La histórica alianza empresaria detrás del relanzamiento de un canal de TV

Hace una semana se relanzó en San Rafael el Canal 6 de TV, una señal histórica que en su nueva etapa lleva consigo la reaparición de una alianza empresaria que también tiene historia: la de José Luis Manzano con el grupo Álvarez.  Ahora buscan que ese canal tenga un nuevo impulso de la mano de un sector con amplia presencia mediática en el Sur provincial, pues también es propietario de la empresa de cable local y muchas radios.

Para el lanzamiento hubo un importante acto con autoridades provinciales, como el gobernador Rodolfo Suarez y el intendente Emir Félix.

La sociedad entre Álvarez, Manzano y las empresas que conducen no es nueva. Juntos fueron parte de varios negocios, entre ellos el de la energía eléctrica y el entramado de empresas petroleras con las que se triangularon concesiones otorgadas por la Provincia y que tuvieron como destino final la venta a YPF o sanciones por incumplimiento. En realidad se trataba de empresas con poco “trabajo petrolero”, pero mucho de manejo administrativo, político y financiero.

Alianza con historia

Canal 6 Telesur, “Televisora Río Diamante”, fue el primer canal de televisión abierta del Sur de Mendoza. En 1997 fue adquirido por el Grupo Vila, que lo gestionaba junto con canal 8 de San Juan y 7 de Mendoza. Tras un camino sinuoso, hubo un intento de venta a un empresario del Sur (Gustavo Mátar), operación que luego se cayó.

Ahora, con la señal en crisis, el Grupo Álvarez se hizo cargo de la gestión del canal junto a José Luis Manzano, socio también de los ex dueños de Canal 6, es decir el grupo América de la familia Vila.

Ambos han sido parte de otras sociedades. Álvarez controlaba la distribuidora Edemsa (la principal de Mendoza) y la dejó al mismo grupo Vila. Los negocios energéticos están encabezados por Manzano, con quien ahora son socios en Canal 6. Álvarez se hizo parte de Edemsa en 2004 y Manzano ingresó con Vila en 2006. No compartieron mucho tiempo ese negocio.

Pero siguieron vinculados al sector energético. En 2008 la provincia licitó áreas petroleras y le entregó 7 a dos ignotas empresas: Ketsal y Kilwer, ambas del grupo Vila – Manzano, sin historia en el mundo de la exploración petrolera y que también habían sido parte del ingreso a Edemsa.

Esas empresas no realizaron trabajo petrolero, pero sí un enorme negocio inmobiliario con los permisos. Y luego vino la asociación con el grupo Álvarez, pues se triangularon los permisos con la firma Energía Mendoza (de ese grupo) e YPF. A la postre la ahora empresa estatal es la que hizo las inversiones en las áreas que sí tenían futuro y también la que fue sancionada por la falta de inversión en el resto.

Las áreas quedaron para YPF, Energía Mendocina y el binomio Ketsal – Kilwer. En algunas áreas ociosas el negocio se trasformó en un problema para YPF. Es lo que ocurrió con San Rafael y Ñacuñan donde fue sancionada por falta de inversión. En otras, un gran negocio sobre todo para las empresas que llevaron los permisos.  Chachahun está en el paquete de licitaciones que fueron parte de la licitación y es una de las más prolíficas. La composición accionaria es así: 70% es de YPF (que es operador y pone la inversión), Ketsal S.A. el 10%, Kilwer S.A. y 10% y 10% Energía Mendocina S.A.