Amigos, unas pinceladas que complementan el cuadro de la vida
El Día del Amigo en Argentina es una fecha dedicada a honrar y fortalecer los lazos de amistad. La celebración en una tradición arraigada en los valores de la lealtad y el apoyo mutuo.
Llega una fecha en la que los restaurantes y espacios de encuentro, en su mayoría, se llenarán, sin importar la crisis económica ni otro motivo que impida que un grupo de personas se reúnan a festejar el Día del Amigo.
Esto lleva a la reflexión sobre el sentido que tiene para las mayorías sostener un vínculo cercano e íntimo, más allá de sus familias. Todos estamos necesitados de relaciones, algunas heredadas tales como la familia y otras que nos armamos durante el tiempo y en etapas, como son los amigos. Es por eso que festejamos tenerlos en nuestra vida, brindamos con ellos, compartimos momentos importantes, porque son aquellas relaciones que surgen de nuestra propia naturaleza. Son aquellos que nos hacen la vida más amable, los momentos difíciles más cómodos para transitar, nos acompañan en las buenas pero sobre todo en las malas, y entonces cómo no celebrarlo.
Son aquellos que nos hacen la vida más amable
Como dice Saint-Exupéry, en el Principito, “atrévete a conocer en esencia a las personas”. Eso es la amistad: aventurarse a entrar en el conocimiento profundo de aquel que elegimos para ser nuestro amigo. Esa intimidad que nos permite pensar en voz alta. ¡Qué necesario es vivir con esa confianza!
No es lo mismo andar sueltos y solos por esta vida o con los vínculos exclusivamente familiares, que complementarlos con los “elegidos” las cuatro estaciones del año y no sólo la del verano. Son esas pinceladas que pueden exaltar la visión de un cuadro, esos detalles que le dan colorido, energía o interés. Por eso nos detenemos en ellos, los conocemos en profundidad, los aceptamos como son y hasta los perdonamos una y otra vez, porque a todos nos gusta tener un cuadro bien terminado al final de nuestras vidas, y ellos serán un gran condimento para el artista.
No es lo mismo andar sueltos y solos por esta vida
Lealtad, qué virtud tan maravillosa como difícil de ejercitar, pero si la relacionamos con la amistad parece más fácil de implementar porque decimos las cosas de frente, mirándolos a los ojos y elogiándolos por detrás, por eso cubrirnos la espalda por un amigo es una gran elección porque estaremos bien protegidos.
* María del Pilar Ordóñez. Licenciada en orientación familiar de la Universidad Austral.