Entrevista

Fredi Vivas: "No hay una carrera ideal para trabajar en tecnología"

El ingeniero en sistemas, CEO de RockingData, conversó con MDZ sobre los desafíos y las oportunidades que propone la inteligencia artificial.

Federico Bruno
Federico Bruno martes, 6 de junio de 2023 · 07:08 hs
Fredi Vivas: "No hay una carrera ideal para trabajar en tecnología"
El ingeniero argentino que estudió programación a los 12, puso un cyber y trabajó para la NASA Foto: Evenpro

- Toda innovación genera un poco de miedo. Hace poco encontré fotos de una manifestación contra las calculadoras.

Fredi Vivas fue ovacionado por un estadio repleto de Mar del Plata que asistió -bajo una lluvia sin precedentes- a su conferencia "Humanos en la era de la inteligencia artificial", donde contó parte de su trayectoria y su trabajo como CEO de RockingData, la empresa internacional dedicada a la creación de algoritmos para negocios. 

El experto en tecnología conversó de forma animada con todos los que le preguntaron qué podían estudiar para sumarse al abanico de posibilidades que genera la industria. "Estudiá lo que quieras. La inteligencia artificial salpica todo lo que vemos", le dijo, sonriente, a uno de los estudiantes de secundaria que lo interceptó.

Aunque se define autodidacta, se formó como ingeniero en sistemas pero lo que más "agradece" es que se haya acercado a las primeras computadoras a sus 12 años, en su Lomas de Zamora natal, donde puso un cyber, comenzó a hacer reparaciones y dar clases de Word y Excel a sus vecinos. Su carrera en la tecnología creció de forma astronómica y lo llevó a profesionalizar sus estudios en la meca de los desarrolladores: la Singularity University de Silicon Valley, bajo la órbita de Google y la NASA.

Al igual que existe la ONU o la Unesco, Vivas cree que muy pronto se creará una entidad global para legislar sobre los avances de la inteligencia artificial

"Publiqué mi libro '¿Cómo piensan las máquinas?' hace dos años y creo que hubiese funcionado mejor si saliera hoy, pero no lo actualizaría. Ya es otro mundo. Por eso estoy trabajando en el segundo", anticipó en contacto con MDZ durante el evento "Mardel Valley" que reunió a 7 mil personas.

"Cómo piensan las máquinas", el primer libro de Fredi Vivas - Foto: Gentileza del autor

- ¿Hay cada vez menos cosas que explicar relacionadas a la inteligencia artificial?
- Avanzó mucho la madurez sobre el tema pero tenemos que explicar todavía mucho más. Hay una divulgación muchas veces superficial en busca de clicks, títulos que generan miedo y desinformación. Acá no hablamos de la inteligencia artificial haciendo deepfakes, sino de que muchos reaccionan a contenidos que no terminan de ver ni comprender. Cuando trascendió que Elon Musk pidió 'detenerla ', yo subí un video de cinco minutos donde a la mitad decía claramente que él no pedía que esto 'se detenga', porque le ve muchísimos usos positivos y hasta tiene dos empresas del sector. Lo aclaré en mi cuenta y me llegaban mensajes que decían 'miedo' o 'pánico' de personas a las que les preguntaba si habían visto el video completo y ya no me respondían más. Eso es un ejemplo de lo que nos está pasando. La gente lee el título, lee una bajadita, y no sigue leyendo. Que haya información no quiere decir que haya entendimiento de lo que está pasando. Por todo esto es que hay que explicar las cosas cada vez más, que sean entendibles y contar qué vemos.

