Presenta:

Un jugador de hockey de Australia decidió amputarse un dedo para llegar a los JJ.OO.: el motivo

Matthew Dawson, de 30 años, sorprendió al mundo con su historia a poco menos de una semana para el inicio de la cita olímpica.
El hombre de 30 años acumula 209 partidos con el seleccionado australiano. Foto: kookaburrasofficial
El hombre de 30 años acumula 209 partidos con el seleccionado australiano. Foto: kookaburrasofficial

Una nueva edición de los Juegos Olímpicos está a la vuelta de la esquina. El próximo viernes, 26 de julio, comenzará la competencia en el torneo que se desarrollará en París. Como suele suceder cada cuatro años, se conocen infinidad de historias de deportistas que dejan cosas de lado para participar de la cita.

En esta ocasión, quien se volvió viral por su particular decisión en la previa del certamen fue Matthew Dawson. El australiano, jugador del seleccionado de hockey sobre césped de su país, se prepara para lo que será el debut de su equipo ante los Leones (sábado 27 de julio desde las 8:15 -hora argentina-).

El australiano afrontará su tercer Juego Olímpico.

El hombre de 30 años sufrió una dura lesión en el dedo anular de una de sus manos la pasada semana y enfrentó un dilema que terminó cambiando su vida. Según contó en su charla con el medio 7News de su país, tuvo que elegir entre someterse a un tratamiento de entre cuatro a seis meses (que lo dejaba fuera de los Juegos Olímpicos) o amputarse la parte superior del área afectada (lo cual le permitía decir presente en París 2024).

“El jueves pasado, recibí un golpe con un palo de hockey en el dedo, bastante grave, y tuve que tomar una decisión rápida: tratar mi dedo con un clavo o cortar la primera falange. No tuve mucho tiempo para decidir, pero el cirujano me dio toda la información. El mejor escenario para mí era cortar la punta de mi dedo. Esto me daba una mejor oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos, en el futuro inmediato, pero también para la vida después”, contó Dawson.

Posteriormente, añadió: “Ya había tomado la decisión y luego llamé a mi esposa y ella me dijo: ‘No quiero que tomes una decisión apresurada’. Pero tenía toda la información que necesitaba para tomar la decisión. Espero que no me lleve demasiado tiempo volver a estar en forma”.

A la hora de revelar las consecuencias negativas que podría haber sufrido si elegía afrontar el tratamiento, sorprendió: “El médico no podía garantizarme que el dedo recuperaría plenamente sus funciones y probablemente habría tenido problemas a lo largo de toda mi vida, artritis en particular. Cortar la punta del dedo es un poco dramático al principio, pero era la mejor decisión a tomar. La operación habría sido más estética, porque mi dedo habría quedado entero, pero el hecho de que estuviera entero podría no haber sido una ventaja en absoluto”.