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El efecto Zeigarnik en nuestra memoria

Cuando se inicia una acción cotidiana se crea una motivación para llevarla a cabo que queda insatisfecha si se interrumpe la actividad.
Actos y otras situaciones que nos pueden desvelar a partir de las 3 de la madrugada. Foto: Archivo
Actos y otras situaciones que nos pueden desvelar a partir de las 3 de la madrugada. Foto: Archivo

¿Son varias las veces que vuelve a su casa a buscar algo que olvidó? Cuando dejo el auto en el garaje, ¿estoy seguro de haber apagado sus luces? ¿lo cerré con llave o activé la alarma? Al irme de mi hogar ¿qué hice con la  llave del gas? ¿y mis llaves? ¿olvidé algo? ¿no dejé la luz del baño prendida? Actos automáticos de las tareas cotidianas realizadas y otras situaciones que nos pueden desvelar a partir de las 3 de la madrugada, mirando el ventilador del techo en la oscuridad del dormitorio sin poder conciliar el sueño.

Bluma Zeigarnik, psicóloga y psiquiatra soviética, en 1920 se detuvo a pensar en estos fenómenos particulares a partir de observaciones a mozos de restaurantes que parecían recordar mucho mejor los pedidos que aún no habían sido servidos que los que ya habían sido entregados. En 1927 formaliza esta investigación aplicando un experimento a estudiantes para verificar los procesos inconclusos de la memoria. Los voluntarios debían realizara veinte tareas diferentes que incluían problemas matemáticos y destrezas de carácter manual.

El libro de Ricardo Romero.

El resultado se ajustaba a la hipótesis de Zeigarnik puesto quienes habían interrumpido sus tareas recordaban detalles de lo que estaban haciendo que los otros que habían finalizado con los ejercicios. La observación llegó a una conclusión posible: no podemos dejar de pensar en lo que hemos abandonado o ha quedado inconcluso, mientras que las tareas terminadas ingresan en un limbo de nuestra memoria. Están ahí, al borde del olvido, chapoteando en las arenas movedizas de lo inconciente.

El efecto Zeigarnik, como se lo llama a partir de esta investigación, se encuentra presente en todos los estudios de la psicología social y la de la Gestalt y ha influido en muchas teorías del aprendizaje. Ricardo Romero en su libro publicado por Ediciones Godot y de reciente aparición “El libro de los sesgos. Cómo y por qué nuestra cabeza nos hace creer lo que quiere” rescata conceptos surgidos en la psicología social durante la segunda mitad del siglo XX y muchos mecanismos automáticos que se ponen en funcionamiento cada vez que podemos llegar a tomar una decisión posible.

Este concepto se lo utiliza además, en casi todas las plataformas que conocemos, revistas pulp, cómics, cine, series de televisión, videojuegos y podcasts. Asimismo en los finales de cada episodio de las series que solemos ver donde se le suma el concepto de Cliffhanger: un recurso narrativo que consiste en crear una escena de acción o suspenso donde el protagonista o personajes principales están expuestos a situaciones de peligro y expectativa en el público. El término proviene del inglés y se traduce como “quedar colgado del acantilado”, lo que refleja la idea de dejar al espectador o lector en vilo, en plena tensión,  sin saber qué sucederá después.

El efecto Zeigarnik, se encuentra presente en todos los estudios de la psicología. Foto: Archivo.

Estudios más recientes, afirma Romero, intentan replicar la experiencia Zeigarnik, pero no obtuvo resultados conclusivos y pone en duda la existencia del efecto en el funcionamiento habitual de la memoria. Actualmente, este proceso cognitivo se asocia a una combinatoria de mecanismos complejos donde se contempla las motivaciones singulares que el ser humano tiene para recordar algo o no. Es probable que prestemos atención al cierre de la llave de gas que si hay niños durmiendo en la casa o si hemos apagado la luz del baño a conciencia si en la última factura de luz, el precio de la electricidad se haya disparado a las nubes por el último ajuste. Lo que no quita que más tarde se vuelva a comprobar una y mil veces si la hemos cerrado o apagado.

El campo asociativo es un mecanismo que Freud lo da a conocer a lo largo de su obra y especialmente en sus ensayos de “Lo Inconciente” y “El Yo y el Ello”. Su método de trabajo que es el de la asociación libre continúa vigente y es el que nos permite elaborar nuestros recuerdos y quizás conocer por qué podemos estar pendiente del gas o de la luz que a todo costa nos deja en el lugar de la incertidumbre.

El libro de Ricardo Romero permite pensar, a través de estos micro ensayos, más temas, aquellos que el subtítulo de este gran libro encierra y es por qué a veces nos creemos algo que nuestra “cabeza” nos quiere hacer creer.

Carlos Gustavo Motta

Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta. Pueden escucharlo en su programa radial MEGAPSINEPOLIS que conduce en Radio Amadeus FM 91.1 todos los martes a las 20 hs.