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Los secretos de jardinería para que tu lavanda crezca el doble

Al seguir estos secretitos, tu lavanda crecerá el doble. Tendrás una planta más sana, con un color intenso y ese aroma que tanto buscas.

La lavanda puede vivir hasta 20 años en condiciones óptimas Foto: Shutterstock

La lavanda puede vivir hasta 20 años en condiciones óptimas Foto: Shutterstock

La lavanda perfecta sí está entre nosotros. Este arbusto, símbolo de paz y limpieza, solo necesita atenciones adecuadas. Es sencillo lograr que crezca densa, con ese color violeta profundo y un perfumazo con poco esfuerzo. Presta atención a estos secretos de jardinería para transformar tu planta.

Tu lavanda fuerte

La lavanda requiere, al menos, seis horas de sol cada día. Es su alimento primordial. Menos luz resulta en una planta débil, sin apenas aroma ni flores. Posiciona tu ejemplar en el sitio más soleado, sea una terraza, un balcón o una ventana grande. Asegurar la luz solar directa es el paso fundamental para su salud.

Estos son los abonos caseros perfectos para cuidar la planta de lavanda Foto: Shutterstock
Estos son los abonos caseros perfectos para cuidar la planta de lavanda Foto: Shutterstock
Estos son los abonos caseros perfectos para cuidar la planta de lavanda Foto: Shutterstock

El sustrato suelto es vital, pues la lavanda detesta el exceso de agua. Una mezcla ideal funciona con 50% de tierra de jardín o sustrato universal. Agrega 30% de arena gruesa para construcción y 20% de perlita. Este compuesto facilita que el agua escurra enseguida, manteniendo las raíces secas y aireadas.

El riego debe ser escaso, porque la lavanda tolera mejor la sequía que el ahogo. Proporciona agua solo cuando la superficie del sustrato esté completamente seca al tacto. Durante el invierno, las necesidades hídricas disminuyen muchísimo, casi a cero. En verano, el riego puede ser cada siete a diez días, dependiendo del clima.

La Lavanda es una planta muy resistente. Puede soportar agobiantes días de calor y temperaturas muy frías. Foto: Wikipedia
La Lavanda es una planta muy resistente. Puede soportar agobiantes días de calor y temperaturas muy frías. Foto: Wikipedia
La Lavanda es una planta muy resistente. Puede soportar agobiantes días de calor y temperaturas muy frías. Foto: Wikipedia

Elige la maceta

La elección de la maceta afecta directamente su desarrollo. Debe ser grande y, sobre todo, profunda, con orificios amplios para el drenaje. Un truco muy útil es colocar una capa de piedras, grava o trozos de teja en el fondo. Esto previene que las raíces se pudran por retención de humedad.

La poda es una herramienta poderosa que impulsa la floración. Después de que termine de florecer, recorta alrededor del 30% del follaje total. Este corte estimula la creación de ramas nuevas y hace que la planta se mantenga compacta. No temas usar las tijeras, este acto asegura una floración abundante la siguiente temporada.

La fertilización debe realizarse con cautela y en dosis mínimas. Aplica un fertilizante bajo en nitrógeno solo una vez durante la primavera. El abuso de nutrientes, especialmente los que tienen mucho nitrógeno, tiene un efecto negativo. Puede disminuir la intensidad del perfume y debilita la estructura general de la planta. Un consejo experto es elevar la maceta sobre una mesa, un banco o repisa. Esta acción mejora la circulación del aire alrededor de la planta.