La salud de Maradona

Solo, triste y sin comer: así fueron las horas previas a la internación de Diego Maradona

Diego Armando Maradona fue internado este lunes con un cuadro de anemia y deshidratación, consecuencia de una profunda depresión. Cómo fueron los últimos días del 10 que derivaron en su internación y preocupan a su familia.

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MDZ Deportes martes, 3 de noviembre de 2020 · 09:00 hs
Solo, triste y sin comer: así fueron las horas previas a la internación de Diego Maradona
Maradona estuvo el viernes en el Bosque y no se lo vio bien. Foto: Liga Profesional

Diego Armando Maradona fue internado este lunes con un cuadro de anemia y deshidratación, consecuencia de una profunda depresión, algo que preocupa a su familia y a sus seres queridos. Todo tiene un porqué y detrás de la internación de Maradona hay una historia que comenzó hace ya un tiempo.

El primer pozo depresivo de Maradona fue en junio pasado, según repasa hoy Infobae. En plena cuarentena por la pandemia de coronavirus, el 10 tuvo un bajón anímico por los conflictos familiares, sumado a sus problemas de salud ya que tras la operación de su rodilla derecha perdió movilidad. Además, los ansiolíticos y sus problemas con el alcohol jugaron un papel importante.

Su médico Leopoldo Luque lo motivó a recuperarse y reanudó su actividad física, acompañado de una dieta que lo hizo bajar varios kilos. Pero en las últimas semanas volvió a bajonearse. Nuevos roces familiares, tener que aislarse y quedarse prácticamente solo por estar en contacto estrecho con un caso sospechoso de covid-19 y la nostalgia por no tener a sus padres en su cumpleaños lo afectaron mucho.

 

A eso hay que sumar que la semana pasada se profundizó el desequilibrio en su dieta. Por la medicación que toma, le indicaron una dieta estricta que venía cumpliendo, pero por su estado anímico comenzó a saltarse algunas comidas, no tomó la cantidad de agua indicada por sus médicos y continuó con su rutina física, gastando energías que no estaba reponiendo con su alimentación.

 

El viernes, en su cumpleaños, el 10 vivió varias emociones. Estuvo con sus hijos Diego Fernando, Jana, Gianinna y su nieto Benjamín, y por la tarde, pese a las recomendaciones, pidió ir a la cancha ya que su equipo, Gimnasia, debutaba ante Patronato. Desde su entorno comentaron que tomó una dosis mayor a la habitual de su medicación porque estaba muy nervioso y ansioso.

 

En el estadio del Lobo estuvo apenas unos minutos, recibió un reconocimiento de la AFA y regresó a su casa. Allí vio el partido por TV y apenas terminó se fue a dormir sin cenar. El fin de semana las cosas no cambiaron y el lunes se encendieron las alarmas. Su médico lo vio mal y le sugirió la internación.

"No quiero estar un mes internado", fue la preocupación de Maradona. "Aparte tengo que dirigir el domingo", agregó en alusión al duelo entre Gimnasia y Vélez por la segunda fecha de la Copa de la Liga Profesional. Ahí entró en escena el doctor Luque: "Vení conmigo que el domingo no vas a dirigir, vas a jugar", le dijo.

"Yo le dije: 'Che, Diego, vamos a una clínica, tenés que estar mejor'. Me dijo: 'Dejame de hinchar'. Hasta que dijo: 'Bueno, vamos'. Es un chequeo general. Hay que estar tranquilos, Diego está bien, pero puede estar mucho mejor. Es una propuesta terapéutica que aceptó", concluyó el neurólogo.

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