- En tu trabajo en educación y salud, ¿creés que es necesario formalizar consensos para comunicar mejor?
- Cualquier tema relacionado a la salud o la educación es importante. Hace muchos años que estoy en el mundo de la tecnología, trabajo de esto desde los 19, antes del 2000, donde en esa época ya se hablaba que esto tenía que ser algo importante en la conversación de la gente joven. Allá lejos nos preguntábamos cómo podíamos meter pensamiento computacional en el aula, cómo hacemos para que la gente entienda mejor para qué puede servir todo esto, y nos lo seguimos preguntando hoy. Seguimos con las mismas conversaciones. Hoy a un docente cuando le explicás cómo funciona Chat GPT u otra herramienta le puede dar miedo, incertidumbre a no saber qué responder a la pregunta de un alumno y hasta rechazo por la posibilidad de perder el trabajo por la mera existencia de algo así. Tenemos que divulgar más los que trabajamos en este tema, salir a contar lo que pensamos abiertamente y de forma clara.

- El avance de la tecnología siempre dio miedo. 
- Pasó siempre. Toda innovación genera un poco de miedo. Hace poco encontré fotos de una manifestación contra el uso de las calculadoras en Estados Unidos, en los ochenta. Parece una locura de solo pensarlo pero a mí me gusta mucho una frase de Arthur Clarke que dice 'cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia', y se refiere a esto. Si vos traés a una persona de hace 100 años y le mostrás un libro escrito por inteligencia artificial no te lo creería, de hecho a mí me pasó, yo escribí el prólogo de mi libro '¿Cómo piensan las máquinas?' hace dos años con la base del Chat GPT y mis amigos me decían 'lo escribiste vos, decinos la verdad'. Y fue hace dos años, no mil. Ahora es normal porque todo el mundo lo probó o puede usarlo fácil.

- ¿Te seguís sorprendiendo de avances así?
- Son tecnologías tan alucinantes y poderosas que nunca te dejan de sorprender. La inteligencia artificial evoluciona hace 50 años pero si hay una persona que recién se entera de todo esto lo entiendo porque es demasiada información junta. 

- ¿Actualizarías tu primer libro o ya tenés que escribir uno nuevo?
- Estoy trabajando en el segundo en un tono más de ciencia ficción, que es algo que me gusta mucho. No creo que haya quedado viejo el tema ni envejecido mal el libro. Quizás salió antes de lo que tendría que haber salido. Cuando yo hablaba de inteligencia artificial mucha gente no entendía de qué estábamos hablando y había que hacer un trabajo de explicación desde el principio.
Ahora esas preguntas van en otro sentido, al revés, me vienen a buscar para que responda y no que explique. Hay mucho para explotar y preguntarnos sobre la ciencia de datos, la analítica avanzada, Big Data, la privacidad de datos, los sesgos de algoritmos, o su explicabilidad, cómo resuelven lo que resuelven.

- ¿Qué posición tienen los gobiernos en estas discusiones?
- Llegué hace unos días de España y allá se discute muchísimo el consumo energético de los algoritmos. Se habla de los algoritmos verdes, que es una tendencia que vamos a empezar a ver. ¿Cuánta energía consume que todo el mundo esté usando el Chat GPT y cómo eso contamina el mundo?, escuché bastante. Son preguntas nuevas pero hay mucho para hablar del tema. En Estados Unidos hay muchas conversaciones en paralelo y en Europa noto que quieren pasar a la acción y empezar a legislar. 

- ¿Como una policía de la inteligencia artificial?
- Van a pasar varias cosas, va a tener que desarollarse una entidad global que gestione la inteligencia artificial, algo que no existe hoy. Al igual que existe la Unesco o la ONU, tiene que existir una entidad veedora, que para mí es algo que va a pasar y no lo veo mal, porque las leyes de los países cambian. En Europa hay mucho avance pero todavía no creo que salga la ley. Algunos creen que va a salir el año que viene pero por ahí se acelera y es algo que vemos este año. Sam Altman, el creador de Open IA, dice que está a favor que se legisle y si lo vemos desde el punto de vista del negocio tiene sentido, porque en Italia se prohibió el Chat GPT. Los países europeos tienen el GDPR que es un reglamento de protección de datos mucho más avanzado que cualquiera. Se va a empezar a anhelar la transparencia de los algoritmos, en una visión más global. 

