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En España hablan del tabú que está dispuesto a romper Koeman en el Barcelona

El nuevo Barcelona del entrenador holandés arrancó con un sistema que no es necesariamente defensivo pero tiene mala prensa.

MDZ Deportes
MDZ Deportes lunes, 14 de septiembre de 2020 · 15:02 hs
En España hablan del tabú que está dispuesto a romper Koeman en el Barcelona

Ronald Koeman inició su etapa como entrenador del Barça rompiendo lo que durante veinticinco años ha sido un tabú: salió con un 4-2-3-1, no como recurso, sino como punto de partida. El dibujo con el que Holanda llegó con Ronald a la final de la Nations League y que, por ejemplo, utilizaba el Ajax que eliminó al Madrid y casi se planta en la final de la Champions. Un dibujo que, pese a que para muchos es sinónimo de fútbol de ataque (puede ser casi un 4-2-4), en el Barça es considerado un sistema sacrílego, porque el doble pivote se entiende como toda una declaración de intenciones defensiva, expresa el portal Mundo Deportivo.

Sin duda, a Valverde le habría gustado jugar un 4-2-3-1, su sistema preferido, en el Barça. No se atrevió, o dicho de una manera menos drástica, pensó que la plantilla que tenía estaba diseñada para jugar con un 4-3-3 y así se mantuvo, con tendencia al 4-4-2 en algunos partidos. Igualmente, Setién comenzó su breve etapa intentando un cambio de sistema. No buscó un 4-2-3-1, pero sí un 3-5-2. Al cabo de poco tiempo, se rindió igualmente al 4-3-3, sello de identidad c omo consecuencia de un éxito sostenido al cabo de los años, aunque la fórmula de las esencias original fue el 3-4-3, que el propio Cruyff retocaba en los grandes días.

El 4-3-3 ha sido el punto de partida del juego del Barça desde la etapa Van Gaal casi ininterrumpidamente, pero otros sistemas se han utilizado como recurso. Y uno de ellos ha sido el 4-2-3-1, pese a su mala prensa. El Barça de Guardiola, por ejemplo, alcanzó la excelencia con un 4-3-3 con Messi de ‘falso nueve’, pero a menudo cambiaba de sistema durante los partidos. Y uno de los que llegó a emplear es el 4-2-3-1. Poco, pero lo usó, siempre como recurso.

Otras veces, sin embargo, el 4-2-3-1 ha sido el punto de partida. Por ejemplo, Frank Rijkaard trató de imponerlo, con la idea de explotar el juego por los extremos. Era un proyecto nuevo y no resultó. La primera temporada de Rijkaard fue muy irregular hasta que, en el mercado de invierno, llegó Edgar Davids.

Rijkaard intentó instaurarlo, pero su Barça funcionó mejor con el 4-3-3... y Davids

Hasta entonces, Rijkaard había dispuesto un 4-2-3-1 con Xavi y Cocu, o Xavi y Gerard, en el doble pivote. La línea de tres mediapuntas, con Ronaldinho en el centro y, en las bandas, Quaresma, Overmars, Luis Enrique o Luis García. En punta, Saviola, aunque acabó quitándole el sitio Kluivert.

La llegada de Davids sirvió para dar consistencia a la media. Los primeros partidos, en el mismo sistema, con Davids junto a Cocu o Xavi. Hasta que Rijkaard mutó al 4-3-3, pasando a Ronaldinho arriba como falso extremo izquierdo. Y ahí se quedó, pero con un medio centro de perfil fuerte: Cocu y, más adelante, Márquez o Edmílson. Rijkaard venía del Milan, por muy holandés que fuese.

El Barça de Robson

La oposición al 4-2-3-1 viene de antes, del Barça de Robson. Era el primer año tras el despido de Cruyff y eso pesó, a pesar de ganar la Recopa de Europa y la Copa y de ser segundos en la Liga tras un Madrid que no jugaba competición europea y que fue eliminado por el Barça en Copa.

El doble pivote de Robson fue muy criticado, pese a los muchos goles de aquel equipo

En un Barça acostumbrado a la figura del ‘cuatro’ (del ‘seis’ en un 4-3-3), muy específica, Robson introdujo el doble pivote, formado por Guardiola y Popescu. Aunque, con cuatro monstruos arriba (Figo, De la Peña, Luis Enrique y Ronaldo), era un equipo muy ofensivo, practicaba un juego directo en lugar del ataque posicional típico. Por eso el 4-2-3-1 cayó en desgracia, aunque no sea un ataque al ADN.

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