Alerta: la cuota UVA se dispararía 51% si se levanta el congelamiento
Si antes del 31 de enero el Gobierno nacional no prorroga nuevamente el congelamiento de las cuotas de créditos hipotecarios UVA, los valores sufrirán un aumento inmediato del 51% y las familias endeudadas quedará desprotegidas en medio de la crisis económica.
Si antes del 31 de enero el Gobierno nacional no prorroga nuevamente el congelamiento de las cuotas de créditos hipotecarios UVA, los valores sufrirán un aumento inmediato del 51% y las familias endeudadas quedará desprotegidas en medio de la crisis económica causada por la pandemia de coronavirus y en un contexto de aceleración inflacionaria y pérdida del poder adquisitivo.
Los créditos hipotecarios ajustados por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) tuvieron dos congelamientos desde que el país cayó en recesión en 2018. El primero, otorgado por el Gobierno de Mauricio Macri, mantuvo sin cambios el valor en pesos de las cuotas entre agosto de 2019 y enero de 2020; mientras que el segundo ocurrió a fines de marzo del año pasado, cuando la gestión de Alberto Fernández suspendió el proceso de normalización de ajuste mensual y dejó sin efecto nuevos aumentos.
La última aclaración del Banco Central, basada en un decreto de Jefatura de Gabinete, explica que el 31 de enero de este año vence el congelamiento, y hasta el momento, el Gobierno no ha dado muestras de querer extenderlo una vez más. En caso que se reimplanten las actualizaciones, la variación entre el pago de enero y el pago de febrero de la cuota UVA sería del 51 por ciento, debido al atraso acumulado, según publicó el portal Infobae.
En cuanto a la diferencia entre las cuotas que se pagaron durante los meses de congelamiento y el valor que se debería haber pagado en caso de mantener el mecanismo de ajuste estable, el BCRA aplicó la misma fórmula que la Anses con sus préstamos a jubilados y beneficiarios de planes sociales, y estableció que las deudas deberán se refinanciadas y pagadas al final del crédito original.
Así lo explicó el BCRA en noviembre pasado: “El valor mensual de las cuotas en pesos de los créditos otorgados en Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) se mantendrá sin variación hasta febrero de 2021 respecto de la vigente al mes de marzo del corriente año”, y recordó además que los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) 319/2020 y 767/2020 establecieron que las financiaciones ajustables por UVA deben cumplir tres condiciones:
- Las cuotas a pagar por los deudores hasta el 1 de febrero de 2021 no podrán superar el importe de la cuota correspondiente al mes de marzo de 2020.
- Las deudas por diferencias entre el valor de las cuotas de los contratos y las resultantes del congelamiento establecido desde marzo pasado (a raíz de los decretos 319 y 767) deberán ser refinanciadas para su pago a la finalización de la vida del crédito, “salvo indicación explícita en contrario del deudor”. Esto es, si por algún motivo la persona deudora prefiere saldar el crédito, puede acordar con la entidad crediticia respectiva la cancelación en fecha anterior a los plazos establecidos por las normas oficiales.
- Las deudas por falta de pago o pagos fuera de plazo que pudieran generarse hasta el 31 de enero del año 2021 deberán también ser refinanciadas para su pago a la finalización de la vida del crédito. En este caso, aclaró el BCRA, la entidad otorgante del crédito podrá aplicar intereses compensatorios, pero estos no podrán exceder la tasa de interés del préstamo original. Además, todas las diferencias generadas durante el congelamiento de las cuotas, falta de pago o pagos fuera de plazo, mantendrán su denominación en UVA y pasan al final del período.
Los créditos UVA fueron lanzados en 2016 durante la gestión de Federico Sturzenegger en el Banco Central: la idea era permitir el acceso a la vivienda propia, cotizada en dólares, mediante un crédito en pesos cuya cuota fuera inferior al valor del alquiler de una vivienda similar. La línea tuvo un boom durante 2017 pero los deudores empezaron a tener problemas tras los episodios de devaluación y salto de inflación que se sucedieron a partir de abril de 2018. Si bien el bien adquirido también aumentaba de valor, el brusco aumento de la cuota empezó a chocar con la evolución de sus ingresos.