Inteligencia Artificial en las aulas: más que tecnología, una oportunidad histórica
La Inteligencia Artificial llega a las aulas como una herramienta que transforma la enseñanza y abre una oportunidad única para repensar la educación.

La Inteligencia Artificial generativa abre la puerta a la personalización del aprendizaje.
Archivo MDZLa inteligencia artificial llegó a las aulas y nos ofrece una oportunidad histórica: transformar cómo enseñamos y aprendemos. Sin embargo, en la educación enfrentamos una pregunta crucial: ¿será la IA una aliada del aprendizaje auténtico o simplemente otra distracción tecnológica?
La clave no está en preguntarnos si debemos usarla, sino en cómo hacerlo de un modo que potencie la enseñanza. La IA no debe reemplazar el pensamiento crítico de nuestros estudiantes, sino impulsarlo hacia nuevos niveles de complejidad. En carreras como la educación empresarial, por ejemplo, los alumnos pueden ensayar negociaciones con chatbots que simulan escenarios profesionales o documentar sus interacciones con la IA para reflexionar sobre lo que aprendieron y las decisiones que tomaron.
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Integrar estas herramientas en las aulas también nos obliga a recordar algo esencial: el estudiante debe seguir siendo protagonista de su aprendizaje. En lugar de esquivar la IA, necesitamos rediseñar nuestras estrategias pedagógicas para generar experiencias personalizadas que mantengan a los alumnos activos. Eso implica evaluar procesos más que productos, promover la formulación de preguntas antes que la búsqueda inmediata de respuestas y, sobre todo, desarrollar lo que podríamos llamar una alfabetización en IA: una mentalidad crítica que permita cuestionar, validar y contextualizar la información que producen estos sistemas.
Este escenario también transforma nuestro rol como docentes. Dejamos de ser transmisores de contenidos para convertirnos en facilitadores de experiencias de aprendizaje enriquecidas por la tecnología. Eso supone adquirir nuevas competencias: aprender a formular preguntas poderosas, diseñar actividades que favorezcan la interacción humano- IA y crear formas de evaluación que capten el valor del proceso, más allá del resultado final. La IA, lejos de sustituirnos, potencia nuestra tarea. Nos libera de funciones repetitivas y nos permite concentrarnos en lo esencial: formar pensadores críticos y creativos.
Vivimos un momento histórico para la educación
La IA generativa abre la puerta a la personalización del aprendizaje, a la exploración creativa y a la preparación de los estudiantes para un mundo profesional donde estas herramientas serán parte del día a día. Pero la magnitud de la oportunidad exige una enorme responsabilidad: usarla con intencionalidad pedagógica y no dejarnos arrastrar por el entusiasmo tecnológico. El futuro de la educación no estará definido por las herramientas que adoptemos, sino por la sabiduría con que sepamos integrarlas al servicio del aprendizaje auténtico. La IA llegó para quedarse; depende de nosotros decidir si será una verdadera aliada o apenas una distracción más.
* Cecilia Primogerio, Lucas Petralli y Camila del Carril. Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Empresariales, Universidad Austral.