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Silvio Soldán: "Tengo más horas en cámara que nadie en la televisión argentina"

Silvio Soldán repasó su carrera, recordó momentos de la radio y la televisión, y sorprendió con su deseo de volver con un programa de tango en Buenos Aires.

Silvio Soldán.

Silvio Soldán.

Agustín Tubio / MDZ

El gran Silvio Soldán visitó la redacción de MDZ con su inconfundible simpatía y repasó una vida dedicada a los medios. Entre recuerdos, anécdotas y reflexiones, habló de sus comienzos, el detrás de escena de programas históricos y su amor por Buenos Aires.

Figura entrañable de la cultura popular argentina, Silvio Soldán es sinónimo de televisión. A sus 90 años, sigue luciendo esa voz que lo convirtió en ícono. En una charla distendida con MDZ, se animó a mirar hacia atrás y compartir los momentos más significativos de su carrera.

Mirá la entrevista completa a Silvio Soldán

Entrevista a Silvio Soldán

- Silvio bienvenido, celebrás el día del locutor, el día del actor, el día del presentador... estás en todas.

- Yo creo que soy la persona con más horas en cámara de la televisión argentina. Feliz Domingo eran ocho horas semanales durante años. Hice "Sábados Continuados", "Volver Pregunta" y muchos más. Sumando todo, no creo que haya alguien con más presencia en vivo que yo.

- ¿Cuánto había de rating en esos programas históricos?

- Se hacían 30 y pico, 40 puntos de rating. Pero era otra cosa, solo había cuatro canales. La audiencia se va diversificando, pero los miércoles era cenar en casa con " Grandes valores del Tango". Fui el pionero en el arte de animar programas largos y diversos, pero también supe reinventarme. Cuando el rating bajaba un punto, sabíamos qué hacer: dúos, tríos, cruces de géneros. Invitábamos rockeros a cantar tangos, o folcloristas, y siempre funcionaba.

- Una de tus facetas artísticas fue escribir canciones que perduraron en el tiempo.

- Escribí canciones con Sandro, Chico Novarro y Horacio Guaraní. Gané siete festivales de la canción, pero nadie lo sabe. El autor está relegado. Sin autor no hay obra, pero nadie te lo reconoce.

- ¿Cómo era presentarle una idea a Alejandro Romay?

- Recuerdo cómo convencí a Alejandro Romay de transformar Grandes Valores del Tango. Le pedí hacer un programa con más ritmo y humor. Acortamos los tangos, sumamos cómicos, fusionamos estilos. Funcionó, y Romay lo aceptó. Hoy eso no pasa. Vas con una idea y te atiende un gerente que solo recibe órdenes. Es la diferencia de trabajar con dueños como Alejandro Romay o Ricardo García, si había un problema, golpeabas la puerta y hablas con el dueño. Hoy, los que mandan están en otro país y ni los conoces.

"Hacíamos 40 puntos de rating"

Hacíamos 40 puntos de rating

- ¿Te gustaría volver a la pantalla chica?

- Me gustaría hacer un programa de tango. No con la pretensión de antes, pero sí algo en vivo, con alegría. El tango tiene melancolía, sí, pero también puede ser festivo.

- ¿Tu vida profesional también incluye la radio, no?

- Mi paso por la radio también me dejó una huella. En una etapa de gran éxito en Radio Mundo, decidí renunciar en solidaridad con dos locutores despedidos injustamente. El vicecomodoro los echó por algo ridículo: una tapa de inodoro rota. Yo le dije que si ellos se iban, yo también. Me prohibieron en todas las radios y tuve que pedir perdón a un General para volver. Pero lo volvería a hacer. No podía mirar para otro lado. Ese gesto me costó un lugar en la radio, pero también me valió el respeto de mis colegas. Los oyentes nunca supieron lo que pasaba tras bambalinas. Ellos solo escuchaban un programa impecable. Pero por dentro, pasábamos momentos muy duros. Mi retorno fue con "Soldán, esquina tango", que rápidamente se convirtió en un éxito. Me llevé conmigo a todo el equipo y hasta los anunciantes. El programa anterior no sobrevivió.

