Fue al cementerio y le habían robado el ataúd

Por estos días, la Policía de Santiago del Estero se enfrenta al desafío de descubrir quién se llevó un ataúd del cementerio La Piedad. Y no solo eso, porque el cuerpo que estaba adentro tampoco aparece y la familia del muerto hizo una denuncia para que se investigue la situación.

Los Brondo están indignados. Flavio, uno de los hijos, fue a ver la tumba de su papá -muerto hace 5 años- y se encontró con que en el nicho correspondiente no había nada. Alguien se llevó la tapa de mármol, y el espacio está vacío. Ni féretro, ni cadáver, ni nada. 

En consecuencia, se radicó una denuncia y la causa quedó a cargo de la fiscal Silvia Jaime. El diario El Liberal informa que durante una de las últimas visitas de Flavio -antes de que se declara el aislamiento obligatorio- el muchacho notó que una de las tumbas de la necrópolis había sido profanada. Y lo que parecía una realidad lejana terminó tocándolo de cerca.

Algunos roban las flores, otros el mármol y hasta hay quien hace plata vendiendo a los muertos

Se conjetura que la pandemia puede haber favorecido las irregularidades en el camposanto. Al prohibirse las visitas, el lugar estaba desierto: panorama propicio para efectuar robos.

Se sabe: la sustracción de elementos en los cementerios es una actividad tan lucrativa como ilegal. Dependiendo de la calidad de los vigilantes, suelen merodear esos ámbitos sujetos que se roban las flores y las revenden; otros se hacen con el mármol y hasta hay quienes comercializan trozos de los difuntos, que terminan sirviendo de "trabajo práctico" para los estudiantes de medicina.

La vida se termina con la muerte. El afán de lucro no.