Personalidad y jerarquía: con viejos argumentos, Gimnasia se trajo un triunfazo de Santa Fe

Gimnasia y Esgrima ganó un partido durísimo, de candidato, ante Colón de Santa Fe. En un estadio difícil, ante un rival que no viene bien en el torneo pero que intenta recuperarse, casi obligado por su grandeza, y que llegó a este encuentro tras dos triunfos consecutivos, el Lobo ganó 2 a 0 con autoridad.

Fue, nada más ni nada menos, que en el debut de Ariel Broggi como DT. Tras la derrota con Temperley, la CD decidió echar a Ezequiel Medrán, de gran campaña pero quien no conformaba con sus formas. O, mejor dicho, con el estilo que intentó imponerle a su equipo.

Paradójicamente, este domingo el Mensana ganó con las mismas herramientas que lo destacan por sobre el resto desde el comienzo del torneo a esta parte. Ya sin Medrán, pero con Broggi, volvió el equipo al que le sobra personalidad y jerarquía.

Gimnasia no ganó con un juego destacado, no pasó por arriba a su rival, ni se lució desde lo futbolístico. Ganó con esas mismas virtudes que lo trajeron hasta este lugar. Porque, más allá de los buenos resultados, jamás fue un equipo brillante, pero si sólido y contundente. Como este domingo.

El Lobo manejó los tiempos. Jugó cuando pudo, lucho cuando fue necesario. No desperdició las chances que tuvo y así construyó con esfuerzo una victoria que le permitió llegar a las 43 unidades, las mismas que Chacarita, pero con un partido menos.

Es el punto de partida de un nuevo ciclo, el de Ariel Broggi. El desafío ahora será sostener las formas, el estilo. Si lo consigue, será un equipo que, más allá de que no le llene el alma a los hinchas más románticos, es gran candidato.