Negociación por la deuda

El incómodo encuentro de Martín Guzmán con un funcionario clave del FMI

El ministro de Economía se reunió con el enviado de Joe Biden. David Lipton tiene la llave para que Estados Unidos acepte la reducción de las tasas de interés en el acuerdo de Facilidades Extendidas. Sin embargo, Argentina lo señala como responsable de haber aceptado el Stand By firmado con Macri.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 13 de octubre de 2021 · 11:02 hs
El incómodo encuentro de Martín Guzmán con un funcionario clave del FMI
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Martín Guzmán tuvo ayer la reunión más importante de su viaje a Washington, donde el ministro negocia el acuerdo Facilidades Extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El funcionario se encontró con David Lipton; el norteamericano que, quiso el destino, fue clave en la gestión de Mauricio Macri. Fue él quien tuvo la llave del Stand By y habilitó la posibilidad de usar dólares para contener corridas durante el Gobierno anterior. Ahora es quien analiza la alternativa de reducir las tasas de intereses que aplica el organismo. Al propio Lipton es al que desde el kirchnerismo se lo quiere acusar penalmente de haber habilitado aquel préstamo a la gestión macrista.

Guzmán se reunió en el marco de la Asamblea Conjunta de Otoño del FMI y el Banco Mundial, donde el ahora asesor directo de la secretaria del Tesoro Janet Yellen, participa del evento como principal delegado embajador del Gobierno de Joe Biden. El economista de origen demócrata es la persona encargada por los Estados Unidos para representar al Ejecutivo norteamericano ante eventos económicos y financieros internacionales como los que se desarrollan en estas horas en la capital de EEUU. Y, además, el responsable de atender de primera línea problemas que otros países deban resolver con Estados Unidos. Como el argentino. Es Lipton, por ejemplo, quién le debe explicar con detalles a su jefa Yellen y, eventualmente, luego a Biden quién debería tomar la decisión final. Por ejemplo, si el board del FMI bajará o no del 4,05% al 1,05% la tasa de interés que se le cobrará a la Argentina en el Facilidades Extendidas. Seguramente habrá sido el tema fundamental del encuentro con Guzmán.

David Lipton, un funcionario clave que conoce como pocos el "caso argentino".

Mientras tanto circula un capítulo incómodo. La intención del Gobierno de avanzar en acusaciones serias y directas por la responsabilidad de los funcionarios argentinos y los las autoridades del FMI que firmaron el stand by de 2018, tiene a Lipton como protagonista fundamental. Si el caso avanzara y tuviera el aval del Fondo, el entonces número dos del organismo tendría que dar explicaciones sobre su intervención en la aprobación crítica que tuvo en aquellos tiempos. Lipton, militante demócrata, dejo su cargo de subdirector gerente en el FMI el febrero del año pasado. Fue reemplazado por su compatriota del Partido Republicano Seiji Okamoto, designado en el puesto por Donald Trump en uno de sus últimos actos de Gobierno. Lipton parecía tener un regreso a las huestes de Wall Street donde se formó y trabajó por décadas. Sin embargo un llamado de Yellen fue suficiente para que continuara con tareas en Washington, en este caso como asesor directo de la Secretaría del Tesoro en temas vinculados a la presencia de los Estados Unidos en los organismos financieros internacionales, incluyendo el FMI, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Club de París. Todos acreedores a los que el país les debe miles de millones de dólares de manera combinada.

Un mal recuerdo

La última vez que el economista tocó algún tema donde está involucrado el país no fue una buena experiencia. En agosto de 2018 Mauricio Macri enfrentaba una corrida cambiaria, con reservas más que débiles en el Banco Central. El Gobierno de entonces realizó un pedido oficial para que los dineros provenientes desde Washington ayudaran a la entidad que manejaba entonces Luis “Toto” Caputo a enfrentar la embestida. La idea era dar batalla con la estrategia de aportar todos los dólares que el mercado pidiera, con el objetivo de dar la imagen a los mercados que el Gobierno no vulneraría el derecho de los ahorristas de todos los niveles para acceder a las divisas. El pedido de la Argentina se enfrentó con la negativa radical Lipton.

El heredero ideológico de Anne Krueger se oponía militantemente a violentar el artículo VI de la carta orgánica del FMI, donde se explicita que “ningún miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital”. El técnico de Washington no formaba parte en las misiones del FMI que negociaron, avalaron y luego fiscalizaron el stand by, pero liberó de responsabilidades a sus colegas que sí participaron.

Macri llamó personalmente a Donald Trump para pedirle que presionara o habilitara al FMI para que le permita el uso del dinero del stand by para realizar política cambiaria. El norteamericano ni lo pensó. Llamó a su secretario del Tesoro Steven Mnuchin, que a su vez telefoneó a Lipton para darle la orden de obedecer a Macri si quería permanecer en su cargo. Lipton finalmente aceptó y firmó el permiso para que el país dispusiera de unos u$s6.000 millones para contener eventuales corridas cambiarias, con un límite diario de u$s250 millones, inaugurando una etapa de amplia salida de divisas, estabilidad cambiaria y de huida masiva de pesos del país ante la cercanía de las PASO del 11 de agosto de 2019. Es el mismo Lipton que ahora debe evaluar si conviene o no ayudar al país.

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