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Una nueva forma de decir adiós: por qué cada vez más personas eligen la cremación

La cremación se consolida como la opción funeraria más elegida en varias ciudades del país, desplazando a los entierros tradicionales. Qué factores impulsan esta tendencia que crece desde la pandemia.
Las nuevas generaciones ya no piensan en perpetuidad, mausoleos o lápidas: buscan despedidas más simples, ecológicas y sin cargas para los familiares. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ (Imagen Ilustrativa)
Las nuevas generaciones ya no piensan en perpetuidad, mausoleos o lápidas: buscan despedidas más simples, ecológicas y sin cargas para los familiares. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ (Imagen Ilustrativa)

“Yo no quiero ir al cementerio”, es una frase que se escucha cada vez con más frecuencia entre hijos y nietos y que resume un fenómeno silencioso pero contundente: la cremación  ya no es una rareza, es la norma en muchos lugares de Argentina. En ciudades como La Plata y Buenos Aires, el número de cremaciones supera el 60% del total de servicios funerarios, marcando un antes y un después en la manera de despedir a los seres queridos.

En los tiempos que corren la muerte  cambió. Ya no se vela en casa, ni se visita tanto el cementerio. La cremación, alguna vez vista como impersonal o "pagana" en las casas de tradición cristiana, ahora es una opción más que elegida.

El fenómeno no es casual. Según explicó Ricardo Péculo, tanatólogo exequial entrevistado en el programa "Deja que entre el sol" de Vorterix, la cremación crece porque responde a un cambio profundo en la manera en que la sociedad moderna se vincula con la muerte.

La pandemia aceleró un cambio que ya venía gestándose: menos velorios tradicionales, más rituales íntimos y creencias personalizadas.

Una tendencia que se aceleró con la pandemia

La pandemia no solo cambió la forma en que vivimos, también alteró cómo nos despedimos. Las restricciones sanitarias, el miedo al contagio y la urgencia de simplificar procesos impulsaron a muchas familias a optar por la cremación. Y una vez adoptada, la práctica se mantuvo. Solo en los primeros ocho meses de 2023, se registraron 9.582 cremaciones en CABA, un crecimiento notable frente a años anteriores.

Cuánto cuesta morir en Argentina:

  • Velorio básico:

Desde $550.000 hasta $980.000 + IVA
Incluye sala simple (2 a 4 hs), traslado del cuerpo, trámites, cafetería básica y WiFi.

  • Velorio clásico:

Desde $650.000 hasta $1.280.000 + IVA
Sala intermedia (4 a 6 hs), café Dolce Gusto, bebidas, lunch clásico, azafata y WiFi.

El cajón ya no es el único destino. La cremación crece y plantea nuevas formas de procesar la pérdida y honrar la memoria. Foto: Nippon.
  • Velorio premium:

Desde $1.600.000 hasta $2.300.000 + IVA
Salón especial, Nespresso, lunch premium, dos azafatas, música, imágenes, estacionamiento y seguridad.

  • Cremación:

Desde $250.000 hasta $600.000
Incluye urna, despedida en crematorio y trámites. No requiere compra de parcela.

  • Inhumación (entierro):

Desde $800.000 a $2.500.000
Se suman costos de nicho o parcela, lápida, mantenimiento y traslados.

  • Extras que pueden encarecer el servicio: coronas florales, publicaciones de obituarios, lunch adicional, música, imágenes personalizadas, transporte especial.

Cambios culturales y religiosos

Durante mucho tiempo, el catolicismo impuso la idea del entierro como única vía “respetuosa” de disposición del cuerpo. Pero eso cambió. En 1963, el Vaticano autorizó la cremación bajo ciertas condiciones, y en 2016 la aceptación fue plena, aunque con recomendaciones específicas: las cenizas no deben esparcirse ni guardarse en casa, sino depositarse en un lugar sagrado, como cinerarios en iglesias, que hoy ya existen en varias parroquias argentinas.

Adiós sin tierra ni mármol. En tiempos de inflación, la cremación gana terreno entre quienes buscan una partida más liviana. Foto: Télam.

Esa apertura religiosa allanó el camino para un cambio cultural más amplio: cada vez más personas consideran la cremación no solo aceptable, sino preferible.

Del velorio eterno al adiós breve

Las prácticas funerarias también se han modernizado. El velorio en casa, de largas horas o incluso días, fue reemplazado por servicios más breves en casas velatorias. Hoy, los rituales son más sobrios, más rápidos, y para muchos, menos dolorosos. La cremación encaja perfectamente en esa lógica.

Lo esencial no ocupa espacio. En tiempos de duelo, cada vez más personas eligen recordar desde lo simbólico y no desde lo material.

La Argentina no es una excepción. En países como Suecia, Reino Unido o Estados Unidos, la cremación ya superó ampliamente a la sepultura tradicional. Y si bien en cada lugar hay razones particulares, el patrón se repite: costos, comodidad y nuevos valores.

En conclusión, la muerte también se adapta a los tiempos. En un contexto de inflación, cambios sociales y replanteos espirituales, la cremación se ha vuelto la opción elegida por miles de familias argentinas. Lo que antes era impensable, hoy se vive con naturalidad. Y todo indica que esta nueva forma de despedida llegó para quedarse.