Penoso: robos, vandalismo e incertidumbre en un edificio histórico de Mar del Plata

Uno de los edificios históricos de Mar del Plata, el exInstituto e iglesia Saturnino Unzué, que funcionó como un asilo para huérfanos, se transformó en foco de robos y vandalismo, y hay incertidumbre por su futuro tras una serie de licitaciones caídas y sin perspectivas de ser incluido en las obras públicas que priorizará el Gobierno nacional.

El fin de semana pasado, un grupo de delincuentes ingresó a robar nuevamente, tras romper algunas ventanas y forzar portones, y aunque hicieron una amplia recorrida no llegaron a apoderarse de objetos de valor porque sonó la alarma.

La seguridad en el lugar es insuficiente y en este caso ingresaron por un pabellón trasero ubicado por la calle Jujuy, equidistante del paseo costero, y en una zona muy oscura.

"El edificio está en estado lamentable y es muy inseguro. El alambrado ya fue roto en varias ocasiones", describió el arquitecto Pablo Mastropasqua, uno de los expertos que trabajaron en las últimas restauraciones del inmueble considerado Monumento Histórico Nacional desde 1997.

Según el coordinador del área de patrimonio del Colegio de Arquitectos Distrito IX, "todo lo que rodea a la capilla está en muy mal estado; tiene partes apuntaladas, como unas estatuas de ángeles sostenidos con una serie de zunchos". "El estado de ruinas es el frente que se iba a licitar, la fachada de Río Negro, y el patio está sin terminar", agregó.

"La parte que no se licitó está realmente en estado de abandono", sostuvo el asesor de la Comisión de Monumentos Nacionales, por las paredes repletas de grafittis y otras leyendas escritas con aerosol.

Este lugar, actualmente, depende de la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y alberga una iglesia en su interior donde se suelen celebrar las misas encabezadas por el obispo de la ciudad y transmitidas por un canal local.

Los proteccionistas del patrimonio expresaron su indignación en redes sociales ya que hubo una seguidilla de robos que no dispuso un mayor cuidado del espacio, sino todo lo contrario. El verano pasado se registró un incendio intencional que tuvieron que controlar varias dotaciones de bomberos.

El sector más cuidado es el parque donde funciona un parque de juegos, de jueves a domingo, a las 18 horas, y habitualmente se organiza en un sector lindero una feria de emprendedores. En ese lugar hay una vigilancia permanente, según podo cotejar este medio.

La historia del "Asilo Unzué"

En 1910, las hermanas Concepción Unzué de Casares y María de los Remedios Unzué de Alvear ordenaron la construcción del edificio, que estuvo a cargo del arquitecto francés Louis Faure-Dujarric. Su constructor fue Mauricio Cremonte. En 1911, las hermanas donaron al estado nacional el edificio, dedicado a la memoria del padre de ambas Saturnino Unzué. Entre 1913 y 1927 se le hicieron una serie de modificaciones y ampliaciones.

El 9 de marzo de 1989 se declaró al Oratorio como Monumento Histórico Nacional. En 1990 el asilo fue declarado de Interés Turístico por la Secretaría Nacional de Turismo y dos años después fue decretado Monumento Histórico Provincial. El 16 de mayo de 1997 la totalidad del edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.

El asilo presenta un esquema de planta en "H" que se desarrolla en dos niveles. Fue construido siguiendo el estilo neobizantino. Los interiores están revestidos en mármol de Abisinia, Carrara y Proconeso. En 1910, el púlpito ganó el primer premio internacional de diseño, otorgado en Sevilla.

El pantocrátor es una obra similar a la figura emplazada en la catedral de Santa Sofía, en Estambul. El Oratorio de la Inmaculada Concepción, ubicado dentro del edificio, fue inaugurado el 5 de marzo de 1912. Su cúpula, de unos 10 metros de diámetro, tiene forma piramidal y presenta tres arcos, una pequeña bóveda de cañón y remate de campanario con chapitel.