Terapia transpersonal: el método que une psicología y espiritualidad para sanar desde adentro

En medio de una rutina acelerada y dominada por respuestas automáticas, una rama de la psicología propone una pausa. La terapia transpersonal se presenta como una alternativa que va más allá de los enfoques tradicionales, al considerar la dimensión espiritual como parte fundamental del equilibrio mental y emocional. Su objetivo no es solo resolver síntomas, sino conectar al individuo con un propósito profundo y duradero.
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La licenciada en psicología, Ailin Di Nasso, matrícula 5082, dialogó con MDZ sobre estas rama de la psicología y como la mente y el espíritu se pueden unir para tener un proceso de sanación mucho más completo y renovado. "En la terapia transpersonal hay espacios sagrados donde permiten que las personas conecten con lo más profundo de su ser, posibilitando limitar acciones desde el ego, permitiendo abrir su experiencia a la totalidad. Permite sensaciones de liberación, de conexión profunda y sobre todo motivación en su propia definición de vida", comenzó diciendo la psicóloga Di Nasso.

Este enfoque terapéutico pone el foco en la coherencia entre pensamiento, emoción y acción. En un mundo que exige estar en constante alerta, la desconexión interna se vuelve una consecuencia casi inevitable. Muchas personas actúan más por reacción que por decisión, lo que lleva a malestares que se expresan en forma de ansiedad, depresión o conductas compulsivas. La terapia transpersonal no ignora estos síntomas, pero los interpreta como señales de un desequilibrio más profundo.
Uno de los pilares de esta mirada psicológica es aceptar que el dolor forma parte de la existencia. En lugar de evitarlo o anestesiarlo, se lo trabaja como una fuente de transformación personal. A través del acompañamiento terapéutico, se guía a las personas a reconocer y gestionar ese sufrimiento, comprendiendo que puede ser un motor de cambio cuando se aborda con conciencia y contención.
Ailin Di Nasso, licenciada en psicología, agregó que: "Esto es un proceso de quiropraxia espiritual, posibilitando una manera de pensar, sentir y accionar sin dudar o desaprobarnos, sin exigir perfección, sino siendo libres de todo mandato social o familiar".
En consulta, se utilizan diferentes métodos que permiten explorar el origen del dolor y resignificarlo. No se trata de negar el sufrimiento, sino de aprender a atravesarlo de manera consciente. Esta integración permite que cada experiencia dolorosa se convierta en una oportunidad de crecimiento y autoconocimiento.
Mindfulness: volver al presente
Entre las herramientas más utilizadas dentro de la terapia transpersonal se encuentra el mindfulness. Esta técnica de atención plena propone observar cada momento con aceptación, sin emitir juicio. Practicarla permite volver al presente, reducir el estrés y romper con patrones de pensamiento automáticos. En la práctica clínica, su impacto es notable: favorece una mayor conexión con las emociones reales y facilita el proceso de transformación personal.
También se recurre a la meditación como complemento, entendida no solo como un método de relajación, sino como una vía para fortalecer la salud mental y emocional. Ambas herramientas ayudan a crear un espacio interno desde donde afrontar los desafíos con mayor claridad y equilibrio.
"Es importante destacar que dichos procesos he encontrado la satisfacción de ver personas tomando las riendas de su vida, siendo protagonistas de sus procesos, tomando las decisiones que necesitaban desde renunciar a un trabajo, el lugar donde desean vivir, enfrentar enfermedades físicas como cáncer, dolores crónicos, con entereza y gran resiliencia", comentó la licenciada en psicología.
Si bien esta terapia puede acompañar procesos de sufrimiento, su alcance va más allá. La psicología transpersonal no se limita a tratar adversidades, sino que también busca mejorar la calidad de vida. La meta no es simplemente dejar de sufrir, sino acceder a una versión más plena de uno mismo. En cada persona habita una resiliencia interna que puede activarse con el acompañamiento adecuado.
Durante el proceso terapéutico, se facilita el contacto con esa fuerza interior. Esto genera avances significativos desde las primeras sesiones. La clave está en visualizar las propias capacidades para sobreponerse a las dificultades y proyectarse con mayor autonomía y sentido.
Una mirada integradora
La propuesta de la psicología transpersonal invita a una revisión profunda. En lugar de seguir mandatos sociales o evitar preguntas incómodas, plantea volver a la autenticidad. Comprender qué se desea, hacia dónde se quiere ir y qué sentido tiene el camino recorrido.
Frente a un contexto que muchas veces impone velocidad y desconexión, esta terapia abre la posibilidad de detenerse y escuchar. No se trata solo de resolver conflictos, sino de recuperar la integridad del ser y reconectarse con lo esencial. La transformación comienza cuando se logra mirar hacia adentro sin miedo.