Vida social

El Club de Solteros: el desafío de alejar a los solos y solas de la virtualidad

Nació hace 7 años en plena expansión de la era digital, pero su misión es la sociabilización de manera presencial. Con salidas organizadas por edad y por ciudad, el club busca erradicar el “síndrome del ermitaño moderno”, y ayuda a solteros a recuperar su vida social y la interacción cara a cara.

Gabriela Yalangozian
Gabriela Yalangozian miércoles, 3 de mayo de 2023 · 16:30 hs
El Club de Solteros: el desafío de alejar a los solos y solas de la virtualidad
El club fue creado hace siete años en Córdoba y se expandió a todo el mundo Foto: Club de Solteros

En plena era digital, donde pululan las plataformas para relacionar personas a través de un “match”, un club desafía la virtualidad para que solteros y solteras puedan encontrarse a través de la interacción presencial y con salidas grupales.

Se llama Club de Solteros, nació hace siete años en Córdoba, y hoy tiene conformados grupos de amigos en provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza o Tucumán, y en países como Chile, Colombia, Venezuela, España, Portugal y otros países del mundo.

“El Club de Solteros tiene por finalidad ayudar a los solteros y solteras a que puedan socializar y hacer amigos reales en una misma ciudad. La propuesta se centra en la presencialidad. Es decir, nuestra intención de sacar a la comunidad de la virtualidad para que pueda poner en acción planes de salida conjuntos que les permita recuperar su vida social”, explicó su presidenta, Ivana Franco.

Ivana creó este club en Córdoba a partir de su experiencia personal. “La idea fue tomando forma cuando terminé una relación que yo tenía. Ahí comencé a ver que mi vida social empezaba a cambiar. Mis salidas y actividades habían sido hasta entonces con amigos en común de la pareja, y cuando se cortó el vínculo, empecé a ver que me quedaba sola”, relató.

“Por eso, me propuse una manera de reunir a personas que estuvieran en la misma situación y al mismo tiempo, salir de esa virtualidad que hace que estemos conectados con todo el mundo, pero que no nos encontremos cara a cara. Así comenzó este club: con el objetivo de reunir en salidas en bares a distintos solteros, para que compartan un plan en común y puedan socializar”, contó Ivana.

El club está dirigido a personas de más de 30 años, que son las que más tienden a sufrir el que llamamos “síndrome del ermitaño moderno”. “Es decir, aquellos que hacen mucho consumo de dispositivos móviles, de redes sociales, pero que están todo el tiempo conectados virtualmente, y cuando hacen contacto con otra persona cara a cara, ya no saben cómo relacionarse. En especial, si recién la está conociendo”, precisó.

La modalidad del Club de Solteros es ingresar a la página oficial https://clubdesolteres.com/ y anotarse. Una vez que el sistema detecta a más de seis personas de edades similares y de la misma ciudad, se arma un grupo y se organiza una salida a un bar para conocerse personalmente.

Presencialidad versus virtualidad

“El estado anímico y emocional de los solteros que participan de estas salidas de amigos comienza a cambiar desde el primer día. Un grupo te da autoestima, te da apoyo, te da compañía. Por eso, el foco del club está en que volver a la presencialidad. El furor se dio luego de la pandemia, tras mucho tiempo de estar encerrados y querer volver al estado que estábamos antes. Pero hubo gente prefirió refugiarse, dedicarse más al trabajo y tener su día a día ocupado para evadir la soledad. Estamos hablando de personas individuales, solas, que buscan un grupo de amigos. Nuestro fin no es acercar gente para que tenga una cita o generar vínculos de pareja. Si no crear grupos sociales que compartan diferentes actividades. La que propone el club es una salida a un bar para que estos solteros se conozcan. De ese primer encuentro pueden surgir otros encuentros. Lo que buscamos es naturalizar el hecho de sociabilizar”, precisó Ivana.

El club conforma grupos sociales según edades y ciudades de origen. Foto: Club de Solteros.

Una de las cuestiones que generan más inseguridad en las app para citas, es que hay muchos perfiles falsos, lo cual genera una cierta inseguridad a la hora de acceder a estas plataformas. “Por eso, se tiene en cuenta al grupo social como una forma de contención. No importa tener ciertas características para formar parte del club, porque no se vinculan personas mediante algún algoritmo. En el club la gente viene con la naturalidad de presentarse como son, diciendo su edad verdadera y quiénes son. Y lo que hacemos es verificar esos perfiles porque en un encuentro presencial, todos somos personas reales”, comentó Ivana.

