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Cómo ayudar a adolescentes a tolerar la frustración

Las claves para acompañar a los adolescentes en la tolerancia a la frustración y hacer de la crianza un espacio donde la palabra circule.

Los desafios de la crianza. Cómo acompañar a los adolescentes para tolerar la frustración. Foto: Freepik

Los desafios de la crianza. Cómo acompañar a los adolescentes para tolerar la frustración. Foto: Freepik

Manuel tiene 15 años, va a tercer año y se lleva a diciembre por ahora, 14 aprendizajes prioridades, (unidades). Su familia dice que como muchos adolescentes, "no tiene tolerancia a la frustración" y ese tema es el que genera más conflicto en la crianza.

"Nos desafía, dice que nosotros somos universitarios y que por suerte llegamos a fin de mes. Que no cree que estudie cuando termine el secundario, pero tampoco ve otra opción", cuenta a MDZ su mamá , Carolina. "Estamos muy preocupados, también vemos que sus amigos se metieron en lo de las apuestas on line, y no sabemos si también anda en esa", agrega. Isabella tiene 14. Su familia está alerta porque fue el año pasado a danza, luego a voley, lo dejó y arrancó natación y ahora no quiere hacer deporte. "Todo lo que empieza, lo deja, se nos hace difícil con nuestros hijos", dice su papá.

¿Tolerar la frustración?

Hugo Ocaña es psicólogo y está especializado en adolescentes y niños. Pone en cuestionamiento esa idea adulta de que nuestros hijos, o los jóvenes en generar tienen esa falta de tolerancia a la frustración, de la que se habla coloquialmente, "En realidad se trata de una idea de otra generación, algo antiguo", sostiene y da ejemplos.

"Esa idea de bancar por ejemplo una carrera universitaria larga, para poder recibirse, o de aceptar la incompletud en el caso de una pareja. O una instancia que requiere un esfuerzo como desaprobar un examen y volver a estudiar. Nosotros fuimos creados con esa idea de tolerar la frustración pero es una idea de que está desfasada en el tiempo, porque hoy la dificultad está en ese futuro que estamos mirando. Hay una frustración sobre el futuro, entonces no podemos pensar a los adolescentes como nos pensábamos antes”.

Por eso, quizá hace tanto ruido hablar en esta época de “cultura del trabajo”. O del esfuerzo ¿para qué? “Hay una mirada muy volcada hacia lo financiero y lo rápido. Ganar dinero rápido, por eso las apuestas online. Y todo lo que tiene que ver con lo que con esfuerzo se lograba, está puesto en duda, por muchas razones, por ejemplo por el contexto político. Si veo a una doctora en Ciencias Sociales que no puede seguir su doctorado, o un médico que no llega a fin de mes, empieza a hacer ruido esos planteos de esforzarse para lograr algo”.

Animarse a hablar con los adolescentes

Que circule la palabra. Que nos podamos acercar a los hijos y hablarles. En su lenguaje, pero que puedan salir en ensimismamiento adolescente para que hablen y escuchen es un camino – no fácil ni rápido- pero que crea lazos.

“Animarse a hablar con el otro. Muchas veces no va a ser sobre lo que nosotros quisiéramos. Hablar por ejemplo de sus temas, de una serie que está viendo y contarles qué serie vemos nosotros, para acercarles el mundo adulto, qué temas nos pueden interesar a los adultos, eso también es parte de relacionarnos y vincularnos”, asegura Ocaña.

En ese sentido, dice: “al aislamiento se lo combate incorporando al otro. A esa cuestión de estar todo el día con la tecnología, la única manera es incorporar a los demás, reconstruir los lazos. Que vayan amigos a la casa, que se haga la pijamada, que vean también a los amigos de los padres en la casa. Que dialoguemos, que se habitual, estar juntos y hablar de lo que sea.”.

Porque si no, hay algo que se pierde: “poner el cuerpo”. Es decir, todo es online, virtual, sin arriesgar lo que Ocaña define como “la gran fuente de satisfacción”. Por eso, más allá de los discursos de un futuro negativo, hay que incorporar “el deporte, el arte, lo social, es decir lo vinculante”.

Lo que los adolescentes miran en las personas adultas

En palabras simples, sería enseñar con el ejemplo ¿ pero qué tipo de ejemplo?El planteo no es la idea tradicional de que “ vean cómo nos esforzamos”, sino cómo nos tenemos experiencias del lado de la pasión, de la alegría, de lo vivificante, a pesar del contexto.

Es decir cómo nos arreglamos para que en nuestra vida haya de aquello que nos guste, y que los adolescentes nos vean así. “Que vean que vos haces algo para resolver las cosas cotidianas, eso da seguridad, muestra otra manera de vivir, de que se puede. Pero además que tenés deseos, la inteligencia artificial no puede dar eso, porque no tiene deseos”, sostiene Ocaña.

Abrir la cabeza para entender el mundo, y que nos entiendan y el corazón para sentir y que nos vean sentir. Un camino de vida. Un desafío que también nos plantea la crianza. No se trata de reglas todo el tiempo, se trata también de la alegría de vivir. La nuestra, que se vuelque.