Presenta:

Parálisis cerebral: ojos que hablan mientras el Estado decide no mirar

Ana Clara es comunicadora social, tiene parálisis cerebral y usa sus ojos como mouse mediante un dispositivo. Los ataques en discapacidad que dañan la inclusión.

Ana Clara Gómez es tunuyanina, vive con parálisis cerebral y cuenta la importancia de defender el sistema de salud para mejores condiciones de vida en discapacidad.

Ana Clara Gómez es tunuyanina, vive con parálisis cerebral y cuenta la importancia de defender el sistema de salud para mejores condiciones de vida en discapacidad.

Lucas Gómez/ @lucasgomezteani

Ana Clara Gómez es una joven de 28 años de Tunuyán con parálisis cerebral. Es comunicadora social y tiene un fuerte compromiso con la defensa de la rehabilitación e inclusión. Su testimonio refleja una vida dedicada a superar barreras y visibilizar las necesidades de las personas con discapacidad, en un momento donde el sector enfrenta brutales recortes y desfinanciamiento.

Ana Clara Gómez (2)
Ana Clara en medio de un paisaje típico del Valle de Uco, fotografiada por su hermano Lucas.

Ana Clara en medio de un paisaje típico del Valle de Uco, fotografiada por su hermano Lucas.

Ana Clara Gómez y su familia son parte de la pelea por la sanción de la Ley de Emergencia en Discapacidad, que generó múltiples movilizaciones en todo el país y que finalmente el pasado jueves 10 de julio el Senado de la Nación aprobó junto a un paquete de leyes que incluye moratorias previsionales y aumento en las jubilaciones. Pero los ataques no cesaron y el mismo jueves el presidente Javier Milei anunció que vetará el conjunto de medidas e incluso estaría dispuesto a llevar el tema a la Justicia para que no avance. Eso está por verse.

Educación y proyectos en un sistema que no acompaña la inclusión

Ana Clara, la mayor de tres hermanos, eligió estudiar Comunicación Social en un terciario de La Consulta, adaptando el ritmo de cursada a sus necesidades. "En dos años hice el primero de la carrera, en dos el segundo y en dos el tercero", explicó. Durante ese período, editó su libro "Soy Ana Clara" y brindó charlas en bibliotecas e instituciones.

Embed - Mendoza. Social 2017. Presentación Libro: "Soy Ana Clara" por Ana Clara Gómez

Así fue la presentación de su libro en 2017 en el Le Parc. A mano derecha está Laura Jasinski quien "era mi terapista ocupacional, con ella empezamos a escribir pequeñas historia de mi vida y fuimos diseñando el libro". A la izquierda de Ana Clara la fonoaudióloga Alicia García Zamora.

Actualmente Ana prepara su participación en el Tercer Simposio de Comunicación Asistiva en Buenos Aires. Sin embargo, su lucha por acceder a tecnología esencial —como el dispositivo Tobii que usa a préstamo— refleja un problema mayor: la dificultad de muchas personas con discapacidad para obtener herramientas vitales debido a trabas burocráticas y falta de políticas públicas efectivas.

libro-clara-gomez-700x846.webp
Portada del libro de la autoría de Ana Clara Gómez.

Portada del libro de la autoría de Ana Clara Gómez.

Tecnología y autonomía en riesgo

El sistema Tobii, que le permite comunicarse y trabajar mediante el seguimiento ocular, es clave para su autonomía. "Mi mouse son mis ojos", afirmó. Pero su situación no es aislada: en Mendoza y otras provincias, organizaciones de discapacidad han denunciado recortes en pensiones, demoras en entrega de medicamentos y falta de acceso a dispositivos básicos.

Alrededor de 200.000 personas con discapacidad en Argentina podrían perder sus pensiones por ajustes presupuestarios. Mendoza no es ajena a esta situación y es por eso que familias, pacientes y trabajadores exigen respuestas ante el desmantelamiento de programas de inclusión.

La importancia de la rehabilitación en un sistema en crisis

Ana Clara destacó el rol de los centros de rehabilitación en su vida: "Si ellos no están, perdemos calidad de vida". Sin embargo, estos espacios —como muchos en el país— enfrentan recortes y desinversión. "Todos somos necesarios en este sistema humano y superador", insistió, en un llamado a valorar un servicio que no solo atiende a niños, sino también a adultos con secuelas de ACV, accidentes o enfermedades degenerativas.

"Con rehabilitación algunos podemos lograr mucho, otros lograrán menos. Pero sin rehabilitación es casi una condena y es muy difícil para nosotros y nuestra familia. Ni hablar si no tenés dinero", comentó Ana Clara a este medio poniendo de relieve la brecha de clases en una problemática que atraviesa a todos los sectores. "Mi familia no es de clase alta. Mi mamá es docente y mi papá trabaja en los ratos libres. No tengo dudas de que sin cobertura y sin rehabilitación estaría encerrada en mi casa".

Un reclamo colectivo

Su historia se enmarca en un contexto donde el sector de la discapacidad alza la voz contra políticas que profundizan la exclusión. "¿Quién puede decir que nunca tendrá un ACV o un accidente que deje secuelas? Quien lo niega no tiene idea de la vida", cuestionó Ana Clara recordando que la discapacidad es una condición que puede tocarle a cualquiera.

El jueves 10 de julio, el Senado de la Nación aprobó la Ley de Emergencia en Discapacidad junto a un paquete de leyes que incluye moratorias previsionales y aumento en las jubilaciones. Sin embargo, pocas horas después, el presidente Javier Milei anunció públicamente que vetará todo ese conjunto de medidas. Incluso adelantó que, si fuera necesario, llevará el tema a la Justicia, lo que pone en duda la aplicación efectiva de la norma recientemente sancionada.

Mientras avanza en sus proyectos, su lucha personal se entrelaza con la de miles que exigen derechos, acceso a la salud y tecnología, y un Estado que no sólo responda sino que no ataque sus aún insuficientes conquistas. Su mensaje es claro: la inclusión no es un privilegio, sino un derecho que no puede depender de ajustes económicos.