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Mi psicólogo es una inteligencia artificial: los riesgos para la salud mental

La disponibilidad constante, el anonimato y la ausencia de costo explican por qué tantos usuarios optan por plataformas con Inteligencia Artificial en lugar de acudir a especialistas.

Alertan por el uso de chatbots como reemplazo de psicoterapia

Alertan por el uso de chatbots como reemplazo de psicoterapia

Imagen generada por IA

El hecho de escuchar acerca de que cada vez más personas están utilizando plataformas de inteligencia artificial cómo si fuera un psicólogo, en vez de asistir a psicoterapias tradicionales, fue uno de los acontecimiento que me llevaron a escribir sobre esto.

De hecho, a pesar de que se cree que el uso más frecuente de Chatbots consiste en realizar búsquedas, según un estudio de la revista Harvard Business Review, la terapia ocupa el primer lugar en el top 10 de los principales usos que se les da. Incluso estos ya tienen nombre propio y se los conoce como "Therapybots". Quienes más usan estos servicios oscilan entre los 18 y los 30 años, y los argumentos para elegirlos son la disponibilidad 24 horas, la gratuidad y también el anonimato.

La inteligencia artificial reemplaza psicólogos y pacientes

El segundo hecho fue que en el marco de una terapia de pareja que estaba impartiendo, cuando uno de los consultantes, al compartir una tarea que les pedí. Al leerla, parecía tan bien elaborada al hablar de lo que sentía y necesitaba que sonaba demasiada perfecta. Sin que yo dijera nada, intervino ella, que lo conocía bien, y dijo: “Eso no lo hiciste vos, eso es inteligencia artificial”. A él no le quedó otro remedio que reconocerlo.

Diría que estos dos primeros sucesos me llevaron al deseo de investigar sobre la temática y grabar un episodio sobre para mi Podcast “HDP Hora de Pensar”, para lo que, con fines de investigar que sucedía, mantuve una conversación con ChatGPT exagerando situaciones, manifestando que me sentía mal, que estaba triste, solo, sin ganas de salir de mi hogar y sin relaciones sociales a quienes recurrir.

usos de la inteligencia artificial

Aunque cada vez le explicaba que me sentía peor y le decía que lo que me compartía me parecían recomendaciones generales buscando que en algún momento me dijera: “Tenes que pedir ayuda urgente” o “Tenes que recurrir a un profesional de la salud mental”, costó mucho trabajo que lo hiciera, como si su objetivo fuera que permaneciera en la plataforma sin darse cuenta de la gravedad de lo que le estaba compartiendo y de las posibles consecuencias.

Un estudio de la Universidad de Stanford reveló que, en situaciones de crisis, los chatbots actuaron inapropiadamente, ofreciendo respuestas que podrían facilitar conductas de riesgo y omitían reconocer emergencias. Alrededor del 80 % de las personas usan inteligencia artificial sin ser conscientes de ello.

Cuánto usamos la inteligencia artificial

La IA está presente en casi todas las aplicaciones y dispositivos que usamos frecuentemente para facilitar tareas de la vida cotidiana. Hay variadas plataformas de IA, la más utilizada es ChatGPT que cuenta con 700 millones de usuarios activos semanales en agosto de 2025 y 190.6 millones de usuarios diarios en 2025.

Ahora bien con todos sus avances, al punto tal de que por momentos nos resulte irreal toda su potencialidad, ¿puede entonces la inteligencia artificial reemplazar o emular a una terapia brindada por un psicoterapeuta de carne y hueso?

Emulación o reemplazo: el vínculo entre la inteligencia artificial y el hombre

Emular es acercarse, aproximarse lo más posible. Es como cantar una canción de Queen entendiendo que por más parecida que sea la versión y el tono de voz nunca nadie lo va a hacer igual que Freddie Mercury. Lo mismo sucede con la psicoterapia impartida por una persona. La inteligencia artificial por algo es artificial, porque sus respuestas son generales y parecen sacados, en el mejor de los casos de Libros de Autoayuda, cuando no de Revistas de chismes que a veces suelen compartir tips del siguiente estilo: “10 maneras de superar la ansiedad”, “¿Qué hacer si tu pareja te dejó?” o “Según el animal que eres en el horóscopo chino este será tu año”.

En esto no considera la especificidad de cada caso y sus particularidades, por lo que allí radica lo que nos distingue como profesionales de la salud mental: el poder abordar la singularidad de cada paciente y además poder repensar nuestras intervenciones entre sesiones e incluso supervisarlas con otros terapeutas, buscando y adaptando las mismas según lo que pensemos puede servir a la persona que consulta.

Además, al menos hasta ahora, resulta imposible para la IA responder no solo a lo que se dice sino a cómo se dice, al lenguaje corporal, al tono, a lo que se calla, sabiendo nosotros que esos silencios definitivamente tienen significado. En el mismo sentido, en general, los chatbots suelen ser absolutamente condescendientes y tratarnos siempre felicitándonos o apoyando lo que decimos como una forma de que sigamos allí, mientras que una psicoterapia funciona porque muestra a la persona aquellas cosas que no quiere ver y aceptar, incluso produciendo frustración o enojo al encontrarse con sus sombras y hacerse responsable de sus acciones en vez de ser complacientes.

Para qué sirve la inteligencia artificial en salud mental

Ahora bien hay algunas cuestiones para las que la IA puede ser un excelente complemento e incluso darle excelencia a la psicoterapia, como la realización de entrevistas y diagnósticos preliminares con el control y las indicaciones de personal capacitado para nutrirla de los prompts adecuados para dicha tarea. También ayuda para realizar psicoeducación, seguimiento entre sesiones, recordatorios, ejercicios e incluso se sabe que el futuro de la psicología pasará por la creación de equipos híbridos, formados por psicólogos que estén asesorados por inteligencias artificiales que, a su vez, estén supervisadas por humanos, de forma que estén garantizado que las intervenciones sean seguras y éticas.

Cómo conclusión quisiera dejarles la reflexión de que por más sofisticada que sea, la inteligencia artificial, siempre estará limitada a procesar datos y patrones. Quizás pueda, en cierta forma, simular empatía y ofrecer recursos, incluso acompañar en la soledad, pero nunca podrá sentir, razonar ni implicarse en la complejidad afectiva de un encuentro humano en cambio la psicoterapia no se reduce a técnicas ni a respuestas correctas: es un espacio de vínculo real, donde un otro con historia, sensibilidad y presencia se implica en la transformación del paciente. Esa intersubjetividad —la experiencia de ser mirado, comprendido y sostenido por alguien auténticamente humano— es irremplazable. Carl Gustav Jung dijo alguna vez: "El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman".

*Mauricio J. Strugo, Lic. en Psicología MN 41.436, Sexólogo Clínico (IG:@elpsicologoysexologo)