Su riesgo país es menor a los 200 puntos.
El de la Argentina oscila en torno a los 1.500 puntos. Muchos analistas resaltaron ayer el paralelismo de la elección de Perú con las PASO de la Argentina de agosto del 2019, cuando el triunfo de Alberto Fernández gatilló un desplome en las acciones y una suba del riesgo país. De todas maneras la magnitud de la caída fue muy diferentes, con el caso de Perú muy distante de alcanzar el nivel de derrumbe de la plaza local.
Para calmar preocupaciones sobre el futuro peruano, debe tenerse en cuenta que en la primera vuelta Castillo sólo obtuvo el 18% de los votos por lo que le será muy difícil contar con el apoyo del Congreso a reformar profundas que impliquen un acercamiento del país a políticas populistas. En paralelo, hay restan por contabilizar un millón de votos aproximadamente del exterior, por lo que el resultado final es incierto.
En Chile reina también la prudencia financiera. El incierto rumbo de Perú provocó una baja de más del 2% en las acciones de la Bolsa de Santiago. Esos papeles vienen de fuertes castigos tras el resultado de las elecciones para elegir los representantes que modificarán la Constitución chilena. Al día siguiente de los comicios las acciones perdieron casi 10%. La derecha no logró alcanzar el porcentaje deseado por los inversores, un tercio de los votos, por lo que quedó abierta la posibilidad de que se imponga una política fiscal más expansiva y lejos de la prudencia que siempre caracterizó al país vecino. Aquí también el final está abierto por lo que puedan definir en la nueva Constitución los representantes de partidos independientes.
En México se vivió una situación diferente. Andrés Manuel López Obrador perdió la mayoría calificada en la Cámara de Diputados lo que le pone un freno a las reformas constitucionales que pretendía efectuar el presidente mexicano para recuperar el control estatal del sector energético. El peso mexicano seguía en firme recuperación frente al dólar por este resultado eleccionario con acciones al alza.
El mercado argentino entonces se encuentra jaqueado por diferentes fuerzas. Igualmente la bolsa local está en firme recuperación. Las acciones de Brasil están en valores récords y el real en un máximo en el año. El Merval argentino acumula alzas de 11% en las últimas 6 jornadas. Las elecciones de medio término que se harán el 14 de noviembre serán determinantes para definir esta tendencia. ¿Hasta cuándo subirán los papeles argentinos? Difícil saberlo con las incertidumbres que siempre jaquean al país. Por lo pronto, el bajo valor en dólares de las empresas argentinas se impone a las dudas que aportan los países vecinos en lo político.