Para ingresar como miembro del club, el soltero o soltera debe registrarse en la página oficial y dejar como datos la ciudad en la que está, su edad y datos para poder ponernos en contacto. Al entrar al sistema se generan listas, y dependiendo de la cantidad de inscriptos se conforman los grupos.

La modalidad del grupo

“La base mínima son seis participantes y la máxima 10 o 15 personas. Les organizamos esa primera salida grupal en un bar, es decir, un espacio público, para que se conozcan y puedan charlar, y luego el grupo queda para ellos. Intercambian sus contactos, y pueden organizar sus propios encuentros. Además, para la franja etaria entre los 30 y 50 años, hay un sistema de membresía en la cual todas las semanas tienen la posibilidad de tener una salida. ¿Por qué? Porque este público es el que más complicaciones tiene con el tiempo. Y si no puede asistir a un encuentro eta semana, puede sumarse a otro encuentro la próxima”, explicó la presidenta del Club de Solteros.

“Es tiempo que uno se dedica para reanudar tu vida social. Porque la soledad te invade despacito. Si siempre ponés una excusa para salir, terminás postergándote. Para el tiempo y un día decís ´¿Y ahora, qué hago, dónde voy?´. Ese es el choque que hay que evitar porque genera depresión, y ansiedad. Nosotros trabajamos en conjunto con especialistas como sociólogos, psicólogos, y psiquiatras, para contener a las personas, porque tenemos un montón de casos donde hay solteros que tienen ataques de ansiedad o de pánico previo a una salida grupal”, contó.

De ese grupo de amigos pueden surgir distintos vínculos. “Nos pasó en Buenos Aires, que dos personas se conectaron en un grupo, siguieron su plan solos y se enamoraron. Hoy conviven y tienen un hijo. Si bien todo soltero viene al club capaz con una intención de buscar pareja, esta concepción de hacer amigos les permite relajarse y disfrutar el momento, sin esa ansiedad de tener que gustarle a alguien”, aclaró.

El año pasado unas 2.000 personas se vincularon en grupos a través del Club de Solteros solo en Argentina. Este año se lanzó una campaña para impulsar a solteros a conformar grupos y salidas antes del 20 de julio, que se conmemora el Día del Amigo. “Estamos haciendo acciones previas para que ese día tengan con quien salir”, indicó Ivana.

Testimonio de solteros

Gustavo tiene 60 años y es oriundo de Carlos Paz, donde vive solo. Consultado sobre su experiencia en el Club de Solteros, contó a MDZ: “Me anoté por Facebook y después me pasaron a un grupo de WhatsApp. Allí votamos todos para ver cuándo nos podíamos juntar. Lo hicimos hace dos viernes atrás en un bar. La verdad es que la pasamos muy bien y empezamos a mandar mensajes casi todos los días. Ahora quedamos en juntarnos este sábado en mi casa. Vamos a comer a hacer un almuerzo y por la tarde, si está lindo el día, nos quedaremos a tomar mate y charlar. Va a ser la primera vez que nos juntamos por fuera de la supervisión del club. Creo que nos va a ir bien porque hay mucha, hay mucha predisposición de la gente”, aseguró.

El año pasado unas 2000 solteros se anotaron para conformar grupos en todo el país. Foto: Club de Solteros

Por su parte, Sofía, de 38 años, contó que leyó en un diario local sobre el club, y por eso decidió anotarse. Fue antes de la pandemia y pronto se reunió con su grupo en un bar en Córdoba Capital. “Yo siempre me animo a todo, más cuando se trata de una novedad. Yo buscaba grupos para salir. Me pasó que cuando una termina el secundario, hace la facultad, y cuando egresa, después se casa y tiene hijos. Es como una norma. Pero yo, como que me mantuve fuera de esa norma, me anoté en el club. Yo quería establecer nuevas relaciones, ver la posibilidad de formar nuevas amistades. La experiencia que rescaté es que pude juntarme con gente que no conocía, intercambiar teléfonos, y juntarme en otro ámbito. La experiencia fue muy buena. Me sirvió muchísimo también para abrir mi cabeza”, aseguró.

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