6 de cada 10 estudiantes sufren agresiones en la primaria: ¿qué pasa?
Argentinos por la Educación expone que el 63% de los estudiantes de sexto padece agresiones. La discriminación y la soledad aumentaron en los últimos años.

El 40% de los estudiantes no se siente cómodo en la escuela. Aumenta la discriminación y el sentimiento de soledad.
Un informe de Argentinos por la Educación revela que el 63% de los estudiantes de sexto grado sufrió agresiones en el ámbito escolar o digital. "Además, hay un 36% que se siente discriminado", señaló Sol Alzú, analista de datos de la organización y coautora del estudio, en diálogo con MDZ Radio 105.5 FM.
Según el último informe del Observatorio Argentinos por la Educación, basado en las pruebas Aprender 2023, seis de cada diez alumnos de primaria admiten haber sido víctimas de violencia por parte de sus compañeros, ya sea dentro de la escuela o en redes sociales. A pesar de que la mayoría afirma tener amigos y sentirse contenido, la exclusión y la soledad persisten como problemas estructurales.
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Los datos comparativos con 2016 —cuando comenzaron a relevarse estos indicadores— muestran un deterioro preocupante: la percepción de soledad entre los estudiantes pasó del 19% al 36%, y quienes se sienten "fuera de lugar" aumentaron del 30% al 40%. "La realidad es que convivimos con estas situaciones", afirmó Alzú.
Agresiones entre pares y respuestas tradicionales
A diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos, las agresiones provienen principalmente de los mismos compañeros. "Esto es entre los propios alumnos", remarcó la especialista. Frente a estos casos, las escuelas suelen optar por medidas convencionales: "Hablar entre docentes, mandar notas a las familias o organizar reuniones". Sin embargo, Alzú advirtió que la evidencia internacional recomienda un "enfoque integral", que involucre a toda la comunidad educativa con talleres, revisión de normas de convivencia y espacios de participación.
Discriminación: un problema arraigado
El 36% de los estudiantes reportó sentirse discriminado, especialmente por su aspecto físico, gustos personales u orientación sexual. "Es un poco lo que uno vivió y sigue escuchando", reconoció Alzú. Llama la atención que la categoría "otros motivos" sea la más elegida por los niños, lo que sugiere limitaciones en el diagnóstico. "Tal vez las preguntas no captan todas las situaciones, o los chicos no pueden identificarlas por falta de abordaje en las aulas", explicó.
Ante la falta de soluciones, muchas familias optan por cambiar a sus hijos de escuela, una medida que, según Alzú, puede agravar el trauma. "Lo ideal es que haya comunicación entre la escuela y la familia, y que estos temas se trabajen con todo el grupo, no solo con los involucrados directos", subrayó. La especialista enfatizó la importancia de prevenir desde las bases: "Los chicos deben aprender a diferenciar lo que está bien de lo que está mal, y saber cómo actuar".
¿Qué ocultan los "otros motivos" de discriminación? Para Alzú, la respuesta está en "charlar más con los alumnos" y brindarles herramientas para nombrar y enfrentar estas realidades. Mientras tanto, los números siguen interpelando a la sociedad: la violencia y la exclusión en las aulas no son episodios aislados, sino síntomas de un clima escolar que urge transformar.