Un padre y su hijo se reencontraron en Mendoza tras 15 años de búsqueda y una prueba de ADN
Dante (57) y José (92) se reencontraron gracias al trabajo conjunto entre el Programa de Identidad Biológica y el Laboratorio de Huellas Genéticas Digitalizadas.

Dante y José se reencuentran tras confirmarse su vínculo por ADN
Poder Judicial Provincia de MendozaCon profunda emoción, Dante (57) y José (92) vivieron un momento que habían soñado durante más de una década: pudieron fundirse en un abrazo que parecía imposible. La escena, protagonizada en el Laboratorio de Huellas Genéticas del Ministerio Público Fiscal, cobra sentido gracias al Programa de Identidad Biológica “ACERCATE” y al trabajo conjunto entre la Dirección de Derechos Humanos y el Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas (RPHGD).
La búsqueda comenzó cuando Dante -que vive en San Martín-, movido por el deseo de conocer a su progenitor, decidió someterse a una prueba de ADN en mayo pasado. Sin saberlo, su padre biológico vivía a pocos kilómetros de distancia, en La Paz, tras haber formado una familia desconociendo que su hijo seguía con vida. José creía que Dante había fallecido, según le habían informado en un intento anterior de contacto. La prueba de compatibilidad genética, cotejada con la extensa base de datos del RPHGD, devolvió un resultado positivo que transformó sus vidas.
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La ciencia y la ley al servicio de la identidad
Mendoza se destaca como pionera en la búsqueda de vínculos biológicos. Desde 2013, la Ley N°8.611 estableció la creación del Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas (RPHGD), y en 2019 la LeyN°9.182 puso en marcha el Programa Provincial de Búsqueda Familiar, de Identidad Biológica y Origen Socioafectivo. Estos instrumentos legales permiten no solo apoyar investigaciones criminales, sino también “identificar y favorecer la determinación del paradero de personas extraviadas, desaparecidas o fallecidas”.
Según Miguel Marino, director del (RPHGD), “en términos estrictamente técnicos y científicos, utilizamos y analizamos otro tipo de marcadores genéticos y de mayor cantidad. Esto hace que el caudal de trabajo para una confirmación de este tipo sea mayor y eso se traduce en más tiempo también”. Gracias a esta rigurosidad, casos como el de Dante y José pueden cerrarse con certeza y humanizar el proceso de reparación.
Emoción compartida y nuevos proyectos familiares
Para José, este reencuentro representa la culminación de un anhelo largamente postergado. “Yo tengo nietos y sobrinos. Y lo importante de eso es que los hijos acompañaron en todo momento. Más allá de la primera vez que fueron a entrevistarnos a casa”, confió, agradeciendo el apoyo de su esposa y el resto de su familia, que recibió a Dante con los brazos abiertos.
Dante, por su parte, narró que recibió la noticia mientras cortaba leña. Al enterarse de que su muestra había dado positivo, “sintió su alma congelada” ante la certeza de que, después de quince años, las cuentas con la vida estaban finalmente saldadas. “Dios quiera que la gente llegue a saber todo esto para que lo hagan y se reencuentren y puedan saber sus orígenes”, expresó conmovido.
Este caso refuerza la importancia de la alianza entre la ciencia forense y las políticas públicas de Derechos Humanos, y brinda esperanza a quienes aún buscan reconstruir su historia familiar.