Preocupación en Brasil por el cierre de las fábricas de Ford
La Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo y la Confederación Nacional de Industrias advirtieron que la decisión de la marca le sirve de "alerta" al país.
La Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), la patronal más influyente de Brasil, y la Confederación Nacional de Industrias (CNI) advirtieron este lunes que la decisión del fabricante de vehículos Ford de cerrar sus fábricas en el país sirve de "alerta".
Tanto la Fiesp como la CNI alertaron sobre la necesidad de emprender reformas, principalmente tributarias, con el fin de reducir el llamado "coste Brasil".
"La Fiesp ha alertado sobre la necesidad de implementar una agenda que reduzca el 'Coste Brasil', mejore el ambiente de negocios y aumente la competitividad de los productos brasileños", señaló la patronal en una nota oficial.
Para la entidad, la decisión de Ford de cerrar sus plantas en Brasil después de más de un siglo de actividad supone una "triste noticia para el país" y es "un movimiento que debe ser observado con atención".
Ello porque, según argumentó, la "alta carga tributaria brasileña" influye a la hora de tomarse decisiones, ya que el coste de cada automóvil producido en Brasil llega a doblar debido a los impuestos pagados por las empresas.
Fiesp consideró también que, a fin de atraer inversiones y generar empleos, es necesario "urgentemente hacer las reformas estructurales, bajar impuestos y mejorar la competitividad" de la economía brasileña.
En esa línea se pronunció también la CNI, que considera la reforma tributaria como una medida "prioritaria" para "la reducción del principal obstáculo a la competitividad del sector industrial brasileño".
"Entendemos que la decisión (de Ford) está alineada a una estrategia de negocios de la montadora. Pero el ambiente de negocios es uno de los factores que pesan en el momento de decisión sobre dónde permanecer y dónde cerrar", expresó en la nota el director de Desarrollo Industrial de CNI, Carlos Abijaodi.
Abijaodi consideró el cierre de las plantas como una "pésima noticia" no solo por tratarse de un momento de recuperación económica sino también por los impactos en la cadena productiva del sector automovilístico, "una de las más complejas de la industria brasileña".
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, igualmente consideró que el fin de la producción de Ford en Brasil sirve como una "alerta" tanto para el Gobierno como para el parlamento.
"Espero que esa decisión de Ford alerte al Gobierno y al parlamento para que podamos avanzar en la modernización del Estado y en la garantía de la seguridad jurídica para el capital privado en Brasil", expresó en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Según el diputado, el sistema tributario vigente en Brasil se ha vuelto un "manicomio en los últimos años, que tiene impacto directo en la productividad de las empresas".
Pero Maia consideró que la decisión de Ford demuestra también la "falta de credibilidad del Gobierno" encabezado por el presidente Jair Bolsonaro.
"El cierre de Ford es una demostración de la falta de credibilidad del Gobierno brasileño, de reglas claras, de seguridad jurídica y de un sistema tributario racional", dijo.
Este lunes, Ford anunció que en 2021 cerrará sus tres plantas de producción en Brasil como parte de una reestructuración de sus operaciones en Latinoamérica, que le va a suponer unos costes de 4.100 millones de dólares y que podría destruir a unos 5.000 empleos directos.
En un comunicado, el fabricante atribuyó su salida de Brasil a la "persistente capacidad ociosa de la industria y a la reducción de las ventas, resultando en años de pérdidas significativas".