La alimentación emocional: comer por tristeza, ansiedad o estrés ¿es hambre?
Nutricionista analiza cómo las emociones distorsionan nuestra alimentación y afectan la salud: "El hambre no es selectivo; el emocional sí y es urgente".

No sólo comemos para nutrirnos. ¿Qué es la alimentación emocional? Foto: Shutterstock
En su columna semanal en MDZ Radio 105.5 FM, la nutricionista Lorena Narpe abordó el fenómeno de la alimentación emocional, destacando su impacto en la salud física y mental. No sólo comemos para nutrirnos, "muchas veces comemos por diferentes circunstancias, por ejemplo, la parte cultural, la historia que tiene cada uno", explicó Narpe.
Emociones vs. hambre real
Narpe definió la diferencia clave entre el hambre fisiológico y el emocional: "Hay un montón de emociones que no las podemos gestionar [...] tratamos de calmar, por ejemplo, estamos nerviosos [...] con comida". Advirtió que esto puede manifestarse en dos extremos: "Podemos llegar a comer en exceso o no comer", lo que deriva en consecuencias para la salud: "Nos podemos enfermar".
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Señales de alerta y origen
La especialista señaló indicadores para identificar el problema: "El hambre emocional es selectivo: va a ser algo dulce, algo salado pero es como urgente". Además, vinculó este hábito con aprendizajes tempranos: "Siempre hay una historia y suele venir desde la infancia". Destacó casos en niños y niñas donde la ansiedad lleva a "comer mucha cantidad y puede desarrollar problemas como una obesidad".
Narpe enfatizó la necesidad de buscar alternativas para la ansiedad que no sea la alimentación emocional como "llamar a un amigo, ir a caminar". Para casos complejos, recomendó trabajo interdisciplinario: "Psiconutrición, donde están la psicóloga y la nutricionista [...] porque tiene que haber un trabajo para descubrir por qué hay ansiedad". Alertó sobre riesgos si no se aborda: "Podemos tener un trastorno de la conducta alimentaria o alguna patología".
Consecuencias físicas y sociales
La nutricionista mencionó efectos inmediatos: "Si como rápido [...] puedo tener malas digestiones, que me caiga mal la comida". También reconoció el vínculo cultural y los múltiples significados en un país como Argentina donde "los festejos son con comida". No obstante, recalcó: "Se puede volver preocupante cuando tapamos emociones con comida". Narpe agregó un dato importante: "El momento de darte cuenta es cuando vas a ir a abrir la heladera y ya sabés que no te va a llenar ningún alimento".