- ¿Los sesgos de los algoritmos son responsabilidad de los humanos que los crearon?
- Exacto. Si vos pedís un crédito junto a tu señora, los dos ganan lo mismo, viven en la misma casa y hacen una actividad similar, por ahí a ella le dan un monto menor. Ahí preguntarías 'por qué hacen esto' o directamente reclamarías que están discriminando por género. Son preguntas que te harías en el mundo físico donde podés ir y denunciarlo. Antes, cuando iba a los boliches, me ha
pasado que no me dejaran pasar por mi color de piel. Esa lógica de los sesgos humanos pueden trasladarse a la inteligencia artificial y hay una oportunidad enorme de cambiarlo todo, para que impacten de forma positiva en el mundo en que vivimos. Hay un marco de ética que lanzó la Unesco el año pasado, con el trabajo de profesionales de 150 países, y nosotros nos ajustamos a eso en RockingData pero tenemos un comité interno que mira insistentemente estas cuestiones. La idea es realizar nuestro manual y después de que lo probemos democratizarlo.

El público de "Mardel Valley" que ovacionó la conferencia del experto - Foto: Emtur

- Te tratan como celebridad en eventos de tecnología y las redes sociales, ¿cómo lo llevas?
- No es algo normal que haya pasado esto, nunca me lo esperaba. Los que trabajamos en inteligencia artificial hace tiempo siempre fuimos un nicho, 'los raros que andan en esa'. Y ahora nerd is the new sexy, como dicen. Yo no me lo creo pero algunos dicen eso. 

- ¿Hay carreras ideales para entrar en este mundo?
- No hay una carrera ideal para trabajar en tecnología; el secreto es formar equipos. Yo tengo a dos filósofos trabajando conmigo que tienen una mirada alucinante sobre la complejidad de los temas, son programadores y hacen modelos predictivos e inteligencia artificial pero además aportan todo su background y esa es la diversidad que buscamos. También contamos con gente que estudió marketing, psicología, economía, y hasta un doctor en astronomía que hizo su tesis doctoral de agujeros negros con Phyton. Cuanto más miradas diversas tengamos más cerca vamos a estar de construir algo que le sirva a todo el mundo y no tenga solo una mirada tecnológica. ¿Cómo le pega esto a la gente?, nos preguntamos todos los días.

- Entonces, ¿qué componentes tienen que tener esos equipos?
- Si hiciéramos un diagrama de Venn, pondría a matemática y estadística como un mundo, al software en otro, y en un tercero y no menos importante al entendimiento de los problemas. No todas las personas va a saber lo mismo de las tres y, por eso, cualquier carrera se puede indexar a los estudios y desarrollos sobre inteligencia artificial. 

- ¿Qué objetivos tenés al corto plazo?
- Tengo varios objetivos, pero el más importante es que la gente joven tenga más capacidades de empleabilidad. Yo tuve la suerte de haber estudiado de muy chico, me crié en un contexto que no era favorable económicamente para nada, pero haber estudiado programación y computación a los 12 y 13 años hizo que a los 18 consiguiera mi primer trabajo, a los 3 días de empezar a buscarlo. Daba clases de computación, Excel, Word y todo eso. Veía a mis amigos de 18 o 19 años dejando la facultad, abandonando todos sus sueños, por tener un trabajo de 14 horas por día con turnos rotativos. Y yo los veía y pensaba como zafé, literalmente 'zafé'. Tuve suerte solo por haber tenido la inquietud de acercarme a una computadora. Y eso sigue pasando. La gente que se mete en tecnología tiene otras posibilidades de vida y siempre me pregunto cómo hago para colaborar en eso. Y cómo hago para que la gente que se meta en tecnología y construye cosas lo haga con un impacto positivo en la sociedad. 

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