Uspallata, la sede de quienes se resisten al avance de la minera San Jorge, como hace 17 años
Uspallata vivió este sábado una jornada distinta durante la audiencia paralela de San Jorge. La discusión volvió a las calles como hace más de una década.

En Uspallata también se llevó a cabo una audiencia paralela.
Marcos Ernesto García/MDZUspallata es el distrito más grande de Las Heras, es el último pueblo antes de cruzar a Chile, la parada obligada de turistas que visitan la alta montaña. Aunque la urbanización es pequeña -un centro cívico, una calle principal y un puñado de barrios- Uspallata es extenso.
Incluye bellezas como el cerro Siete Colores, los petroglifos en el cerro Tunduqueral, Paramillos, las bóvedas de Uspallata construidas en el siglo XVIII y los arroyos San Alberto y Uspallata.
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El camino hasta Uspallata es largo, son casi dos horas en auto desde la Ciudad de Mendoza dependiendo el tráfico. El tiempo se hace lento a 2000 metros sobre el nivel del mar y el silencio se escabulle entre las calles de tierra, arboledas y el galope de algún caballo. Según el último censo, viven 3.200 personas en la villa.
La principal actividad económica de Uspallata es el turismo. Restaurantes, bares, cafés, venta de regionales, locales de alquiler de ropa de esquí y empresas de excursiones colorean la calle principal y la ruta que va a Chile.
Una jornada atípica en Uspallata
Aunque los comercios abren temprano para recibir a los cientos de turistas que pasan en la temporada por Uspallata, ayer fue un día atípico: unas dos mil personas coparon la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, la avenida principal y las banquinas de la calles aledañas para participar de la audiencia paralela por el proyecto minero San Jorgeque busca instalarse desde hace casi 20 años a 37 kilómetros de la villa.
El panadero del pueblo estaba esperando la llegada de los participantes de la audiencia paralela con docenas de tortas fritas para repartir en el predio de la iglesia. Desde temprano, los asambleístas de Uspallata estaban ordenando el lugar, armando mesas, acomodando el sonido y preparando las fichas de inscripción.
“Siempre abrimos temprano, pero hoy va haber más gente, ya sabemos”, dijo la dueña de un carrito que desde las 9 estaba vendiendo panchos.
Banderas, música, una olla popular un poco más lejos, reposeras y largas filas de personas que llegaban hasta el cruce entre la ruta 52 y la avenida Las Heras obligaron a cortar una calzada de la calle principal. La fila no bajó su número hasta pasada la siesta porque seguían llegando participantes de la audiencia paralela por San Jorge. En total, los organizadores aseguran que fueron 2.500 personas las que asistieron al predio y llegaron a 3.000 con las que adhirieron de forma virtual.
La audiencia paralela
Cerca de las 11.30 comenzó la audiencia popular en el patio de la iglesia. Primero habló Federico Soria para dar la bienvenida, después fue el turno de Eduardo Sosa que explicó la metodología y finalmente, Marcelo Giraud dio los detalles técnicos del proyecto minero. El resto de los inscriptos se limitó a decir su nombre, el lugar de procedencia y manifestarse a favor o en contra del proyecto.
Entre los argumentos en contra del proyecto San Jorge expuestos por Giraud giraron alrededor de varios ejes: la ley 7722, la falta de participación de todos los municipios, los cambios en el ecosistema, el uso del agua y la contaminación.
“La ley 7722 está vigente y en 2021 la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor de la constitucionalidad de dicha ley, salvo la expresión 'y otras sustancias tóxicas similares' entre las prohibidas en su artículo 1. De ese modo, elimina la discusión sobre químicos como el xantato, el más utilizado para procesar sulfatos de cobre para obtener concentrados”, explicó Giraud en la audiencia.
También, aseguró que la Autoridad Ambiental Minera ha violado el artículo 5 de la Ley 7722 porque no convocó a todos los municipios que se encuentran abajo sobre la cuenca del río Mendoza a participar del procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
Además, en su discurso aseguró que la actividad minera cambiará para siempre el ecosistema porque dejará un gran hoyo que llegará a tener 1.700 metros de largo, 950 metros de ancho y 350 metros de profundidad.
Marcelo Giraud se remitió a los informes de la empresa y de la Fundación de la UNCuyo y aseguró que según los datos, el agua del arroyo El Tigre no alcanza para el funcionamiento del proyecto minero y que no se han tenido en cuenta los años de sequía para hacer los cálculos.
En cuanto a la contaminación, especificó en números sobre las toneladas de escombros que quedarán como pasivo ambiental y la posible llegada al pueblo de sustancias tóxicas a través de los vientos. Además, de la falta de un modelo del peor escenario posible en el que el dique de cola falle y el agua contaminada llegue a sectores habitados.
La audiencia paralela terminó con una manifestación pacífica por las calles de Uspallata custodiada por la Policía de Mendoza.
Caravanazos y lucha histórica
A la audiencia paralela llegaron participantes de toda la provincia -Malargüe, San Rafael, Valle de Uco, San Martín y Gran Mendoza- la caravana ocupó varios kilómetros de la ruta y se sintió con cánticos y bocinas cuando ingresó al pueblo.
No fue el primer caravanazo. Durante las últimas semanas se hicieron al menos 7 en Uspallata organizados por la asamblea del agua local y la participación de vecinos y comerciantes de la zona.
Esta no es la primera vez que el pueblo de Uspallata se levanta ante la inminente puesta en marcha del proyecto minero San Jorge. Desde 2008, los vecinos se resisten y tienen dudas sobre los controles para evitar la contaminación del agua del valle, que a su vez alimenta al río Mendoza.
Es que ese año, el proyecto minero San Jorge presentó un Informe de Impacto Ambiental que fue aceptado para su evaluación. En 2009, se abrió la consulta pública y en 2010 se aprobó el Informe de Impacto Ambiental.
A partir de ese momento, comenzaron las asambleas, reclamos y presentaciones. Por la presión social, en 2011 la Legislatura rechazó de forma unánime la Declaración de Impacto Ambiental logrando la suspensión del proyecto.
Este año, la empresa minera volvió a ingresar un Informe de Impacto Ambiental y los ambientalistas volvieron a las calles. En enero hubo conflictos violentos entre una marcha en contra de la minería y una a favor que terminó con asambleístas detenidos e imputados.