El futuro de la causa

Caso Aliaga: ¿qué pasará con las imputaciones y la tesis del secuestro?

Luego de que el juez declarara que la causa debe pasar de la Justicia Federal a la ordinaria; querella y fiscalía apelaron, mientras la defensa cuestiona toda la investigación. ¿Seguirá considerándose que hubo un secuestro? ¿Y qué implican las nuevas imputaciones contra los cinco detenidos?

Facundo García
Facundo García viernes, 2 de octubre de 2020 · 16:51 hs
Caso Aliaga: ¿qué pasará con las imputaciones y la tesis del secuestro?
Resonante El caso es uno de los más resonantes de los últimos años.

Se trata, probablemente, del caso del año. Diego Aliaga comenzó siendo un desaparecido: ahora se sabe que fue asesinado. También hubo vaivenes en lo institucional, porque lo que arrancó como una averiguación de paradero pasó a la Justicia Federal para investigarse como secuestro extorsivo, y ahora podría volver a los tribunales provinciales debido a que el juez Marcelo Garnica considera que el expediente está fuera de su competencia. Paralelamente, hay nuevas imputaciones. Y como se dice en el barrio, el río viene revuelto

Por eso es útil desmalezar algunas ideas. Una muy común es que si la causa pasa a la Justicia provincial se dejará de considerar que Aliaga fue secuestrado y se investigará a Diego Barrera (50), Bibiana Sacolle (46), Gastón (28) y Lucas Curi (26) y Yamil Rosales simplemente por homicidio. No es así.

La Ley determina ciertas características que justifican la permanencia de estas investigaciones en el fuero federal. Entre otras: la existencia de una organización delictiva destinada a cometer secuestros extorsivos, la multiplicidad de ilícitos cometidos en distintas jurisdicciones, o bien la participación de miembros de las Fuerzas de Seguridad.

Para el juez, el caso debería pasar a la provincia

El fallo que Garnica firmó el 22 de septiembre considera que no están acreditados esos elementos y argumenta por qué, al tiempo que admite que aún resta mucho por indagar. El magistrado subraya que si bien en el caso se ha respetado la "priorización federal", "no se verifican circunstancias que justifiquen su mantenimiento" en ese ámbito. El secuestro, en todo caso -y según su punto de vista- debería investigarse en la Unidad Fiscal de Homicidios y Violencia Institucional del Ministerio Público Fiscal de Mendoza.

La decisión fue apelada por la querella, representada por el abogado Jaime Alba; y por la fiscalía que encabeza el fiscal Fernando Alcaraz. Desde el Ministerio Público, de hecho, habrían cambiado las imputaciones a raíz del hallazgo del cuerpo de Aliaga.

Y la defensa, por su parte, puso en cuestión casi todo lo actuado al denunciar que la incomunicación por 48 horas de cuatro de los cinco imputados había sido una medida ilegal. Lo dicho: río revuelto. 

Moretones

El hecho de que los pesquisas hallaran el cuerpo del empresario enterrado en un descampado de Costa de Araujo el pasado 10 de septiembre le dio un giro al asunto. Con esa evidencia, más otra que se sumó a las más de 1400 fojas que tiene el expediente, el fiscal Alcaraz analizó el cambio de carátula. En el nuevo escenario, los imputados arriesgan perpetua.

Jaime Alba, el abogado querellante, cargando el expediente.

La imputación sería por secuestro coactivo, es decir apresar a una persona "con el fin de obligarla a hacer o no hacer algo". Esto porque se cree que durante el cautiverio se intentó que el ex aduanero firmara algunos traspasos de propiedad en favor de sus agresores. Así se explicaría la cantidad de golpes que su cuerpo tenía distribuidos -"de forma anárquica", según los forenses- por todas partes.

Sacolle y Barrera, imputados.

Esta imputación está agravada por la participación de tres o más personas. Pero como además hubo un llamado telefónico pidiéndole a Gonzalo, el hermano de la víctima, un millón de dólares, se sumaría la acusación de secuestro extorsivo seguido de muerte; más el homicidio agravado por premeditación y en grupo, a lo que se añadiría que le robaron y lo liquidaron con alevosía, porque la víctima no podía defenderse. Una verdadera colección de ilícitos. 

Todo lo anterior, sin embargo, queda redactado en potencial a raíz del aún no resuelto conflicto vinculado a la competencia o no de los Tribunales Federales. La Cámara de Apelaciones Federal tendrá que resolver la disputa. 

Si el caso continúa donde está, cabe preguntarse si el antecedente de que la fiscalía haya apelado una decisión tan importante del juez podría traer cola. "Mirá: es un sistema acusatorio. El que maneja la línea de investigación es pura y exclusivamente el fiscal, con ayuda de la querella. Lo que hace el juez es garantizar que las medidas que pueda pedir el fiscal estén ajustadas a derecho", aclaró una fuente especializada a MDZ. "Lo que puede pasar si hay cortocircuitos es que el juez te rechace alguna medida pedida por el fiscal. Sin embargo no creo que eso ocurra entre Alcaraz y Garnica", anticipó.

El caso

El 28 de julio, Diego Aliaga (51) y su "socio" Diego Barrera quedaron en encontrarse en Bandera de Los Andes 9846 (Rodeo de la Cruz, Guaymallén), donde habían planeado montar una clínica para personas discapacitadas.

Desde temprano pasaban cosas en ese enorme predio. A las 7 llegó Barrera. A las 8.22, las cámaras tomaron a dos sujetos que se arrimaron a la vereda, revisaron los alrededores y regresaron adentro como controlando el entorno. Llegaron más vehículos. Y entre las 8.36 y las 8.42, ingresó una combi Mercedes Benz Sprinter de color anaranjado que será una clave.

Aliaga arribó a la cita a eso de las 9.50. Entró, pero nunca se lo vio salir. Lo que sí salió es la combi anaranjada donde -según la hipótesis de la fiscalía- puede haber estado Aliaga, ya reducido por sus captores.

Ese vehículo atravesó Guaymallén y se metió en la Cuarta por la Rotonda del Avión, ocultándose en un garaje ubicado sobre calle Jujuy al 840 (Cuarta Sección, Ciudad). Es el espacio donde se guardaban los rodados de la empresa "Solcito", que es administrada por Barrera y su familia.

El garaje de la calle Jujuy.

Es probable que Aliaga haya permanecido encerrado allí. Sea como fuere, el 30 de julio a las 12.56, mientras Gonzalo -el hermano de Aliaga- estaba haciendo la denuncia por la desaparición, alguien se comunicó con él por teléfono y con "una voz que parecía fingida" le exigió "un palo verde" a cambio de la liberación del empresario.

Por alguna razón no volvieron a llamarlo. Aliaga fue asesinado y trasladado al campo Lavallino, hasta donde llegaron luego los efectivos policiales y representantes de la Justicia Federal. En la causa hay cinco imputados que permanecen detenidos.

  • Colaboración: Jorge Caloiro.
  • Para aportes y comentarios, puede escribir a fgarcia@mdzol.com
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