- ¿La profesión te regaló muchos amigos?

- Sí, pero lamentablemente, por razones cronológicas, ya se fueron muchos de ellos. Yo vivo mucho más que otros. Siempre fueron casi todos. Casi todas las semanas recibís una noticia. Yo abro el diario y uno por semana, cada 15 días, se me va un amigo. Ya me quedan muy pocos de aquella época.

- Silvio, ¿cómo te llevas con el paso del tiempo? ¿Salís a caminar, comer sano, no fumás?

- Maravillosamente bien. Yo creo que el tiempo no pasa, se queda en mí, que es peor. Deje de fumar en el año '78. Luego volví al trabajo. Tomo cosas frías.

- Entre otras virtudes del querido Silvio Soldán es escribir poemas. ¿Y le escribiste un poema a tu querida ciudad de Buenos Aires?

- Yo soy, yo soy del interior, soy santafesino, de un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe. Pero quiero entrañablemente a esta ciudad.

"Buenos Aires es el fuelle de Pichuco. El talento de Mariano es el tango mano a mano. La voz de Carlos Gardel es el pincel de Quinquela, son los versos de Centella, la inolvidable Mirella y Piazzolla con Ferrer.

Buenos Aires es la música de Charly, su bigote bicolor son las pinturas porteñas de Cacho de Buenos Aires. Es la tarde futbolera, la magia de Maradona, la calidad de Riquelme y Palermo haciendo un gol.

Buenos Aires es el gran Guillermo Vilas. Es el ritmo de la pienso. Es el Colón con Julio Bocca, Armando Bó con la Coca.

Buenos Aires es un cacho de Fontana, es el quíntuple corriendo y el bypass de Favaloro son las románticas canciones de Sandro, Estela Arrabal y la reina de la tele. La estelar Mirtha Legrand.

Buenos Aires es un pasado de gloria y un futuro indefinido. Es para el mundo una puerta que siempre estará abierta. Es Tinelli, Videomatch es la revista porteña y el recuerdo permanente del domingo estudiantil.

Buenos Aires es la crítica certera a los gobiernos de turno con monólogos filosos del glorioso Tato Bores. Es la gracia improvisada del genial Alberto Olmedo. Es Aguante Los Redondos y casarse con Galán.

Buenos Aires son las calles con mil baches. Y para colmo de males, los obreros estudiantes no te dejan circular. Es la maestra irreverente de Los Angeles de Sueiro, la virginidad de Wanda, Susana, los dinosaurios y Jacobo y no Gral.

Buenos Aires es ciudad de celulares, es bebida, es movida culturales. La aparición de los ring, de los bingos y las trompadas de Ringo estaba con Luis Sandrini del carril y grandes valores. Es un vivo haciendo el verso y el buen cine de Darín.

Buenos Aires es bailando por un sueño donde el sueño poco importa y el brillo es el conventillo y la excelsa egolatría de un jurado de vedettes.

Buenos Aires es ver colgadas de un caño en baile prostíbulo a mujeres sin careta que tiraron la chancleta.

Buenos Aires son los barrios opulentas junto a villas de emergencia. Son piqueteros violentos, con capuchas en la cara, con garrotes que intimidan y que asustan de verdad.

Buenos Aires. La moral y la indecencia van tomados de la mano, marcando la decadencia del pobre género humano. El villano es el decente. Hoy el poli es delincuente y hasta el juez es el corrupto. ¿Dónde iremos a parar?

Buenos Aires. Vos sos la Reina del Plata, quien le espera cantar en la voz del imbatible. No hay locales visitantes aquí todos son los dueños que alimentan entre sueños la quimera de vivir en Buenos Aires. Es, por todo lo antedicho, una fragua en que se funden el talento y la basura. Generosos con la usura, la verdad y la mentira. El pasado y el futuro. Y la realidad amarga de este mundo. Del revés.

Buenos Aires".

¿Cómo te llevás con el paso del tiempo?

¿Cómo te llevas con el paso del tiempo?

-Muchas gracias Silvio, qué placer escucharte.

-A mí me encanta la poesía. Te podría decir 40 poemas esta tarde. Sería maravilloso para mí.