Renegociación

Deuda: la nueva oferta del Gobierno se acerca a la de los bonistas

El gobierno nacional quiere concretar un acuerdo con los acreedores por la renegociación de la deuda y prepara una nueva oferta que estaría más cerca de lo pretendido por los bonistas, aunque éstos se mantienen en una posición inamovible. El mayor error del ministro Martín Guzmán.

Redacción MDZ
Redacción MDZ domingo, 7 de junio de 2020 · 10:00 hs
Deuda: la nueva oferta del Gobierno se acerca a la de los bonistas

El gobierno nacional quiere concretar un acuerdo con los acreedores por la renegociación de la deuda y prepara una nueva oferta que estaría más cerca de lo pretendido por los bonistas, aunque éstos se mantienen hasta ahora en una posición inamovible.

Este ofrecimiento, que el Ministerio de Economía comandado por Martín Guzmán califica como "definitivo", implica algunos cambios respecto a la oferta anterior: reducción del plazo de gracia, tratamiento especial para los intereses corridos con opción de emitir otro bono, y algunos ajustes a los cupones de intereses. Además no se descarta alguna eliminación o reducción de la quita sobre el capital de los bonos canjeables más cortos.

Con todo ello, el Ejecutivo nacional elevaría su oferta de los 47 dólares actuales a los 50, solo 5 dólares por debajo de los 55 que pretenden los acreedores, informó el diario Clarín.

El Gobierno pretende convencer a los bonistas enarbolando una bandera de "buena fe" y asegurando que no tiene ninguna intención de declarar oficialmente el default. Pero del otro lado, las posturas son más duras: sostienen que sus propuestas son "extremadamente generosas" respecto a los plazos y tasas de interés, teniendo en cuenta además la inestable historia financiera de un país que cayó en default dos veces en los últimos 20 años y que hace poco más de cuatro años regularizó su situación ante los acreedores externos.

Por ende, los bonistas no estarían dispuestos a aceptar la futura oferta del Ministerio de Economía.  “Le estamos ofreciendo tasas del 4,25% mientras a países con altísima calificación crediticia el mercado les pide 3%”, resumen.

El mayor problema de la Argentina, estiman analistas consultados por el citado diario porteño, ha sido la inexistencia de un plan económico que acompañe la oferta de deuda y muestre a los acreedores cómo hará el país para salir de su debacle, corregir las falencias macroeconómicas y garantizar el plan de pagos. "La sostenibilidad de la deuda depende de generar un programa económico consistente en lo fiscal y en lo monetario para bajar el costo de refinanciamiento y subir el crecimiento potencial. No ayuda mucho plantarse en una negociación por los 3, 4 o 5 dólares de diferencia en el valor presente neto de la oferta", señaló Federico Furiase, de la consultora Eco Go.

La credibilidad y consistencia del plan económico “post-canje” podría ser una variable decisiva en la resolución de la negociación. El Gobierno y los bonistas formulan sus propuestas tomando el mismo valor para una referencia clave: la tasa de salida o “exit yield” al 10%. Es decir, esa tasa indica cuánto rendirán en promedio los nuevos bonos del canje una vez que salgan a la cancha, al mercado secundario, y se puedan comprar y vender. Si se usa una tasa de salida menor, el valor de la propuesta (de los bonos) sube. A la inversa, baja.

En otras palabras, ambas partes imaginan que el riesgo país post-canje de argentina rondará los 1.000 puntos. Un número bajo en comparación a los 2.539 puntos de riesgo argentino de este viernes. Pero altísimo frente a los 334 puntos que rinde Brasil; los 268 de Colombia: los 218 de Uruguay o los 133 puntos de Perú. Estos países emitieron deuda, estas semanas, a 10 años y 30 años, en dólares, a tasas en torno al 3% anual.

"Para el caso de pasar de un valor presente neto promedio de 50 a 55, la diferencia que hoy estaría explicando las puntas entre Guzmán y los acreedores, mejorando el cupón promedio de 3.7% a 4.6%, implicaría ahorrar 4.700 millones menos de dólares de vencimientos de capital e intereses acumulados entre 2020 y 2028 (es decir algo así como 1% del PBI en 8 años) con legislación local incluida, no se puede arriesgar la macro por esa diferencia", señaló el analista económico.

Dado este escenario deseable, cabría preguntarse si Guzmán intentará hacer jugar la carta de la ganancia potencial de los bonos -que les devolvería a los bonistas parte de lo que estarían perdiendo al aceptar esta reestructuración- para que que los acreedores acepten la oferta argentina.  “Es fácil decirlo, pero hasta ahora Guzmán no ha hecho nada para ganarse la confianza de los acreedores”, resaltó Furiase.

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