Día de la Mujer

Desafíos de la autonomía económica de las mujeres

En los últimos años, el 8M –Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras– ha logrado instalarse como una fecha de conmemoración que invita a revisar la historia y a visibilizar las asignaturas pendientes. Desde "Grow- género y trabajo" reflexionamos sobre la relevancia que aún tiene esta efemérides

Redacción MDZ
Redacción MDZ martes, 7 de marzo de 2023 · 21:02 hs
Desafíos de la autonomía económica de las mujeres
Foto: Shutterstock

Si bien la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras existe como tal desde 1975 cuando fue establecida oficialmente por Naciones Unidas, las movilizaciones de mujeres por la reivindicación de sus derechos datan de mucho antes. Ya en 1857 tanto en Estados Unidos como en Inglaterra se organizaban para reclamar mejores condiciones laborales, mejores salarios y reducción de la jornada laboral. A lo largo de los años, estas acciones se han replicado en todo el mundo.

A pesar de estos orígenes vinculados a la lucha, la fecha ha sido banalizada durante muchos años, convertida en “celebración de la feminidad” y en una oportunidad para impulsar las ventas de flores, bombones y descuentos en productos de belleza. Con el impulso de una nueva ola feminista –que suele ubicarse a partir de la segunda década del siglo XXI– se logró recuperar el sentido original:una jornada de reflexión y reivindicación de derechos.

Es importante mencionar también que en los últimos años ha cobrado mayor centralidad la búsqueda de visibilizar a todas las identidades que componen el arco de las feminidades. Reconocer la diversidad existente bajo el paraguas de la palabra “mujeres”, tales como mujeres cis, mujeres trans y travestis, resulta fundamental para entender cuáles son las asignaturas pendientes.

Por qué es importante el 8M

Contrario a los discursos que sostienen que la igualdad ya se ha logrado, desde Grow-género y trabajo vemos cotidianamente que esto no es así, especialmente en el ámbito laboral. En las organizaciones todavía operan sesgos inconscientes que limitan el acceso y desarrollo de las mujeres en industrias y puestos específicos, persisten situaciones de violencia laboral que las afectan en mayor medida y continúan arraigadas ciertas expectativas sociales sobre los roles que deben ocupar (por ejemplo, la responsabilidad de las tareas de cuidado).

Según el World Economic Forum (WEF, 2022), en promedio se requieren 132 años para cerrar la brecha de género, considerando el acceso a la educación, la salud, la inserción laboral y la participación política. En particular, en América Latina, del 2021 al 2022, sólo 6 de 22 países mejoraron sólo 1 punto porcentual en el Índice Global. Argentina ocupa el quinto lugar en la región y está en el puesto número 33 a nivel global. Algunos otros datos, permiten graficar mejor a qué se debe esta brecha.

Según la Encuesta Permanente de Hogares (INDEC, 3° Trimestre 2022), en nuestro país, del total de mujeres ocupadas, el 43% se encuentra en condiciones de informalidad y el 34% de las mujeres asalariadas no cuenta con aportes jubilatorios. Además, predominan en actividades como el trabajo doméstico remunerado (96%), la enseñanza (72%) y la salud (68%) más precarias y peor remuneradas.

Ante este escenario, desde Grow-género y trabajo consideramos que el 8M aún importa porque alcanzar la igualdad sólo será posible si las mujeres logran tener autonomía económica, es decir, la capacidad, en condiciones concretas, de tomar libremente las decisiones que afectan sus vidas.

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