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Ya se puede descargar el álbum virtual que convierte la exploración submarina del Conicet en un juego en familia

Investigadores y educadores unieron una transmisión en vivo desde el océano con un álbum para que niños y niñas aprendan jugando sin costo.

Con esta combinación de transmisión en vivo y fichas interactivas, el Conicet y sus aliados demuestran que la ciencia puede consumirse como un pasatiempo. 

Con esta combinación de transmisión en vivo y fichas interactivas, el Conicet y sus aliados demuestran que la ciencia puede consumirse como un pasatiempo. 

Conicet

Un equipo de científicos del Conicet, aliado con una iniciativa de educación ambiental, preparó una serie de láminas que retratan cada especie captada por las cámaras submarinas. Solo hace falta ingresar a la web oficial, bajar el álbum y repartir lápices de colores.

En plena transmisión que muestra en tiempo real el mundo bajo las olas frente a Mar del Plata, surgió una idea divertida: llevar esa aventura a una colección de estampas que los más chicos puedan descargar e imprimir.

La propuesta se aloja en el sitio de la agrupación que sigue el Talud Continental IV. Allí, cualquier adulto puede acceder a un paquete de figuritas digitales que muestran pulpos, peces y estrellas de mar. Cada imagen llega acompañada de datos clave: su nombre científico, un rasgo sorprendente y el lugar donde fue avistada. Así, la observación en línea se vuelve tangible.

Aprender jugando con este álbum virtual

Pero el álbum no se queda en la imagen. Cada ficha incluye un reto: colorear zonas del animal, responder una pregunta o imaginar una breve historieta. Con preguntas sencillas —¿cómo se mueve este pez?—, el conjunto invita a pensar como biólogos en miniatura. Estas dinámicas funcionan igual en una clase que en un living, y ayudan a que el aprendizaje sea divertido, sin sentir que se trata de una tarea.

ficha interactiva conicet
Esta ficha es parte del álbum interactivo del Conicet

Esta ficha es parte del álbum interactivo del Conicet

Muchos padres ya comparten sus historias en redes. “Lo armamos el fin de semana con mi hija, y terminamos hablando de conservación mientras pintábamos”, cuenta una mamá. Docentes de distintas provincias suman las estampas a sus proyectos de ciencias. El álbum digital funciona como excusa perfecta para detenerse un rato, explorar datos nuevos y armar un diálogo sobre el cuidado del planeta.

Una experiencia para toda la familia

La iniciativa surgió de la curiosidad de los propios investigadores por llevar el trabajo de campo a las casas. Su objetivo era simple: que la biología marina deje de ser un espectáculo lejano y pase a formar parte de la rutina cotidiana de los niños. El resultado es un recurso versátil, adaptable a cualquier contexto escolar o familiar.

En tiempos en que todo compite por nuestra atención, estas estampas recuerdan el valor de mirar con calma. Al completar la colección, los chicos no solo tendrán un álbum: habrán dado sus primeros pasos en la curiosidad científica. Será también un gesto de conexión con el océano, un mundo que late bajo la superficie y merece nuestro interés y cuidado.

Con esta combinación de transmisión en vivo y fichas interactivas, el Conicet y sus aliados demuestran que la ciencia puede consumirse como un pasatiempo. Y que, a través de un simple archivo descargado, es posible encender la llama de la exploración en cada hogar y cada aula.