Maipú finalista: premio merecido a una campaña memorable

Muchas gracias Luciano Herrera por ese gol que te catapulta a la gloria. En realidad, muchas gracias a toda esta banda que hubo que googlear cuando arrancaba la temporada y que hoy está a solo 90 minutos de tocar el cielo con las manos.

Deportivo Maipú lo hizo posible señores y señoras. Luego de una campaña memorable el equipo que comanda Luis García volvió a amigarse con el milagro y con ese tanto agónico sacó pasaje para jugar el último partido de un año para recordar.

Lo del Cruzado es meritorio por donde se lo mire. Tuvo que bancarse pelear contra dos pesos pesados como lo fueron Chacarita e Independiente Rivadavia en una zona bastante peluda y jamás bajó los brazos. Si alguno creyó que iba a mancar en el desenlace de esa primera ronda, qué equivocado estaba.

Este equipo no fue el mejor de la zona solo por detalles y porque estuvo enfrente a un competidor que también fue una verdadera vorágine como la Lepra. Pero supo recuperarse aún en los momentos más difíciles y dio la cara en un torneo reducido tan complicado como inolvidable. Sacó a San Martín de San Juan en medio del Zonda, eliminó con solvencia a Temperley y volvió a paralizar corazones con esa definición agónica de Herrera.

García armó un plantel que se alistó de memoria y se afianzó con el correr de las fechas. Cozzani es una muralla, los cuatro de atrás fueron una muralla y garantía: Moyano, Agorreca, González y Ferracuti pero también tuvo en Coronel una garantía de recambio. Sambueza fue el cerebro, Manzur el fútbol, Montero la experiencia, Santi el salto de calidad y Herrera el desparpajo.

Queda un capítulo más. "Completamos el álbum de local", dijo en varios pasajes García. Ahora le queda la figurita más difícil.