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¿Una Coca Cola "más saludable"? La verdad sobre las gaseosas y los riesgos ocultos

El consumo de gaseosas en Argentina cada vez crece más y los especialistas continúan recomendando el agua como la mejor opción para cuidarse.

 Nutricionista advierte sobre los riesgos del consumo de gaseosas.

 Nutricionista advierte sobre los riesgos del consumo de gaseosas.

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Trump anunció un acuerdo con Coca Cola para cambiar su fórmula en EE.UU. y eliminar el jarabe de maíz de alta fructosa. Esto reabrió la polémica sobre los efectos de las gaseosas. Luisina Capone, licenciada en Nutrición y especialista en clínica metabólica, analizó en MDZ Radio sus riesgos, más allá del tipo de endulzante utilizado.

"No es un producto que haga bien en ninguna circunstancia", afirmó Capone desde el inicio. Sobre el jarabe de maíz —usado en EE.UU. pero no predominante en Argentina— explicó: "Es un endulzante accesible para la industria, pero no es la fructosa natural de la fruta. Provoca elevación de azúcar en sangre, triglicéridos, depósito de grasa en el hígado y obesidad". Además, alertó que "alteran el sabor, predisponiendo a mayor consumo de azúcar".

Escuchá la entrevista completa de MDZ Radio:

18-07-2025 - UNS -LUISINA ANDREA CAPONE - Lic en Nutrición Mat 1464

En Argentina, la fórmula de Coca-Cola utiliza azúcar común, aunque combinada con otros edulcorantes. Sin embargo, la profesional fue contundente: "Da igual si es azúcar, jarabe o edulcorantes no calóricos como el aspartamo (presente en Coca Zero). Todos son nocivos. El aspartamo, por ejemplo, altera la microbiota intestinal y la percepción del dulzor natural".

Sobre la falsa dicotomía entre versiones "light" y tradicionales, Capone aclaró: "No hay que elegir una como 'menos mala'. Ambas elevan el riesgo cardiovascular, y la Zero incluso tiene más cafeína".

Cambio de hábitos y consumo infantil

La especialista destacó un cambio preocupante: "Antes las gaseosas eran para ocasiones especiales; hoy desplazaron al agua en las mesas. Las encuestas muestran que los argentinos están menos hidratados y consumen más bebidas azucaradas".

Sobre los niños, enfatizó: "Hay que cuidar su umbral dulce. Si evitamos exponerlos a sabores artificiales, les costará menos llevar una alimentación saludable", y remarcó la importancia del ejemplo adulto: "No podemos pedirles que dejen las gaseosas si nosotros las seguimos tomando".

Finalmente, recordó que el jarabe de maíz de alta fructosa "está en muchos ultraprocesados dulces, desde galletitas hasta yogures", pero insistió en que el problema de fondo es el consumo habitual: "El eje debe ser moderar cualquier gaseosa, sin demonizar un ingrediente específico".

Con rigor científico y sin alarmismos, Capone cerró con un mensaje claro: "No se trata de prohibir, sino de reducir la frecuencia. El agua debe ser la base de la hidratación". Una reflexión relevante en un país donde, según datos oficiales, el 60% de la población tiene exceso de peso.