Boxeo: Kevin Muñoz se hizo fuerte y venció a Isaac Arias en la "Batalla de San Lorenzo"

Kevin Muñoz (16-1-0, 6KO) se recibió de boxeador profesional. Sí, ni más, ni menos, porque si bien venía teniendo buenas presentaciones dentro del campo rentado, a pesar de aquella fatídica noche de Luna Park ante Ángel Aquino, donde perdió por nocaut, necesitaba una pelea como la del sábado en Santa Fe ante el fajador venezolano Isaac Arias (11-1-0, 9KO).

Y la necesitaba para saber dónde está parado dentro del campo profesional y cuales son su aptitudes para poder planificar junto a su equipo el futuro inmediato: si se queda en el boxeo de cabotaje, como uno más, o si empieza a rumbear para el lado de las peleas internacionales, como debe ser y como, después de vencer por punto y en fallo unánime al venezolano, quedó demostrado que puede.

La pelea, en la que se coronó campeón Latino gallo de la Federación Internacional de Boxeo, no fue una pelea: ¡Fue un P-E-L-E-Ó-N! El mendocino mostró que es un boxeador completísimo en la ofensiva (con un gran bagaje de recursos) y que, además, en las que se ponen feas dentro del in-fighting aguanta y absorbe los golpes del rival.

"El Diamante" manejó los ritmos de combate llegando a tener períodos en los que metía combinaciones de hasta cuatro golpes sobre la zona baja y el rostro del por entonces invicto venezolano, quien en su afán de querer arrancarle la cabeza al mendocino, siempre quedó expuesto a las manos del hombre de Pablo Chacón.

Los tres primeros asaltos fueron un monólogo del actual campeón sudamericano supermosca. Fintas, entradas y salidas de la corta distancia, desplazamientos y un buen jabeo de izquierda para mantener lejos al rival fueron las claves de los nueve minutos iniciales de combate.

Aunque en el cuarto asalto fue donde Kevin se recibió de boxeador profesional. Cuando terminaba el round Arias metió un bombazo en forma de cross diestro sobre el parietal de un mendocino que quedó con las piernas flameando sobre el entarimado y que tuvo que apelar al oficio para no caer a la lona. Automáticamente se prendió del clinch para pasar esos fatídicos 8 segundos que faltaban para que sonara la campana.

Con Arias envalentonado y con la idea fija de arrancarle la cabeza a Muñoz en el cuarto asalto, aprovechando podría haber quedado flojo de reacción, Kevin sacó a relucir otra vez todo su repertorio. El jabeo de izquierda entraba profundo y laburaba sobre los errores de su rival para castigarlo, una y otra vez, sobre el rostro y con los ascendentes al cuerpo.

El punto máximo de esas acciones llegaron en el séptimo. Kevin Muñoz abrió la resistencia de Isaac Arias con el jab de izquierda y, tomando posesión del centro de la escena sacó un bombazo de derecha que impactó de lleno sobre el mentón del radicado en Colombia. Los pajaritos aparecieron, la lona lo esperaba, pero se amarró bien del clinch utilizando ese recurso una y otra vez hasta que se fue la vuelta.

A esa altura la pelea ya había dejado de serlo porque sobre el ring se celebraba una de las mejores batallas en lo que va del año en Argentina.

El octavo y el décimos round fueron los más claros de Arias (actual titular Latino silver gallo), producto de que Muñoz, a sabiendas de que en las tarjetas estaba claramente arriba, comenzó a regular las energías y así poder buscar el recambio de aire necesario para poder llegar a final de pelea con resto físico para cerrarlo o, bien, aguantar la embestida del foráneo, quien a esa altura solo podía apostar a una mano que nunca llegó.

Oficio, valentía, técnica y recursos sobre el ring fue algo que le sobró a Kevin Muñoz quien, tras la Batalla de San Lorenzo, se colgó su cuarto título como boxeador profesional, título que recibió el sábado por la noche.

¡Que venga el que sigue!